Buena noticia de las pensiones, pero…?
La Dirección General de Jubilaciones y Pensiones del Estado acaba de dar una buena noticia. Dice que desde el 2011 hay personas que han sido legalmente pensionadas, pero ocurre que, como el beneficiario no va a realizar la inclusión en nómina éstas finalmente no entran en vigencia y, por tanto, el beneficiario no acaba de recibirla.
Es una información que ofreció a Diario Libre, Juan Rosa, director de esa dependencia estatal; pero ¿qué ocurre?, recordemos que este es un país muy pobre, con personas de estrato social bajo o muy bajo que, por múltiples motivos, no reciben la información a tiempo.
Pienso en el caso de personas con bajos niveles de instrucción y estrato social, quizás son menos rigurosos en dar seguimiento a protocolos y procedimientos institucionales y en muchos casos carecen de un servicio de comunicación ágil. La buena noticia es que el director de Pensiones dijo que trabaja para enfrentar esa situación, mediante la instalación de un sistema para la notificación a los pensionados, especialmente a quienes reciben las llamadas pensiones solidarias.
Es cierto que, el tema de las pensiones se publica en el portal web de la institución para que la población se verifique, pero al parecer, hace falta algo más para que esos ansiados beneficios lleguen a los interesados.
“Poco o mucho”, ese dinero ayuda a la subsistencia de personas que se hallan en la etapa más difícil de los seres humanos, “cuando ya no se cuenta con empleos públicos ni privados”, y que, el mayor apoyo se recibe regularmente de la familia.
De acuerdo a las estadísticas del señor Juan Rosa, hasta el pasado diciembre el Estado tenía 117,259 pensionados civiles con 129,626 pensiones, lo que representaba un pago de nómina de RD$1,652.4 millones.
Mi esperanza es que, en breve plazo, cada dominicano que haya solicitado una pensión del Estado y que cumpla con las cotizaciones de rigor pueda recibir ese beneficio, y que en los casos en que falte una que otra cotización, el Estado asuma esa parte, “porque no podemos dejar morir de hambre a que dieron sus mejores años al trabajo, y por alguna razón esos documentos no aparecen” (…).