El triángulo entre Meloni, Musk y Trump agita la política italiana
Mientras la Unión Europea mira con recelo los movimientos de Elon Musk —activista ultra, propietario de la red social X y mano derecha de Donald Trump—, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se acerca cada vez más a él. Su Gobierno ha confirmado que está discutiendo con SpaceX, una de las empresas de Musk, que se dedica a la fabricación aeroespacial, un posible acuerdo para que el propio Gobierno utilice un sistema seguro de telecomunicaciones con servicios de telefonía e internet encriptados a través de la red de satélites del magnate sudafricano, Starlink. De concretarse, se trataría del mayor proyecto de este tipo en Europa. Esta cuestión ha desatado una tormenta política con la oposición, que exige a Meloni que aclare sus intenciones y desvele los detalles del asunto.
Meloni reconoció que está en contacto con la compañía de Musk después de que la agencia de noticias estadounidense Bloomberg, especializada en información económica, destapara la información. Este medio no daba por cerrado el acuerdo, pero lo presentaba como algo muy concreto y hablaba de negociaciones avanzadas con SpaceX y de un pacto cercano por valor de 1.500 millones de euros para el suministro de una gama completa de encriptación de alto nivel para los servicios telefónicos y de internet usados por el Gobierno. Según Bloomberg, que cita a fuentes conocedoras del asunto, el presunto contrato incluiría también servicios de telecomunicaciones para las Fuerzas Armadas italianas en el Mediterráneo y sistemas por satélite para actuar ante emergencias como atentados terroristas o catástrofes naturales. Y habría sido aprobado ya por los servicios de inteligencia italianos y el Ministerio de Defensa.
El equipo de Meloni ha señalado que “las interlocuciones con SpaceX son parte de las discusiones normales que el aparato estatal mantiene con las empresas, en este caso, con las que se ocupan de conexiones protegidas para las necesidades de comunicación de datos cifrados”. Y ha desmentido “que se hayan firmado contratos o acuerdos” entre el Gobierno italiano y la empresa para el uso del sistema de comunicaciones por satélite Starlink.
La noticia causó en Italia gran desconcierto, que pronto se convirtió en polémica y agitó la política italiana, sobre todo cuando el propio Elon Musk declaró a través de X, la red social de la que también es propietario, que estaba “listo para proporcionar a Italia la conexión más segura y avanzada”. El hecho de que Musk, el hombre más rico del planeta, sea también la mano derecha de Donald Trump y esté a punto de ocupar un puesto en su próxima Administración y de que se encuentre en pleno choque con la Unión Europea, ha contribuido a crear una tormenta política en Italia.
Ready to provide Italy the most secure and advanced connectivity!
— Elon Musk (@elonmusk) January 6, 2025
La oposición, que habla de “noticias inquietantes” y teme que detrás haya una estrategia política de Meloni, está en pie de guerra contra la primera ministra, que en este sentido rema en dirección contraria a la de otros socios europeos. Algunos líderes como el alemán Olaf Scholz, el francés Emmanuel Macron o el británico Keir Starmer han cargado contra Musk, conocido también por su respaldo a las fuerzas ultras en media Europa, acusándolo de injerencia extranjera.
Los principales líderes de la oposición han reclamado a la primera ministra que acuda al Parlamento para dar explicaciones. “¿Los ‘patriotas’ del Gobierno están poniendo nuestra seguridad nacional en manos de Musk por la módica suma de 1.500 millones de euros públicos? Pedimos a la primera ministra Meloni y a todo el Gobierno transparencia inmediata ante el Parlamento”, ha clamado el líder del Movimiento 5 Estrellas, y ex primer ministro, Giuseppe Conte. La secretaria del Partido Democrático, Elly Schlein, también se ha unido a la petición: “Italia no se venderá. Y Meloni no debería pensar que puede salirse con la suya con unas pocas declaraciones confiadas a agencias de prensa y periódicos amigos. Ella y su Gobierno deberían venir inmediatamente a informar al Parlamento sobre las negociaciones con Musk. Están en juego la seguridad nacional, el dinero de los ciudadanos italianos y sus datos sensibles”, ha dicho.
Matteo Renzi, ex primer ministro y líder del partido de centro Italia Viva, también ha intervenido en la misma línea: “Si Musk quiere invertir en Italia, es bienvenido. Si Musk quiere el dinero de los contribuyentes italianos, Meloni debe explicar por qué, cómo y cuándo y por qué Musk sí y otros no. Me parece lo mínimo, ¿no? Iremos hasta el final en esto”, ha advertido.
Riccardo Magi, diputado del partido de centroizquierda +Europa, ha pedido que cualquier posible contrato con las empresas de Musk sea revisado y sujeto a la aprobación del Parlamento, y que “se den a conocer todos los detalles con la máxima transparencia”.
Por el momento, Meloni se ha mantenido cauta y no ha comentado la cuestión públicamente. En cambio, el vicepresidente y líder de la Liga, Matteo Salvini, ha defendido una posible operación entre Roma y SpaceX. “Musk es un líder mundial en innovación: un posible acuerdo con él para garantizar la conectividad y la modernidad en toda Italia no sería un peligro, sino una oportunidad”, ha publicado en sus redes sociales. Y ha añadido: “Confío en que el Gobierno acelere en esta dirección, porque ofrecer mejores servicios a los ciudadanos es un deber”.
Trump: “Una mujer maravillosa”
Meloni es políticamente cercana a Donald Trump, que tomará posesión como presidente de Estados Unidos a finales de mes. La política italiana mantiene con él una gran sintonía, que no es nueva, pero que sí se ha incrementado en los últimos tiempos. “Es una mujer maravillosa. Ha conquistado Europa”, dijo el estadounidense el pasado domingo al recibir a la primera ministra italiana en su residencia de Florida, para mantener una reunión reservada. La líder ultraderechista italiana también tiene una estrecha conexión con Elon Musk, con el que se ha reunido en varias ocasiones recientemente. Este vínculo ha sido criticado por la oposición, que ha apuntado a un potencial conflicto, considerando los intereses económicos privados que el magnate tiene en Italia.
La idea que está calando entre la derecha italiana es que Meloni se convierta en la interlocutora de la Unión Europea ante Estados Unidos, en un momento de incertidumbre ante la próxima presidencia de Trump, que ya ha amenazado con una escalada comercial contra la UE y un aumento de los aranceles. El ministro italiano de Asuntos Europeos, Tommaso Foti, ha declarado que la reunión de los dos líderes en Florida demuestra que Italia es un “interlocutor privilegiado” de Estados Unidos y que podría actuar como un “puente diplomático entre dos mundos”.
La agencia Bloomberg señaló que las conversaciones relacionadas con el servicio de telecomunicaciones de SpaceX al Gobierno italiano se habían iniciado en 2023 y habían llegado a una fase de punto muerto recientemente. Y apuntó a que las negociaciones avanzaron notablemente tras la visita sorpresa de Meloni a Trump. El Ejecutivo ha negado categóricamente este aspecto y ha considerado “sencillamente ridícula” la noticia de que el tema se abordó durante la reunión.