Marcia Castillo, la neuróloga dominica que ama la escritura
La doctora Marcia Castillo es una especialista dominicana en neurología e investigadora en el área de las neurociencias con más de 15 años de experiencia.
Con el tiempo encontró en la lectura y la escritura una especie de catarsis y en los últimos años ha combinado la profesión con el ejercicio de escribir.
Su debut ha sido «Solo voy por café», un interesante libro de cuentos que ha relanzado y que se encuentra disponible en Amazon y las librerías Mamey y Solano y fue publicado bajo el sello de editorial Santuario.
La doctora neuróloga sumerge al lector entre lo ‘normal’ y lo ‘desquiciado’ y abre una puerta infinita dentro del cerebro humano. En el libro, que consta de 20 cuentos, se encuentran los títulos como “La muerte es cosa seria”, “Cuerpo ajeno”, “Chino W” y “María la O”.
En una visita a Diario Libre, Castillo presentó sus recientes publicaciones. Detalla en la entrevista con este medio que los últimos tres cuentos de “Solo voy por café” son relatos compuestos, como si fueran tres cuentos encontrados tipo saga.
Hay mucha ficción de campo por lo que muchas historias tienen un corte costumbrista en los que Marcia Castillo recuerda su terruño de nacimiento (1976) en Sánchez, Samaná.
Aparecen personajes rurales como zángano, galipote. “Solo voy por café es un libro muy ecléctico”, destaca.
Pasión por escribir
¿En qué momento de su vida decide sacar tiempo para la escritura? Es la pregunta obligada a la doctora y autora Marcia Castillo. Su respuesta es que la literatura ha servido como una especie de escape. “La vida de un médico es un poco cuesta arriba (ríe)”.
En el relanzamiento de su ‘opera prima’, Castillo comenta a DL que hay una mixtura de cuentos que se ahonda mucho a la psiquis humana. O sea, y como bien dices, hay mucho de mi experiencia. Hay cuentos que retratan ese lado oscuro de las historias que no se cuentan, de la entre historia”.
Por ejemplo, -continúa hablando- hay cuentos que retratan esa fractura de la infancia que luego se traslada a ciertos comportamientos en la adultez, que nosotros a veces nos olvidamos.
Expresa que la gran escritora española Ana María Matute, “la eterna niña de los cabellos blancos”, decía que a menudo la infancia es la etapa más larga de la vida.
En el plano de la neurología habló de forma breve de la mente, que es la estructura triangular de la teoría de Sigmund Freud.
Está el Ello, las expulsiones primitivas del hombre, “lo que nosotros opacamos detrás de la famosa sombra del tal yo. Luego está el Yo (nuestro ente psíquico que nos mantiene estable) y después el Super Yo, este último es las normas morales, el rector moral, ese freno que nos dice – eso no lo puedes hacer-. Dentro de todo ese eje estamos nosotros manteniéndonos el día a día. Y puede que llegue el momento que esa condición frontal se nuble y nos haga hacer cosas malas o moralmente indebidas”.
Somos réplicas de esos patrones
Y en tenor, entrando en la psiquis que aborda propio libro, Marcia Castillo, la neuróloga y escritora, afirma que somos réplicas o patrones de esas edades entre los 3 y 8 años desde el punto de vista de la psicología y la parte psicoconductual.
Sobre “Solo voy por café” detalla que son muchos cuentos. Algunos tienen mucha ficción y otros son “cuentos contados por otras personas de mi pueblo”, es decir, una mirada a esas experiencias de su entorno o que la propia profesión le ha permitido conocer.
“Otros cuentos tienen un gran corte humanista y social. Claro, un cuento no es para aleccionar, un cuento es lo que lo que sale, pero también quiero siempre tocar ese tejido neurálgico de la parte social, de la parte humana y la crítica también de los comportamientos de los que están ocupando también ciertos puestos sociales”, señala.
Aclara que el libro no es un compendio de psicología ni de psiquiatría. “Lo que sí han dicho las personas que lo han leído es que al estar contados en primera persona y tener casi todos los cuentos finales abiertos es que, de alguna forma, se sienten muy comprometidos con los personajes”, explica.
Menciona el primer cuento, Pastillas mágicas, que relata la historia de un niño que está esperando a su padre que se va de la casa.
“El niño empieza diciendo que ahora es el hombre de la casa porque su padre se va. Toda la historia está detrás de un niño que se está erigiendo como un hombre antes de tiempo”.
Por eso Marcia Castillo reitera que muchas personas se sentirán identificados por situaciones de la vida que tocan de una manera muy profunda a quien lo vive.
Poemario Vasija rota
Otra producción literaria es el poemario Vasija rota y lo define como una especie de maridaje entre el fuego y el agua.
Ella debuta en la poesía. “La poesía a veces sale como un acto vomitivo. Te lastima y hasta que no lo escribes no te deja dormir”, reflexiona.
Es tan apasionante este género literario que puede tener un efecto contrario en ciertos cultores.
“La poesía te puede consumir, hay muchos poetas que se han consumido en la poesía. Por ejemplo, los llamados poetas malditos que han hecho cosas indecibles… tratando de encontrar la forma más cruda de sacar lo que ellos entienden que es su poesía cruda y verdadera”, analiza.
He aquí, para ella, la diferencia entre poesía y narrativa: “La poesía te puede ayudar a ascender de una manera muy clara y luminosa, pero también te puede meter a los más hondos abismos. Eso no pasa en la narrativa, que puede ser discursiva y esclarecedora”.
Llama la atención el nombre que iba a tener el libro antes de Vasija rota y era La poesía no sirve para nada.
Según Marcia Castillo, además de un título controversial se dio cuenta que había varios poemarios con este encabezado.
Eso se llama criptomnesia, término acuñado por el psicólogo Theodore Flournoy (1854–1921) que significa la existencia de recuerdos ocultos en la conciencia.
De su formación
Neuróloga de profesión, Castillo cursó la carrera de Medicina en la Universidad Central del Este (UCE) en San Pedro de Macorís y luego hizo la especialidad en Medicina interna y más adelante Neurología en el hospital Salvador de Gautier.
Cuenta que posteriormente se fue a hacer un entrenamiento especial en Parkinson y movimientos anormales en las Antillas Francesas.
“También nos abocamos en otras condiciones como Alzheimer, demencia frontotemporal”, detalla la doctora que tiene 15 años de graduada en neurología.
Con todos esos conocimientos brinda en República Dominicana sus servicios en neurología en general con la subespecialidad en Parkinson, movimientos anormales y otras enfermedades degenerativas.
Funge, además, como profesora adjunta de la catedra de Neurogeriatría en el hospital Dr. Vinicio Calventi. Ha publicado numerosos textos en la revista Amigo del Hogar.
A futuro
La autora, que forma parte del colectivo CuentaRD, tiene contemplado seguir uniendo la ciencia y el arte con el propósito de darle importancia a cómo funciona el cerebro, la psiquis y tema y el trasfondo de la violencia y la ira.
En un futuro, planea escribir una obra de teatro o montar una de sus obras en escenas.
En definitiva, Marcia Castillo trae a colación lo que decía el considerado padre de la cuentística moderna, el ruso Antón Chéjov –La medicina es mi esposa y la literatura es mi amante-.
“Solo voy por café” está disponible en Amazon, en Librería Solano y en Librería Mamey. También se puede solicitar en sus redes sociales.
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