El Prado se reordenará para dar más peso a las mujeres y ser «más inclusivo»
El Museo del Prado emprenderá una reordenación de su colección durante 2021, que afectará a la de pintura europea del siglo XVIII, las salas de Goya y la pintura del siglo XIX, esta última con un discurso completamente nuevo y con más peso de mujeres.
El objetivo de estas remodelaciones es, según el director del museo, Miguel Falomir, tener un Prado «más inclusivo».
La remodelación incrementará el numero de obras de mujeres y también incluirá obras de periodos históricos y países que tradicionalmente han estado fuera de la colección permanente.
El museo ha tomado esta decisión movido por el éxito de «Reencuentro», la exposición de su colección que preparó para la reapertura tras el confinamiento por la pandemia y que concentra sus obras maestras en la gran bóveda central.
El incremento de más obras de mujeres se concentra en el apartado del siglo XIX y algunas de ellas serán adquisiciones nuevas, aunque no ha desvelado más detalles.
En los últimos años, el Prado ha venido organizado exposiciones de mujeres artistas. Ahora mismo tiene en cartel «Invitadas», una muestra sobre arte oficial del siglo XIX y XX que ahonda en el discurso sobre la figura de las mujeres y que, pese a su compromiso, ha sufrido críticas por parte de algunos colectivos feministas, que creen que debería haber sido más ambiciosa.
En esta misma línea, el Prado creará una beca de investigación específica sobre mujeres artistas, convirtiéndose así en el primer museo español en hacerlo, ha subrayado Falomir, que ha presentado la programación de la institución para 2021.
Las salas dedicadas a Goya, que ahora mismo son tres, sufrirán también modificaciones, como la incorporación de obras europeas. Por el momento, el proyecto de unificarlos en una sola área está bloqueado ante la falta de espacio, pero cuando se inaugure el Salón de Reinos -que se prevé para 2025- se valorará una reordenación más profunda.
El museo también incorporará este año una nueva sala dedicada a la historia del museo y sus edificios, bautizada como «Prado 200», y recuperará la Galería Jónica del edificio principal para sacar de los almacenes 51 piezas de escultura clásica.
EXPOSICIONES TEMPORALES, APLAZADAS Y NUEVAS
Aunque 2021 se presenta como un año marcado por la austeridad, por una caída de los visitantes que actualmente ronda el 70 por ciento, el museo ha preparado una serie de exposiciones temporales, algunas aplazadas por la pandemia y otras completamente nuevas hechas con su propios fondos para no incurrir en grandes costes.
La más importante de todas es «Pasiones mitológicas», una exposición prevista para 2021 y coorganizada con la National Gallery, la National Galleries of Scotland y el Isabella Stewart Museum de Boston (EE.UU.), y que reunirá por primera vez en más de un siglo las seis «poesías» que Tiziano pintó para Felipe II.
La exposición cuenta con obras que habitualmente no se prestan y que lo han hecho para esta ocasión. La muestra viene de Londres, donde ha sido clausurada en dos ocasiones por la pandemia y será más ambiciosa que su versión inglesa, con obras de Rubens, Ribera, Poussin o Velázquez. «Es esfuerzo inédito», ha señalado Falomir.
A final de año llegará «Tornaviaje. Arte iberoamericano en España», otra gran exposición temporal pospuesta, y que abrirá una ventana al rico patrimonio artístico procedentes de América que conservan instituciones culturales, religiosas y particulares, en España.
«El mundo americano está ausente en el museo, ha llegado el momento de hacer esta exposición», ha dicho Falomir.
En el apartado de exposiciones hechas con fondos propios se encuentran «Marinus van Reymerswale», «El hijo prodigo de Murillo y el arte de narrar en el Barroco andaluz» y «Leonardo y la copia de Mona Lisa. Nuevos planteamientos sobre las prácticas del taller de vinciniano».
La de Van Reymerswale es un caso excepcional. El Prado atesora gran parte de la obra de este enigmático pintor flamenco dedicado a retratar personajes del ámbito financiero y que tiene en la del museo su primera exposición en solitario y su primer catálogo. «Estamos hartos de ver obras suyas en libros de historia y economía», ha dicho Falomir.
Habrá otras de pequeño formato, como la de las obras adquiridas con el legado de Carmen Sánchez, la desconocida maestra que legó todo sus bienes al Prado (800.000 euros -unos 968.000 dólares) para que la institución pudiera adquirir pinturas, y que Falomir está convencido de que le hubiera gustado a la maestra.
Falomir ha asegurado que el museo, que permaneció tres meses cerrados por la pandemia, no tiene un «plan B» ante un posible nuevo confinamiento, en cambio sí ha subrayado la excepcionalidad de que se mantenga abierto pese a las restricciones.
«Madrid es la única capital europea que mantiene una actividad cultural digna de renombre. A veces tendemos a ser extraordinariamente autoflagelantes con nosotros mismos -ha recalcado-, pero mis colegas americanos y europeos tienen envidia de que estemos abiertos».
Además de las pérdidas económicas, la pandemia generará desde luego «corrientes nuevas», sobre todo en la actividad digital que «va a intensificarse». Las ayudas de los fondos europeos, del que el Prado recibirá unos 5 millones de euros (unos 6 millones de dólares), estará vinculados justo a eso, al desarrollo de iniciativas digitales.
«La actividad digital va a ser cada vez más importante -ha recalcado-, pero no competirá con la presencial».