La CNN suspende a Chris Cuomo por ayudar a su hermano el gobernador a defenderse de las acusaciones de acoso sexual
La caída en desgracia del gobernador de Nueva York Andrew Cuomo por acusaciones de acoso sexual se ha llevado por delante a su hermano, el popular presentador de la cadena de televisión CNN Chris Cuomo. El periodista, que en su programa se inhibió de hablar de su hermano cuando empezaron las investigaciones para determinar si este había acosado a casi una docena de mujeres, ha sido este martes suspendido definitivamente por la cadena de información en continuo tras conocerse que desempeñó un papel clave en la estrategia de comunicación del veterano político.
El nivel de implicación del presentador en la campaña de tergiversación y ocultación de los hechos que costaron el puesto a su hermano ha terminado pasándole factura apenas 24 horas después de que el diario The New York Times publicase documentos que prueban los empeños del entorno de Andrew Cuomo de desviar la atención mediática del caso. El presentador fue acusado de acoso sexual en septiembre pasado por una exejecutiva de ABC News, por hechos que se remontarían a 2005.
“Confía en mí”, dijo presuntamente Chris Cuomo, de 51 años, a su hermano, doce años mayor. El conocido conductor de un programa informativo en horario de máxima audiencia participó, según el diario, en una reunión para definir estrategias y compartió con él al menos un consejo sobre una de las mujeres que acusaron al demócrata Andrew Cuomo de acoso sexual y conducta inapropiada. El gobernador, que rozó el éxito gracias a su gestión de la fase inicial de la pandemia, cayó en desgracia en tiempo récord. Otro escándalo sobre el maquillaje de datos de fallecidos por covid-19 en residencias de mayores del Estado acabó de rematar su carrera política.
Miles de páginas de nuevas pruebas y testimonios jurados publicados este lunes muestran hasta qué punto el exgobernador confió en un grupo de próximos, incluido su hermano menor, a la hora de diseñar estrategias sobre cómo desviar la atención y sobrevivir a una cascada de acusaciones de acoso sexual que finalmente acabaron engulléndolo. Abandonado a su suerte por el establishment demócrata, Cuomo presentó su dimisión en agosto pasado.
La estrategia de diversión comenzó tan pronto como se conoció el primer caso, el de la excolaboradora del gobernador Lindsey Boylan. Las pruebas conocidas este lunes exponen con todo lujo de detalles cómo el grupo de asesores, incluido Chris Cuomo, diseñó una estrategia encaminada a despistar la prensa, desacreditar a sus acusadores -no solo las mujeres, también políticos y funcionarios en Albany, sede del Gobierno estatal, muy críticos con el exgobernador- y controlar el discurso para mantenerse en el poder, una pretensión que día a día resultaba más insostenible a la vista del sinfín de testimonios que iban saliendo a la luz.
Tras discutir la legalidad de la medida, el grupo de consejeros acordó entregar a la prensa el expediente personal de Boylan, un informe en la que se la describe como una mujer desquiciada que intentaba sacar rédito político de la denuncia. Boylan concurrió, sin éxito, a las elecciones locales de la ciudad de Nueva York de junio por el distrito de Manhattan. Su versión fue milimétricamente puesta en duda por el entorno del gobernador, igual que los relatos que ofrecieron las siguientes víctimas. Los asesores también reclutaron a decenas de excolaboradoras de Cuomo para que suscribieran un artículo de opinión en su defensa.
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Conocidas las pruebas, la CNN realizó una “revisión exhaustiva” de los documentos que muestran el papel íntimo de Chris Cuomo como asesor de su hermano, mientras en las redes sociales el clamor en pro de la renuncia del informador iba en aumento. La conclusión de su empresa fue clara: Cuomo desempeñó un papel más esencial de lo que se pensaba, o él había dado a entender, inicialmente. En una declaración de seis horas ante los investigadores que tuvo lugar en julio, el periodista insistió en que nunca había manipulado la cobertura del caso ni engañado a otros colegas en beneficio de su hermano. “Cuando el caso empezó a acelerarse, mi hermano me pidió que estuviera al tanto”, dijo. También se definió como un “satélite” de los asesores formales de su hermano.
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