Merkel defiende el inicio «más lento» de las campañas de vacunación en Europa
Angela Merkel defendió este lunes el inicio «mas lento» que en otras partes de la campaña de vacunación contra el COVID-19 en la Unión Europea, en medio de las críticas en su país y en la región.
La canciller alemana reiteró asimismo que todos los alemanes adultos, o sea 73 millones de personas, serán vacunados «de aquí a fines del verano» boreal.
«Es cierto que fue más lento en algunos puntos, pero también hay buenas razones para que sea así», aseguró luego de una cumbre de cinco horas con los jefes de gobierno regionales alemanes, representantes de la Unión Europea y grupos farmacéuticos.
Merkel explicó la tardanza porque, a diferencia del Reino Unido por ejemplo, los europeos eligieron no dar autorizaciones de urgencia para la primera vacuna disponible, la de Pfizer/BioNTech, o las siguientes, Moderna y AstraZeneca.
La razón es la necesidad de garantizar la fiabilidad de los productos y así ganar «la confianza» de los ciudadanos en las vacunas.
«Durante mucho tiempo luchamos», especialmente sobre el asunto de la responsabilidad de los laboratorios en el respeto de los plazos de entrega, reiteró la canciller.
«Comprendo la decepción» de la población, señaló Merkel, «pues todos pensaron que dado el volumen de los pedidos» de vacunas, éstas «llegarían más rápido».
La cumbre sobre la lucha contra el COVID-19 se realizó el lunes en Berlín bajo la presidencia de Merkel, al mismo tiempo que crecen las críticas contra su gobierno y la Unión Europea ante la lentitud de las vacunaciones.
El ministro de Salud, Jens Spahn, advirtió que no había que esperar milagros de la reunión. «Una cumbre no producirá más vacunas por sí misma», declaró.
Las discusiones se iniciaron con noticias positivas, al comprometerse varios laboratorios a acelerar su producción de vacunas.
El laboratorio alemán BioNTech prometió este lunes entregar en el segundo trimestre a la UE hasta 75 millones de dosis de la vacuna desarrollada con el estadounidense Pfizer. Los dos socios esperan «aumentar los suministros a partir de la semana del 15 de febrero».
Poco después, el gigante farmacéutico alemán Bayer aseguró que producirá a partir de 2022 la vacuna contra el coronavirus que está desarrollando la compañía del mismo país CureVac, actualmente «en vías de certificación» según el ministro de Salud de Alemania, Jens Spahn.
El objetivo de la compañía es producir 160 millones de dosis en 2022. Esas capacidades se suman a una producción en la red existente de CureVac de 300 millones de dosis este año y 1.000 millones en 2022, explicó Franz-Werner Haas, presidente de CureVac.
La víspera, la presidenta de la Comisión europea Ursula Von der Leyen indicó que el laboratorio anglo-sueco AstraZeneca, que ha generado un fuerte descontento entre los dirigentes europeos por los retrasos de producción registrados, aumentará en 30% en el primer trimestre las entregas de su vacuna, autorizada el viernes en los mercados europeos.
– «Fracaso» de la UE –
El objetivo es intentar dar un golpe de acelerador a la campaña de vacunación, que avanza lentamente en Alemania, y en muchos otros países europeos.
La prensa alemana criticó el lunes sin piedad a la UE, acusada de haber encargado demasiado tarde las vacunas y de haber mal negociado, en especial con AstraZeneca.
Europa registra actualmente un balance de inoculación inferior al de Reino Unido, y los partidarios del Brexit ven en ello la confirmación de la buena decisión para el país de haber abandonado la UE.
Se trata «de una declaración de fracaso para Bruselas, una prueba de incapacidad de los 27 Estados miembros» critica el diario popular alemán Bild.
«¿Cómo se puede, en la crisis más grave desde la segunda guerra mundial, descuidar hasta tal punto el suministro de vacunas?» se pregunta por su lado Der Spiegel.
Ursula von der Leyen está especialmente en la línea de mira, y algunos, como el partido de extrema derecha alemán AfD, exigen que deje el cargo.
El caos actual fragiliza también a la canciller Merkel, a pocos meses de las elecciones legislativas de septiembre.
Su alto nivel de popularidad, así como el de su partido conservador, reposaba en gran parte en una gestión considerada eficaz contra la pandemia, a la que Alemania resistió relativamente bien durante la primavera boreal pasada, antes de ser duramente golpeada ahora por la nueva ola del coronavirus.