El Senado de Estados Unidos ultima el acuerdo para castigar a Rusia con sanciones sin precedentes
Pocas cosas en Estados Unidos salen adelante últimamente con el apoyo de republicanos y demócratas, pero la legislación que dará cuerpo a la que prometen será la mayor oleada de sanciones contra Rusia post Guerra Fría avanza en el Capitolio con apoyo bipartito. El senador Bob Menendez, presidente del comité de Relaciones Exteriores de la Cámara alta, señaló el domingo que el acuerdo para “la madre de todas la sanciones” —ante el creciente temor a la invasión rusa de Ucrania— puede ver la luz esta misma semana.
El grueso de las penalizaciones tiene una misión disuasoria, la de evitar que Moscú intervenga en la antigua república soviética, pero otras se podrían aplicar de inmediato en respuesta a acciones ya ejecutadas, como una serie de ciberataques que los aliados atribuyen al Kremlin, los intentos de desestabilizar al Gobierno de Kiev o las falsas agresiones que, según Estados Unidos, Vladímir Putin ha ideado contra las propias fuerzas rusas con el fin de construir un pretexto que justifique un ataque ruso a Ucrania.
“Pero las sanciones más devastadoras, las que acabarían por tumbar la economía rusa, y la ayuda letal [en referencia a armamento a Ucrania] que vamos a enviar, y que significa que Putin tendrá que decidir cuántos hijos regresarán a Rusia en bolsas de plástico, esas sanciones solo llegarán si decide invadir”, señaló Menendez el domingo en una entrevista en la cadena televisiva CNN sin ahorrarse crudeza alguna, en un tono muy diferente al que usan los aliados europeos de la OTAN. “Yo lo llamo la madre de todas las sanciones”, remachó.
Menendez, que apareció en televisión junto al número dos del comité, el senador republicano James Risch, justificó la dureza: “No podemos volver a tener un momento Múnich [en referencia a 1938, cuando los aliados cedieron parte de la antigua Checoslovaquia a Hitler pensando que evitaría la Guerra]. Putin no se parará con Ucrania si cree que Occidente no va a responder. Vimos lo que hizo en 2008 con Georgia y lo que hizo en 2014 con Crimea”.
Las sanciones que ultima el Senado estadounidense, al margen de las de los Gobiernos aliados de la OTAN, castigarán especialmente la deuda soberana rusa, es decir, la capacidad del país de financiarse en el exterior, y los bancos rusos, así como el suministro de semiconductores, crítico para el sector industrial. Además, reforzarán la capacidad armamentística de Ucrania. En paralelo, fuentes de la Administración de Joe Biden avanzaron este lunes que algunas de las sanciones irán dirigidas al círculo más cercano de Putin, oligarcas y familiares, que desempeñan algún papel en la toma de decisiones del Kremlin y en la desestabilización de Ucrania.
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
El sector energético suscita las mayores dudas. Los castigos pueden crear problemas a países europeos que reciben suministros de Rusia. En este contexto, Estados Unidos y Bruselas han iniciado conversaciones con países como Qatar como fuentes alternativas para capear la posible crisis. El presidente estadounidense, Joe Biden, recibe precisamente este lunes al emir catarí, Tamim bin Hamad al Thani, con dicho asunto sobre la mesa. Mientras, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aborda este lunes por primera vez el conflicto pese a las reticencias de Rusia, miembro permanente de ese foro, y que contaba con el apoyo de China para vetar la reunión alegando una cuestión de procedimiento.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.