Bruselas exige a Elon Musk que la red social X sea neutral en las elecciones alemanas
Elon Musk, dueño de la red social X, puede opinar lo que quiera. Le ampara la libertad de expresión. Pero la antigua Twitter no puede promover sus posiciones políticas por encima de otras. De esta forma puede resumirse la posición de la Comisión Europea ante el apoyo reiterado que el hombre más rico del mundo presta a las organizaciones ultraderechistas en Europa, como el partido Alternativa por Alemania (AfD), segundo en intención de voto en las elecciones que Alemania celebrará el próximo 23 de febrero. Bruselas se resiste a hablar de injerencia extranjera ante los pronunciamientos reiterados de Musk o la retransmisión a través de la plataforma digital de la charla que mantendrá el jueves a través de la red social con la copresidenta de AfD y candidata a canciller del partido ultra, Alice Weidel. No obstante, sí que insiste en que los algoritmos y el funcionamiento de esa misma plataforma tiene que ser neutral.
La irrupción de Musk en Europa apoyando las opciones más ultraderechistas de cada país ha provocado enfado y nerviosismo a partes iguales en los países afectados, sobre todo Alemania y el Reino Unido. En el caso alemán, se añade la cercanía de las elecciones y que Musk, el mayor apoyo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se ha decantado explícitamente por AfD, un partido tan ultra que llevó a varios de sus aliados en el Parlamento Europeo a expulsarle de su grupo y vetarla la entrada en esta nueva legislatura.
A esto se añaden que Bruselas ya ha concluido de forma preliminar que X no cumple con el reglamento de servicios digitales de la UE (DSA, por sus siglas en inglés). En junio pasado le comunicó a la empresa estadounidense que no satisface los requisitos de transparencia y rendición de cuentas en relación con la moderación de contenidos y la publicidad. El expediente sigue abierto.
“Musk puede expresar sus puntos de vista personales, sus opiniones políticas en la UE. Es su derecho. Ahora, cuando se tiene una plataforma, es necesario asegurarse de que la plataforma opere dentro de los límites legales y que la plataforma no se utilice indebidamente en los procesos electorales”, ha apuntado un portavoz de la Comisión Europea cuando se le ha preguntado reiteradamente por la postura del Ejecutivo comunitario acerca de los pronunciamientos del multimillonario de origen sudafricano.
Ha llegado aclarar que tampoco la conversación que mantendrá en directo a través X con la líder de AfD, Alice Weidel, es algo prohibido por el DSA. Sin embargo, ha añadido que “en este contexto general, la Comisión, junto con los coordinadores de los servicios digitales alemanes, organizarán una mesa redonda el próximo 24 de enero en la que participarán organizaciones de la sociedad civil y las plataformas digitales de gran tamaño, incluyendo X”.
Esta postura, por el momento, es más aséptica que la que están expresando varios líderes políticos en Alemania. El candidato de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz, el favorito según las encuestas, mostró en diciembre su indignación con Musk al hablar de una injerencia extranjera insólita procediendo de un país amigo, algo que tiene especial valor siendo el multimillonario tecnológico alguien muy cercano a Trump. También el propio presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha relacionado la actitud del dueño de X con “un peligro para la democracia”.
A ellos se ha unido este mismo lunes el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Store, quien ha apuntado: “Encuentro preocupante que un hombre con un acceso enorme a las redes sociales y medios de comunicación y con ingentes recursos económicos se involucre directamente en los asuntos internos de otros países. Así no deberían hacerse las cosas entre democracias y países aliados”.
X tiene varios asuntos pendientes con la Comisión Europea por su política de control de la desinformación desde que Elon Musk compró la red social en 2022. El procedimiento que se abrió a finales de 2023 dio un paso adelante a mitad de 2024, cuando remitió a la empresa sus conclusiones preliminares en las que le acusa de infringir la ley. Además, X es la única gran plataforma que no ha firmado el código de buenas prácticas que Bruselas puso en marcha en 2018 y reforzó en 2022. Todas las demás (Meta, Alphabet, Microsoft o Bytedance, matriz de TikTok) lo han suscrito, aunque esto no ha evitado que se abran expedientes, como ha sido el caso de TikTok por lo sucedido durante las elecciones presidenciales de Rumania, canceladas después de que se celebrara la primera vuelta tras haber detectado indicios de injerencia a través de la plataforma china.
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