Notice: Function _load_textdomain_just_in_time was called incorrectly. Translation loading for the astra-sites domain was triggered too early. This is usually an indicator for some code in the plugin or theme running too early. Translations should be loaded at the init action or later. Please see Debugging in WordPress for more information. (This message was added in version 6.7.0.) in /var/www/vhosts/lasuperdiscoteca.com/httpdocs/wp-includes/functions.php on line 6114
La educación ciudadana para un mejor ciudadano

La educación ciudadana para un mejor ciudadano

La educación ciudadana para un mejor ciudadano

Es evidente que los dominicanos debemos mejorar nuestra conducta social si aspiramos a tener un mejor país, una convivencia armoniosa y una democracia con instituciones consolidadas.

La figura del buen ciudadano tiene una relevancia especial en países como el nuestro, que está en desarrollo, luchando por salir de la pobreza y enfrentando desafíos como las desigualdades económicas, instituciones débiles, corrupción y una infraestructura insuficiente. En este contexto, la conducta social refleja los valores individuales y se convierte, por lo tanto, en un pilar esencial para el progreso colectivo. Ser un buen ciudadano no se limita a cumplir las leyes; implica también un compromiso activo con la mejora de la sociedad.

En los países en desarrollo, donde la institucionalidad está en proceso de consolidación, el respeto a las normas legales y sociales es fundamental. Un buen ciudadano no percibe las leyes como restricciones, sino como herramientas que promueven el bien común. Esto incluye acciones como pagar impuestos, respetar las regulaciones urbanas, no invadir espacios públicos y obedecer las señales de tránsito.

Ser un buen ciudadano también implica colaborar con el bien común. No tirar basura en la calle, recoger los desperdicios después de actividades grupales o comunitarias y depositarlos en los lugares adecuados son ejemplos sencillos pero esenciales. El cuidado del entorno no es un lujo, es una necesidad.

Cuando las personas adoptan una actitud positiva, mostrando respeto, tolerancia y responsabilidad, además de ser proactivas y colaborativas, generan un efecto multiplicador que beneficia a toda la comunidad. Un buen ciudadano no se limita a esperar que el gobierno resuelva todos los problemas, sino que busca aliados para solucionar temas barriales en conjunto, mostrando respeto y cortesía hacia los demás.

Sin embargo, los buenos ciudadanos no nacen; se forman en el hogar, en la escuela, en la iglesia, en el trabajo, en las canchas deportivas y en múltiples espacios de interacción social. Es un proceso que se desarrolla a lo largo del tiempo y cuyos resultados se observan en el mediano y largo plazo.

Considero que una de las herramientas más eficaces para formar ciudadanos conscientes es la educación ciudadana, transmitida a través de los medios de comunicación escritos, digitales, radiales, televisivos, redes sociales, plataformas digitales, organizaciones comunitarias y clubes, entre otros espacios que puedan surgir.

La educación ciudadana es un componente esencial para el desarrollo social, político y económico de un país en vías de desarrollo, especialmente en uno con una educación pública de cuestionable calidad como el nuestro.

No se puede educar al ciudadano únicamente con campañas, como ocurre frecuentemente en nuestro país. Las campañas son transitorias, limitadas por un tiempo definido. Los programas, en cambio, tienen continuidad y permanencia.

El año pasado, propuse en esta misma columna un programa de educación ciudadana mediante la creación de La Hora Nacional, involucrando a todo el espectro radiofónico del país en un sistema de transmisión diaria de una hora, dividida en segmentos de menos de veinte minutos, para difundir mensajes producidos por profesionales bajo la sombrilla del Ministerio de Cultura. Para este tipo de programas existe colaboración técnica y económica disponible en organismos internacionales.

Aunque algunas personas se interesaron en la propuesta y se contactaron conmigo, no logramos avanzar más allá de las buenas intenciones. Es responsabilidad del gobierno impulsar una iniciativa de esta naturaleza, pero hasta el momento no he visto interés en ninguna de las áreas que podrían participar en este esfuerzo.

Reconozco lo que está haciendo el gobierno a través del Ministerio de Interior y Policía, bajo la dirección de Faride Raful, quien, con valentía y energía, estableció cierto control sobre la contaminación sónica que afecta a muchas familias durante las festividades navideñas con música estridente. Estas son acciones puntuales importantes, pero están lejos de crear conciencia ciudadana, un objetivo que requiere programas estructurados, medibles, auditables y revisables para garantizar su evolución continua.

Para comprender la imperiosa necesidad de un programa de esta naturaleza, basta con observar las cifras ofrecidas por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) en su informe consolidado de Navidad y Año Nuevo. Según el reporte, 42 personas murieron en accidentes de tránsito, el 76 % de ellas en motocicletas. Además, 838 personas sufrieron intoxicación alcohólica, de las cuales 73 eran menores de entre 12 y 17 años.

No podemos permanecer indiferentes ante el dramático panorama que reflejan estas cifras, especialmente en lo que concierne a los niños y sus familias.

La educación ciudadana es un imperativo.

About Author

WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE