Hamás resiste con unos 20.000 combatientes en Gaza a pesar de la muerte de sus líderes
Hamás mantiene su desafío frente a uno de los ejércitos más poderosos de mundo, a pesar de que Israel ha logrado en 15 meses de guerra descabezar su cúpula política, militar y policial. Al asesinato el pasado julio en Irán de su líder político, Ismail Haniya, le siguió el mismo mes en Gaza la muerte de Mohamed Deif, el jefe del brazo armado de Hamás, las Brigadas de Ezedin Al Qasam. Y en octubre fue abatido el jefe militar de la milicia, Yahia Sinwar, en Rafah, en el sur de la Franja. La semana pasada fueron asesinados también el jefe de la policía de Gaza, Mahmud Salah, y su ayudante. Sin embargo, el ejército israelí se ha visto forzado varias veces a combatir en zonas que ya dio por despejadas. Hamás aún posee cerca de un centenar de los 251 rehenes que secuestró el 7 de octubre de 2023 —aunque las autoridades del Estado judío estiman que con vida solo quedan alrededor de 70—.
El grupo mantiene desde hace varios días negociaciones indirectas con Israel sobre un alto el fuego que se desarrollan en Doha, con la mediación de Qatar y Egipto. El Gobierno de Benjamín Netanyahu quiere a cambio de ese cese de hostilidades la entrega de todos los rehenes, mientras Hamás reclama la retirada total de los militares israelíes de la Franja. Para respaldar sus demandas, Hamás cuenta con alrededor de 20.000 milicianos y una parte de su inmensa red de túneles aún intacta.
Antes del 7 de octubre, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estimaba que Hamás contaba con entre 25.000 y 30.000 combatientes, aunque Hamás nunca ratificó esas cifras. En la última semana, altos cargos del Gobierno israelí informaron a los miembros del Comité de asuntos exteriores y defensa del Parlamento de que el número de “terroristas” que operan en la Franja oscila ahora entre 20.000 y 23.000. De ellos, al menos 9.000 pertenecen a Hamás y el resto a otros grupos, como Yihad Islámica, según las mismas fuentes. Israel considera que casi la mitad de esos milicianos están organizados.
Hugh Lovatt, investigador principal del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), coautor de un estudio publicado el pasado diciembre en el que aborda la situación militar de Hamás, señalaba en su trabajo que el grupo ha reconocido la pérdida de entre 6.000 y 7.000 miembros, tanto de sus alas armadas como de su parte civil. “Esto se corresponde con las cifras facilitadas con Israel. Pero cualquier celebración israelí puede ser inoportuna”, advierte el analista.
Lovatt asegura, mediante un intercambio de mensajes por correo y teléfono, que Hamás sigue manteniendo su liderazgo militar y político, a pesar de las pérdidas significativas. “Todavía cuenta con una oficina política con sede en Doha. Tras la muerte de Haniya y Sinwar, Hamás ha adoptado un modelo temporal de dirección política integrada por cinco miembros. Pretende mitigar así el efecto de futuros asesinatos israelíes”. Respecto al liderazgo militar, el analista señala que ahora está en manos de Mohamed Sinwar, hermano de Yahia Sinwar.
Los túneles de Gaza
“Miembros de Hamás han afirmado en varias entrevistas que el grupo conserva una parte considerable de su infraestructura de túneles y ha podido reconstruir partes destruidas por Israel”, añade Lovatt. Por su parte, el profesor israelí Eitan Shamir, director del Centro Begin-Sadat de Estudios Estratégicos de la Universidad Bar Ilan, ha señalado en el sitio Media Line que Hamás cuenta con un 40% de sus túneles aún operativos, “cientos de kilómetros de túneles que los servicios de inteligencia israelíes no conocían”.
Raphael Cohen, investigador especializado en Oriente Próximo del centro de análisis RAND, indica en videoconferencia desde Washington que es muy factible que Hamás disponga de esa cantidad de pasadizos subterráneos: “A finales de noviembre hablé con militares destinados en la Franja. Y ellos estimaban que el 50% de los túneles estaban operativos. Desde entonces, han volado algunos de ellos. Pero están superpuestos unos sobre otros. Y eso hace muy difícil neutralizarlos por completo”.
Lovatt culpa al Gobierno israelí de bloquear en repetidas ocasiones la vía diplomática hacia un alto el fuego y de no contar con ningún plan para “el día después” de la guerra. Sin embargo, considera que Israel no exagera sobre el número de combatientes en Gaza, aunque sí cree que siempre se sobreestimó el número de combatientes de Hamás muertos. “Sobre todo, porque Israel considera como ‘miembros de Hamás’ tanto a los que forman parte del grupo armado (Brigadas de Ezedín al Qasam), como a los integrantes de su ala política y a los involucrados en el Gobierno civil de Gaza (ministerios del Gobierno central, municipios y policía). Sin embargo, muchos de estos empleados no son en realidad miembros de Hamás”, señala Lovatt.
Milicianos en “modo de hibernación”
Lovatt cree que muchos de los milicianos de Al Qasam aguardan la ofensiva israelí en “modo de hibernación”, “escondidos en edificios y túneles abandonados o escapando con civiles que huyen”. “Además”, prosigue este investigador, “Hamás está activando su fuerza de reserva, miembros con un entrenamiento militar básico. También reclutan a nuevos miembros, explotando la ira generalizada de los gazatíes y el deseo de venganza contra Israel”.
Yoni Ben Menachem, miembro del Centro de Seguridad y Asuntos Exteriores de Jerusalén (JCFA, por sus siglas en inglés), sostiene mediante conversación telefónica que, según responsables de seguridad israelíes, Hamás ha reclutado aproximadamente 4.000 nuevos combatientes durante el último mes. Ben Menachem asegura, a partir de la información de fuentes israelíes, que el dinero para incorporar a tantos efectivos proviene de “la venta de paquetes de ayuda humanitaria, que Hamás confisca por la fuerza y revende en los mercados de Gaza”. En este sentido, Lovatt considera que Israel ha atacado regularmente a los policías que trabajan para proteger los camiones de ayuda humanitaria. Y que los soldados no intervienen cuando las bandas saquean los camiones humanitarios.
Ben Menachem asegura que las nuevas incorporaciones pueden permitir a Hamás continuar su resistencia en el norte de la Franja, “liderado por Ezedín Haddad, el comandante de la brigada norte de Hamás”. Y añade que si fracasan las negociaciones que se celebran en Doha, sus fuentes de seguridad creen que el Gobierno ordenará al ejército “ocupar la ciudad de Gaza por completo y evacuar a sus residentes hacia el sur”. El 90% de los 2,2 millones de habitantes de la Franja ya se ha visto obligados a desplazarse al menos una vez, según la ONU.
El respaldo popular en la Franja
Sobre el apoyo a la milicia palestina, tras más de 45.000 muertos en Gaza a manos del ejército israelí y la trágica situación humanitaria en la Franja, Raphael Cohen cree que aunque el apoyo a Hamás ha disminuido “eso no se traduce necesariamente en una actitud más cooperativa hacia los israelíes”, algo que, según el experto, “Israel debería tener en cuenta”.
Lovatt remarca que existe “frustración y rabia contra Hamás en Gaza”, sobre todo, “por el error de cálculo cometido por Sinwar en relación con la respuesta de Israel”. Pero, aclara que, “históricamente”, el apoyo a Hamás siempre ha tendido a oscilar entre el 30 y el 40%. “Nunca tuvo un apoyo mayoritario, pero sigue siendo el grupo político/armado palestino más popular en Gaza. Y la rabia popular contra Hamás se ve eclipsada por la rabia popular que se siente contra Israel. Se sigue responsabilizando a Israel, aunque critiquen a Hamás”, continúa.
Ante la pregunta de cuánto tiempo puede resistir Hamás con esta guerra de guerrillas, Cohen señala que depende de lo que se considere “resistir”. “Los talibanes lucharon 20 años, aunque es cierto que contaban con el apoyo de Pakistán. Hamás podría mantener sus ataques durante mucho tiempo, aunque no tengan capacidad para ofensivas a gran escala”, concluye.