No será fácil tranquilizar a Leonel
No será fácil tranquilizar al toro miura de la Fuerza del Pueblo, y no solo por su acometida, sino porque la alcahuetería política le prestará pezuñas.
Así tendrá mayor fortaleza, rascará mejor la tierra y su impulso será superior. Aunque todo dependerá del torero y del público en las gradas.
Con el primer pase hubo un olé, pero nunca se sabe hasta que se cortan orejas y rabo. Una verdadera hazaña.
La primera alzada será ante la misma Junta, que difícilmente se desdiga, pues se la tiene bajo acecho, y si cambiara de opinión, se pensaría que parte de un plan. El decir que no para después que sí.
Los seguidores de Leonel no confían tanto en esa vía, como sí en el Administrativo, otra jurisdicción y composición distinta.
Además del Constitucional, que es pócima sagrada.
Los aprestos serían de rebelión contra el organismo, solo que con la dificultad de las consignas, pues existe lo general, pero también lo particular.
La sal no será tanta como en presupuestos anteriores, y a lo exiguo se agrega la discriminación de los porcentajes, que en la ocasión crea privilegio.
Si el 80 está mal, peor el 12 o el 8 que ni para compra en Inespre.