Enrique Bunbury, de vuelta a la nostalgia en show virtual
El cantante, compositor y músico español Enrique Bunbury se reencontró con sus fanáticos de forma virtual en su concierto streaming por paga para todo el mundo la noche de este sábado 23 de enero del 2021.
El show se convirtió en una noche de nostalgia para los amantes del rock y fue la ocasión idónea para que Bunbury presentara en directo y por primera vez sus últimos trabajos del 2020: Posible y Curso de levitación intensivo.
En estas producciones discográficas ha evidenciado que si bien no ha podido actuar frente a su público por la pandemia, ha aprovechado ese tiempo dejar salir su genio creativo.Negado a “regalar el arte” y añorando los aplausos del público en directo se dejó llevar por el momento en la modalidad de conciertos por paga, que se disfrutó en República Dominicana en el sitio web www.smartTicket.com.do, cuya comercialización en el país se hace a través de la empresa promotora BigStarSD.
El espectáculo: repaso de éxitos
Con una iluminación tenue con un escenario decorado con pisos de vinilo en blanco y negro y banda impecable, justo a las 10:00 de la noche la sombra de Enrique Bunbury se dejó ver tras la cortina tocando el piano.
Entró al set vestido con conjunto morado al compás de sus acostumbrados movimientos de cabeza (y su pelo rizado), el distintivo movimiento corporal a lo rock and roll que recordó su época como vocalista de la mítica banda Héroes del Silencio.
“Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti” y “El precio que hay que pagar” fueron de sus primeras canciones.Un toque de romance, filosofía y añoranza distinguieron las interpretaciones.Siguió con “Ven y camina conmigo”, “Las palabras”, “Deseos de usar y tirar”, “Cuna de Caín”, “Despierta”, “De todo el mundo”, “Hombre de acción”, “Parecemos tontos”, “Infinito”, “Los habitantes”.
A una hora del show se puso la guitarra y empezó a tocar los acordes de los versos “Sabemos agradecer a pesar de lo vivido, porque de todo comienza a ser ya mucho tiempo, porque quien encontró el amor no lo buscaba tanto”. Se trató del tema “Porque las cosas cambian”.Llegaron otros clásicos como “La actitud correcta”. Ya entrando a la dosis de Héroes del Silencio Bunbury entregó “Deshacer el mundo”, de la que se desprenden las famosas notas “He dicho que no mires atrás porque el cielo no es tuyo”.
Pero no se quedó ahí y volvió a llevar al público desde sus casas al pasado con el éxito “Que tengas suertecita”, una mezcla de pop con toques de la guitarra en el flamenco y la ranchera.
Allí hizo uso de su famoso sombrero y lentes de aviador.
En el tema “El extranjero” dijo: “Me marcho y no pienso en la vuelta, tampoco me apena lo que dejo atrás… donde quiera que estoy extranjero me siento”.
Bunbury fue a cantar y se mostró muy inspirado. Quizás por eso no fue muy conversador, pero dejó claro lo agradecido que estaba. “Hemos montado el escenario como si estuvieran aquí presente. Gracias a los técnicos que hicieron esto posible hoy podemos comunicarnos aunque estén a miles de kilómetros de distancia”, expresó en su intervención.
Aunque lamentó no sentir los aplausos “de ahí a ahí” el cantante deseó que disfrutaran en casa como si fuese un concierto multitudinario.Pasada hora y media de muchas canciones, un audio simuló la llegada de personas a la luna, minutos después regresó al escenario a cantar “Lady blue”, cuyo videoclip del año 2002 tiene un aire futurista.
“Desde aquí esta distancia y yo estoy tan sólo, las estrellas se iluminan”, cantaba el rockero.
Otros de sus temas nuevos fueron “La gran estafa” (2020). Aquí el español hace alegoría del encierro. “Salir por la puerta que insensatez, echarme a los perros o echarme a correr… después de todo, uno vive en soledad. La gran estafa, la escena final, nuestras siluetas alejándonos”.
A las medianoche, tras dos horas y cinco minutos de puro rock, pop con algunas fusiones, Enrique Bunbury terminó con un “hasta siempre” y aplaudiendo por varios minutos por lo logrado en equipo. “Gracias por la paciencia, nos vemos pronto”, dijo.Se despidió con “Más alto que nosotros sólo el cielo”.
La banda estuvo compuesta por “Los santos inocentes”, como les llama, entre ellos Ramón Gacías en la batería, Quino Bejar en la percusión; Bajos y coros por Robert Castellanos, en los teclados Jorge Rebernaque, guitarra y coros Álvaro Suite y Jordi Mena, mientras que en el saxofón y coros estuvo Santiago Campo.