Apagones eléctricos han comenzado a molestar a la población
El problema de los apagones ha comenzado a molestar a la población, que no ha reaccionado nada bien a la explicación oficial y pide a gritos que la situación sea resuelta, pues bastante sufre ya con los altos precios.
El gobierno afirma que una conjunción de factores, entre ellos la salida de plantas y líneas por mantenimiento, ha provocado un déficit en el servicio, por lo que se espera que la situación sea resuelta en poco tiempo.
Ojalá que así sea y que los apagones que se registran en diversos puntos del país sean corregidos tan pronto esos procesos de mantenimiento finalicen, porque, de lo contrario, la piña se le pondrá agria al gobierno.
No pocos grupos populares han comenzado a calentar las calles de sus comunidades para dejar claro su malestar con la inestabilidad en el servicio eléctrico.
Si bien no hablamos que ni los apagones ni las protestas están a un nivel generalizado, lo cierto es que los dos comienzan a sentirse más de lo habitual y a ser tema de discusión en la agenda pública, lo cual debe preocupar al presidente Luis Abinader.
La presente administración, ya casi a la mitad de su periodo, sabe que el tema económico a nivel popular es la clave para su reelección y que de nada servirán los logros de control macroeconómico, sino se traducen en la vida diaria de los votantes.
Entre los ciudadanos se ha instalado la peligrosa percepción de que el gobierno es el responsable de las alzas en los precios de los artículos de primera necesidad, una situación que se debe adjudicar en realidad a la economía global, la cual impulsa la inflación.
El gobierno, a pesar de todos los intentos, no ha podido convencer completamente al pueblo sobre lo que ocurre con los precios. Ha hecho lo que cree prudente, pero es evidente que no ha sido suficiente.
Si ahora se crea la percepción de que hay apagones generalizados y el precio de la energía sigue para arriba, Abinader tendrá un problema serio, tanto que podría comprometer su reelección.