Ocho claves para entender la investigación de ‘Los archivos policiales de Xinjiang’
Decenas de miles de fichas policiales, fotografías del interior de centros de confinamiento y documentos oficiales del régimen chino a los que ha tenido acceso EL PAÍS ponen por primera vez rostro a la represión que China ejerce contra la población uigur de Xinjiang y ofrecen una nueva muestra de la magnitud del sistema carcelario instaurado en esta región y la paranoia que guía las políticas de Pekín contra las minorías étnicas. Estas son las claves de Los archivos policiales de Xinjiang, una investigación periodística que se publica este martes de forma simultánea en 11 países:
1. ¿Qué son ‘Los archivos policiales de Xinjiang’?
Son decenas de miles de fichas policiales, fotografías, documentos oficiales y transcripciones de discursos de altos cargos del Partido Comunista de China (PCCh) a los que ha tenido acceso EL PAÍS. La filtración es de especial relevancia porque los documentos comprenden todos los niveles administrativos, desde las órdenes de secretarios del partido a los protocolos de policías locales, con instrucciones detalladas sobre cómo operar en los campos de reeducación. El archivo fotográfico aporta también información inédita, ya que es la primera vez que los nombres de personas internadas tanto en los llamados centros de reeducación como en prisiones o centros de detención (para arrestados que esperan condena) vienen acompañados de retratos tomados por las autoridades chinas.
Los ficheros contienen, además, imágenes del interior de las prisiones y los campos de reeducación. Por último, la investigación Los archivos policiales de Xinjiang ha analizado documentos oficiales basados en la transcripción de discursos de altos cargos como Chen Quanguo, secretario del PCCh en Xinjiang en el periodo 2016-2021, o el ministro de Seguridad Pública, Zhao Kezhi. Estos pronunciamientos mantienen una naturalidad inusual en relación con documentos oficiales del régimen, probablemente por tratarse de transcripciones de comparecencias verbales. Las palabras de los dirigentes comunistas reflejan la consideración que Pekín tiene hacia los uigures, criminales peligrosos contra los que se puede disparar a matar si atentan contra centros de confinamiento o emprenden la fuga.
2. ¿Quiénes son los uigures y por qué hay una represión contra ellos?
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Los uigures forman parte de un grupo étnico de raíces túrquicas, localizado mayoritariamente en la franja occidental de China y Asia Central. Se calcula que unos 11,6 millones de uigures viven en la región autónoma de Xinjiang, una zona de vital importancia en la nueva ruta de la seda planificada por Pekín, junto a 10,9 millones de han y a otras minorías étnicas. En el resto del país, la inmensa mayoría de los ciudadanos son de la etnia han. Pero a ciudades uigures y han no solo les separa la geografía, sino también la cultura, las costumbres, los rasgos faciales y especialmente la religión, ya que la mayoría de los uigures profesa el islam.
Desde 2017, China se ha embarcado en una campaña de encarcelamientos masivos de uigures a la que los expertos se refieren como “la más intensa campaña de reingeniería social y coercitiva desde la Revolución Cultural”. Con ella, Pekín ha culminado la política activa de asimilación ideológica y marginalización de esta minoría étnica que practicaba desde hacía años. Fruto de esta discriminación histórica, algunos grupos de uigures han mantenido un discurso separatista —aluden a Xinjiang como Turquestán Oriental—, que en ocasiones ha derivado en movimientos violentos y atentados. En 2009, graves altercados entre uigures y han provocaron la muerte de unas 200 personas. Desde los atentados del 11-S en Estados Unidos, China ha aprovechado el discurso de la guerra contra el terrorismo para vincular a los uigures con el extremismo islamista.
3. ¿Quién o quiénes están detrás de la represión en Xinjiang?
En mayo de 2014, un atentado en Urumqi, la capital de la región, causó la muerte de unas 50 personas. Ese mismo mes, el régimen de Xi Jinping, máximo exponente del poder en el Gobierno del país y en el PCCh, lanzó en Xinjiang la campaña Golpe fuerte contra el terrorismo violento. Aunque no sería hasta agosto de 2016 cuando Chen Quanguo llegó a Xinjiang como secretario general comunista de la región, cuando se aplacaron los brotes de violencia. Los analistas señalan a Chen como el ideólogo del sistema de represión en Xinjiang a través de la vigilancia electrónica y el adoctrinamiento en centros de internamiento. Los archivos policiales de Xinjiang contienen las transcripciones de dos discursos de Chen.
4. ¿Qué son los campos de reeducación?
Desde al menos 2017, cuando China intensificó su campaña de detenciones masivas contra los uigures, muchos de ellos han sido internados en lo que Pekín denomina eufemísticamente “centros de educación ideológica y entrenamiento profesional”. Según el Gobierno chino, son residencias que los “estudiantes”, como denomina a los internos, pueden abandonar cuando deseen. Sin embargo, la información contenida en Los archivos policiales de Xinjiang ratifica que son campos de internamiento donde Pekín culmina el adoctrinamiento y asimilación de los uigures, internados sin garantías judiciales y obligados a aprender y utilizar el chino mandarín, renunciar a lo que consideran “pensamiento extremista” y someterse a la propaganda del PCCh. Antiguos detenidos hoy en el exilio han denunciado la práctica de torturas, abusos sexuales y esterilización de mujeres en estos centros.
Hasta la fecha, la cifra de ciudadanos internos en centros de reeducación en Xinjiang consensuada por académicos y periodistas, y defendida por la ONU, rondaba el millón. Un número quizá muy conservador a tenor de lo expresado en uno de los discursos políticos más reveladores incluidos en la filtración. Se trata del pronunciado por el ministro de Seguridad Pública, Zhao Kezhi, en su visita a Urumqi, el 15 de junio de 2018, y clasificado como “documento secreto”, donde cifró en dos millones los ciudadanos en todo Xinjiang “influenciados” por el independentismo, más otros dos millones en el sur de la región movidos por el extremismo religioso.
5. ¿Qué se sabía de la vida en los campos antes de ‘Los archivos policiales de Xinjiang’?
Esta investigación se une a otra media docena que desde el año 2019 y gracias a testimonios de huidos, documentos confidenciales e imágenes satelitales tratan de dar prueba de la existencia de los campos de confinamiento y la magnitud de la campaña de represión sistemática hecha por el régimen comunista contra las minorías de Xinjiang. Lo novedoso de esta filtración, además de ser la que incluye un mayor número de documentos, es que por primera vez permite conocer el rostro de los detenidos, así como las órdenes y prácticas relacionados con la represión en todos los niveles de la Administración china.
6. ¿De dónde vienen los documentos?
Los archivos policiales de Xinjiang han sido obtenidos por una fuente anónima externa a través de sofisticadas operaciones de intrusión en los sistemas informáticos operados por la Oficina de Seguridad Pública (OSP), la policía china, en los condados de Konasheher, localizado en la prefectura de Kashgar, y Tekes, en la prefectura de Ili Kazakh. El responsable de este pirateo, que prefiere mantenerse en el anonimato por motivos de seguridad, ha actuado por iniciativa propia, sin condiciones ni mandato de ninguno de los investigadores.
7. ¿Cómo se han verificado los documentos?
El académico alemán y experto en el análisis de las políticas de opresión china en Xinjiang Adrian Zenz, miembro de la Fundación en Memoria de las Víctimas del Comunismo, ha trabajado en la verificación e investigación de los documentos en colaboración con 14 medios de comunicación de 11 países. Además de EL PAÍS, han participado la BBC (El Reino Unido), USA Today (Estados Unidos), Der Spiegel (Alemania), Politiken (Dinamarca), Le Monde (Francia), Mainichi Shimbun (Japón), el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), Bayerischer Rundfunk (Alemania), L’Espresso (Italia), NHK (Japón), Finnish Broadcasting Company YLE (Finlandia), Dagens Nyheter (Suecia) y Aftenposten (Noruega).
8. ¿Cuál ha sido la reacción del Gobierno chino a esta filtración?
El Gobierno de Xi Jinping no ha respondido hasta el momento a las preguntas del grupo de periodistas que han trabajado en la investigación en relación con el contenido de Los archivos policiales de Xinjiang. El cuestionario fue enviado al Ministerio de Asuntos Exteriores chino y las embajadas de los países participantes.
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