La realidad del duelo perinatal
Durante siglos, tener descendencia ha sido un hecho natural. El proceso de formar una familia se asocia a tradición y bendición, por lo que desde que se conoce que se espera un hijo se crea un vínculo afectivo. A eso se suman las nuevas tecnologías, que permiten tener un contacto con el hijo de forma muy temprana, lo que facilita el apego de los progenitores con la criatura en gestación.
En el apego, lo que va dando forma a la dinámica de la relación y el vínculo con el hijo desde mucho antes de nacer no es el peso ni las semanas de vida del bebé, sino la fantasía, la ilusión y la relación que desde el vientre se va formando. Así lo explica la psicóloga clínica y de la salud Karem González (@karemgonzalezc), directora de @lotuscentrointegral, quien sostiene que desde que hay embarazo, hay vínculo.
“En esta etapa los padres se encuentran fantaseando con el encuentro, con condicionar espacios de la casa, haciendo cambios personales, haciendo espacio para recibir a la nueva criatura”, dice. Esa es la razón por la que, cuando en lugar de dar vida toca afrontar una muerte, se hace tan difícil aceptar la realidad y seguir adelante. “El duelo perinatal constituye un serio impacto emocional ya que los padres se preparan para decir ‘hola’ y no un ‘adiós’”, refiere.
La especialista define el duelo como un proceso psicológico, fisiológico y social de adaptación a una pérdida significativa. La experiencia es única, individual e irrepetible, ya que dos miembros de una familia pueden tener reacciones muy distintas a la misma experiencia de pérdida. Este fenómeno atraviesa diferentes etapas o tareas antes de poder hablar de una aceptación y recomposición emocional.
En el caso del duelo perinatal, señala que es distinto a otras manifestaciones de duelo porque es silenciado, está envuelto en la vergüenza y la culpa. Es una pérdida discriminante, dice, ya que el apoyo se limita a la noticia de la pérdida y se centra en que la madre “esté bien y lo supere rápido”.
“Esta cosmovisión no facilita la elaboración de duelo en los familiares ya que intenta minimizar y silenciar el dolor, dejando invisibles a otras figuras importantes como el conyugue y los abuelos, quienes también son emocionalmente impactados”, expresa.
«Un hijo duele en cada etapa de la vida, y una madre es para siempre»Psicóloga clínica y de la salud
De acuerdo con González, la experiencia clínica demuestra que, tras la pérdida perinatal, la persona en duelo experimenta shock e insensibilidad, aturdimiento y dificultades para funcionar con normalidad. Siente añoranza y tiene conductas de búsqueda, con irritabilidad, labilidad emocional, debilidad y sentimientos de culpa. Finalmente, se produce una reorganización, en la que, sin olvidar la pérdida, se rehace la vida y se recupera la capacidad de disfrutar.
Si bien es cierto que la sociedad no valida este tipo de duelo, la experta en salud mental refiere que es importante que tanto la madre como los acompañantes sientan la libertad y el derecho a expresar su malestar, hablar del tema facilita la correcta elaboración de duelo y trabajo emocional. Aconseja participar de grupos de apoyo para el duelo, así como que las familias reconozcan la pérdida como algo importante y que puedan habilitar rituales de despedida y recuerdo que faciliten la transición hacia la aceptación.
A las madres en duelo y acompañantes, González sugiere buscar ayuda profesional para hacer del proceso más llevadero, ya que hay espacios creados para el abordaje y entendimiento de este dolor. “Desde Centro de Atención Integral Lotus y la Asociación Dominicana de Psicología Perinatal ofrecemos nuestros servicios de atención terapéutica y formación para seguir visibilizando y reconociendo la necesidad de atender la salud mental perinatal”, concluye.