Velan restos de hombre ultimado para asaltarlo en SDE
Como un hombre entregado sin medida, padre ejemplar, buen hijo, trabajador, excelente amigo y vecino, así recordarán los familiares y allegados a Rafael Gerónimo Navarro, quien murió este martes tras recibir el pasado sábado un disparo en la cabeza durante un atraco frente a su madre en el sector Brisas del Edén de Alma Rosa I, municipio Santo Domingo Este.
Frente a su ataúd la señora María Rosario, madre de Rafael, lloraba desconsolada sin hallar explicación por la muerte de su hijo, recordando que les suplicó en reiteradas ocasiones a los desaprensivos que no lo mataran.
El padre del fallecido, Rafael Navarro, expresó que su hijo siempre fue valioso y dedicado en todas las cosas que tenía en mente, que en sus 41 años de edad nunca presentó problemas con la justicia y que fue alguien de bien para todos lo que le rodeaban.
Su hermana Marielis dijo entre lágrimas que fue un buen hijo y que justo ayudando a su madre “me lo mataron”. Piensa que no hay justicia en el país y que muchos tienen que pagar siendo inocentes.
“Siempre tenía un consejo para mí, siempre fue responsable. Hoy pudo ser mi hermano, mañana otro, la Policía no está haciendo nada, la delincuencia está acabando. Rafael era un ciudadano bueno, trabajador, no hacía lo mal hecho y mira como me lo mataron, no merecía morir así”, manifestó entre llantos Marielis Navarro.
Para la familia Navarro era como una novela y hechos aislados estos casos de violencia y delincuencia que afectan a República Dominicana, hoy en día expresan: “Nunca pensamos vivir esta realidad y este dolor”.
Rafael Navarro “se quitaba el pan de la boca para dárselo a los demás”, según comentó uno de sus sobrinos, quien aseguró que no permitirán que su muerte quede impune y que las autoridades se crucen de brazos.
“Yo conocí el respecto por Rafael, yo conocí lo que es valorar los momentos importantes de la vida y que nunca vamos a compartir de nuevo. Un tipo como Rafael no se volverá a ver, ese tipo de ser humanos ya no hay”, dijo su amigo Víctor Santos.
El padre de Rafael entiende que la Policía Nacional ha sido “muy negligente” en brindar apoyo a la ciudadanía y que se venden “por unos pesos” al primero que le ofrece dinero.
Entiende que la institución del orden “no sirve” y que para que pueda funcionar como tal, hay muchas “cabezas que cortar”, empezando por quienes las rigen.
El señor Rafael Navarro entiende que a su hijo no lo mataron los delincuentes, sino el Estado dominicano por tener desprotegida a la población.
«A mi hijo lo mato el Estado dominicano, porque el Estado está para protegernos y no lo está haciendo, no la delincuencia, el Estado”, dijo entre su dolor.
Los familiares de Rafael Navarro (fallecido) esperan que se haga justicia y que el presidente Luis Abinader tome medidas con las autoridades policiales que “supuestamente protegen el país”.
La víctima es velada en su residencia del sector Brisas del Edén de Alma Rosa I y será sepultado este viernes en el cementerio Cristo Salvador, del distrito municipal de San Luis, Santo Domingo Este.
Se trata de Rafael Gerónimo Navarro, de 41 años, quien había salido con su madre a llenar el tanque de gas de su casa, luego fue a comprar cena y cuando regresaron a la vivienda de su progenitora, él decidió devolverse para buscar hielo y despedirse de su padre. Cuando estaba a punto de entrar a su vehículo, llegaron dos hombres en un motor diciéndole “que entregara todo”.
Luego, según explicó su madre, a pesar de que Rafael entregó lo que tenía, incluyendo un arma de fuego, le propinaron golpes y entró desorientado al carro vociferando “un ladrón, un ladrón”, y en ese momento los desaprensivos se devolvieron “y le cayeron a tiros, pegándole uno en la cabeza”.
El señor Rafael Navarro dejó cuatro hijos en la orfandad, entre ellos, tres menores de edad. Hace dos años y medio se sacó la Loto (15 millones de pesos), con los que logró construir unos edificios y tener un negocio de comida en el mismo sector.
Amigos y vecinos manifestaron que Rafael fue «tan bondadoso» que cuando le entregaron el dinero ganado repartió una buena cantidad entre los comunitarios del sector y personas que se mantenían a su lado.
«Él repartió ese dinero a la gente, ese hombre fue más que bondadoso, con él descubrimos ser gente de verdad», comentó uno de los vecinos.