La minería, el ambiente y el desarrollo
Como actividad económica, la minería juega un papel crucial en países desarrollados y en vías de desarrollo. Su impacto en la generación de riquezas y su contribución al crecimiento salta a la vista. En los últimos años, los avances tecnológicos han transformado esta industria permitiendo que la extracción sea compatible con la protección del medio ambiente. Ha surgido la minería responsable, un enfoque que busca satisfacer las necesidades humanas de recursos minerales sin comprometer la sostenibilidad ambiental ni la calidad de vida de las comunidades afectadas. Este modelo plantea un equilibrio necesario: los recursos naturales son limitados y la demanda de minerales aumenta.
En el país, la minería, especialmente la producción de oro, es parte esencial de la economía, representando el 43 por ciento de las exportaciones. El sector genera divisas, empleos y, paralelamente, promueve el desarrollo de comunidades cercanas a las operaciones mineras.
La Barrick Gold, una de las principales empresas mineras que operan en el territorio dominicano, representa un caso emblemático. El enfoque correcto no debería ser obstaculizar sus operaciones, sino la exigencia de que estas se lleven a cabo bajo principios de responsabilidad social y sostenibilidad.
A las autoridades y la sociedad civil compete trabajar en conjunto para supervisar que la empresa cumpla con los estándares ambientales y sociales, garantizando que las comunidades locales se beneficien de manera tangible.
La minería responsable debe ser un motor para el desarrollo sostenible del país. Obstaculizar el desarrollo de esta industria sin un análisis fundamentado frena oportunidades de progreso. En cambio, exigir y promover prácticas sostenibles asegura que este sector contribuya al desarrollo de todos los dominicanos sin comprometer el medio ambiente ni el bienestar de futuras generaciones.