Águilas o Licey: el gran debate sobre cuál es la mejor franquicia de la pelota invernal dominicana
¿Son las Águilas Cibaeñas la mejor organización de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional?
Es una pregunta que surge luego del último campeonato conquistado por el equipo aguilucho el pasado lunes, cuando vencieron a los Gigantes del Cibao en un decisivo séptimo partido de serie final, la sexta ocasión que el conjunto campeón decide al máximo la obtención de su corona.
Las hazañas logradas por las Águilas están dejando entrever que es la organización más sobresaliente de todas las que compiten o han competido en el diamante.
Es necesario mostrar algunos aspectos del por qué de la interrogante, dado que el título del “más ganador” en la Liga, deberá ser engavetado nueva vez por su archirrival, Tigres del Licey, un lujo que décadas atrás lucía inamovible.
El sitio de Winterballdata realizó una tabla, en la que ofrece puntuaciones para todos los equipos y según el resultado, las Águilas es el de mejores resultados de todo el circuito liguero dominicano con un 46.477.
Aquí la tabla, cortesía de Winterballdata.com
De momento, lo que más le lleva el Licey a las Águilas son los títulos de Serie del Caribe, incluido cuando se trajeron el Monumento en el clásico de 2008.
Si es por resultados en el país ambos están a la par, pero la proeza de dominio de períodos por las Águilas, lo hace más dominante. Ambos, azules y amarillos se repartieron los títulos entre 1970 y 79, cinco para cada uno.
El resto de los equipos, no entran en el círculo de estos dos gladiadores, con la ligera ventaja, para elegir uno, por parte de…las Águilas.
Veamos algunos puntos que favorecen a las Águilas como mejor organización.
¿Punto de partida?
En la campaña de 1984-85, los Tigres reinaban en el escenario prácticamente solos. Tenían una ventaja de 13-8, sobre las Águilas, que en ese instante estaban igualados con los Leones del Escogido, también con ocho. Fue ese año que el Licey conquistó su título 13 al vencer a los entonces Azucareros del Este.
Esa campaña, las Águilas quedaban en el sótano con 21-39.
Si se quiere, ahí comienza la génesis de lo que más tarde fue el “boom”, que le dio un giro a esta organización, ya que ganaron los siguientes dos campeonatos de manera sucesiva.
Liderazgo
Cada equipo ha tenido sus respectivos líderes, los cuales han asumido su papel con responsabilidad.
En el caso de las Águilas demos un vistazo rápido:
Winston -Chilote- Llenas, Miguel Diloné, Stanley Javier, Félix Fermín, Tony Batista, Alberto Castillo, Luis Polonia, Julián Tavárez, para mencionar a los más sonoros.
En el paso de los años, fuera del Licey, el resto de los equipos ha carecido de líderes genuinos que defiendan su organización a morir, como es el estilo del juego cibaeño, un punto en el que también se equipara con los Tigres.
Después de ese grupo, se produjo un efímero vacío de liderazgo, un momento en el que los Tigres se alejan, en el pasado reciente, por dos campeonatos 22-20.
Ahora es el turno de Jonathan Villar, que se ha integrado a profundidad a este conjunto.
Buenos cambios
La gerencia aguilucha dio un giro a su organización con la adquisición de unos peloteros que fueron exageradamente determinantes para esta franquicia.
Antes de comenzar a mencionar, Miguel Diloné estuvo en las puertas del Licey y fue descartado por este conjunto.
Primero fue el cambio que envió a José Lima a los Leones del Escogido y que a cambio trajo a Domingo Martínez y Alberto Castillo.
Mendy López, quien fue el rey de los jonrones, hasta que lo desplazó Juan Francisco. Ni hablar de su aporte para títulos cibaeños.
En 1995, Víctor Mata y Juan Castillo llegaron a las Águilas, que cedieron a Joaquín Andújar, a los Tigres. Mata fue factor en los campeonatos de las Águilas 1985-86 y 86-87.
En noviembre de 1995, llegan Tony Batista y los lanzadores José Parra y Darío Veras, también del Licey, que reciben a Manny Martínez y Rafael Roque. Ambos salieron gananciosos, pero las Águilas disfrutaron más.
Para la temporada 200-01, Raúl Mondesí llega a las Águilas, que cedieron a Moisés Alou. El primero colaboró con los campeonatos de 2001-03, del equipo.
Rafael Furcal y el lanzador José García pasan a las Águilas, que ceden al jardinero Wily Mo Peña y al lanzador Eddy Valdez. Todos recuerdan el “Furcalazo” para darle el título a las Águilas (2008) en una final contra el Licey.
El factor Tejada
Alberto Castillo los reunía, pero Miguel Tejada era el “caballete” del equipo, con su bien ganado apodo “La Guagua”.
Junto a él estaban Luis Polonia, otro líder compartiendo protagonismo con Tejada y los lanzadores Julián Tavárez y luego José Lima, quien volvió a la organización. En ese grupo se une Guillermo García, uno de los bateadores de poder de más consistencia de las Águilas.
Pero Tejada, que cumplía una carrera de un real Grandes Ligas, no se guardaba los ánimos para seguir su ruta en la pelota dominicana, jugando en serio.
Ningún equipo, no solo de República Dominicana, sino del Caribe, ha tenido un jugador de nivel grado-A de en Grandes Ligas y que juegue por tantos años en el circuito invernal, incluido Serie del Caribe. Todo eso se registró en títulos.
El factor Grandes Ligas
El equipo que más fortuna ha tenido jugando con sus grandes ligas son las Águilas.
Tejada, Mondesí, Lima, Tavárez, para hablar del pasado reciente. Más atrás, Félix Fermín, Franklin Taveras, entre otros. Y recientemente, Carlos Martínez, Juan Lagares y Jonathan Villar. Todo eso habla de la identidad de esos jugadores con su organización.
Claro está, otros jugadores se han identificado con sus respectivos equipos, aun jugando en Grandes Ligas. Solo que ninguno como las Águilas.
El boom
Después de las Águilas hacerse de las campañas 1985-86 y 1986-87, para sumar sus coronas 9 y 10, se le van delante a los Leones. Pero el Escogido respondió con tres campeonatos de forma corrida.
Las cosas no pasan cómodas para las Águilas, luego que el Licey se adueña del cetro de 1991, para su corona 14 y el Escogido triunfa en el ’92 para obtener la 12.
Es aquí donde comienza a cambiar todo para las Águilas, que estaban fijadas en 10 títulos. Un período que ningún equipo en la Liga ha igualado y en el circuito invernal del Caribe, tampoco.
El espacio abarca desde la campaña 1992-93 a la de 2007-08.
¿Qué ocurrió aquí? En ese productivo período, el mayor para cualquier equipo del país y del Caribe, las Águilas conquistaron 10 campeonatos en 15 temporadas. Y dentro de ese espacio, entre las campañas 1995-96 hasta 2000-01 se llevaron cinco coronas en tan solo seis campañas.
Es aquí, en la de 2001, cuando las Águilas se igualan por primera vez con el Licey, cada uno con 16 cetros.
Se dan aquí una serie de repartición de títulos, entre amarillos y azules, hasta que en 2006-07, las Águilas empatan con 19 y en 2008-08, se convierte en el primer equipo en llegar a 20.
El Licey nueva vez toma el liderato para ponerse 22-20, para una vez más ver a su gran rival colocarse al mismo nivel, tan reciente como el pasado lunes, ambos ahora 22-22.