Inductores de colágeno y polinucleótidos, tratamientos estrella
Celebridades como Jennifer Aniston, Nicole Kidman o Kim Kardashian son algunos de los rostros que apuestan por este tipo de tratamientos, que mejoran la apariencia de la piel sin perder la expresión natural.
Si bien el acceso a estos tratamientos en un origen era de lujo, los avances en medicina estética han hecho que cada vez sean más accesibles.
Inductores de colágeno
La efectividad de los inductores de colágeno ha conquistado a numerosas celebridades que buscan mantener una apariencia fresca y natural sin recurrir a procedimientos más invasivos.
Actrices como Jennifer Aniston y Nicole Kidman han hablado en entrevistas sobre su preferencia por tratamientos que estimulen la producción natural de colágeno en su piel.
Los inductores de colágeno abarcan una amplia variedad de procedimientos que estimulan esta proteína esencial para la piel. Aunque incluyen desde aparatología hasta tratamientos tópicos, en la práctica se asocian principalmente con los inyectables.
Su uso no se limita al rostro; muchos famosos lo aplican en áreas como las manos, para contrarrestar los signos de envejecimiento.
- «Al aplicarlos en la piel, estas micropartículas estimulan a los fibroblastos, haciendo que aumenten su producción de colágeno y elastina. Esto devuelve firmeza, tersura y densidad a la piel, logrando un rejuvenecimiento visible en el rostro y otras áreas como abdomen, rodillas o brazos», explica el doctor Marcos Sánchez desde Clínicas Kiharu, conocidas como las clínicas de medicina estética de los famosos.
Los efectos de los inductores de colágeno no son inmediatos, pero sí sostenidos.
«Los resultados comienzan a ser visibles en 4-6 semanas, ya que este es el tiempo que la piel necesita para producir colágeno. Dependiendo de factores como la edad o el tipo de piel, se requieren entre 1 y 3 sesiones, espaciadas 4-8 semanas. El resultado puede mantenerse entre 1 y 3 años», añade.
Polinucleótidos: regeneración desde la biotecnología
Los polinucleótidos son otro tratamiento que ha captado la atención de rostros conocidos. Figuras como Kim Kardashian y Cate Blanchett han sido vinculadas a esta práctica, conocida por su capacidad de revitalizar la piel desde el interior.
Su origen biotecnológico y su enfoque regenerativo los convierten en una opción popular entre quienes buscan resultados rápidos y naturales. Las celebridades han encontrado en este tratamiento una forma de prolongar la juventud de su piel sin alterar su expresión natural.
Esta revolución se trata de moléculas complejas que derivan de los nucleótidos que componen nuestro ADN. Aunque su origen es biotecnológico, extraído de fuentes naturales como las huevas de salmón, estos polinucleótidos se diseñan específicamente para potenciar la regeneración celular.
«Al ser integrados en las células, optimizan su funcionamiento. Esto mejora la producción de colágeno y elastina, entre otros procesos, rejuveneciendo y mejorando la calidad del tejido», detalla Sánchez sobre el funcionamiento de este compuesto.
A diferencia de los inductores de colágeno, los polinucleótidos ofrecen resultados visibles desde la primera sesión, aunque el tratamiento completo requiere más tiempo.
«Se recomienda realizar entre 3 y 4 sesiones, espaciadas cada 2-4 semanas. El objetivo ideal se alcanza a los dos meses, aunque los efectos dependerán de la frecuencia de las sesiones y de factores individuales».
Tendencia a la naturalidad
En el mundo de Hollywood y más allá, hay una creciente tendencia hacia los tratamientos mínimamente invasivos. Tanto los inductores de colágeno como los polinucleótidos ofrecen resultados progresivos que lucen naturales, una característica que atrae especialmente a las personalidades públicas, quienes a menudo están bajo el escrutinio de las cámaras.
La preferencia por lo natural y mínimamente invasivo responde a un cambio en las expectativas estéticas, ya que cada vez más personas, incluidas celebridades y pacientes comunes, buscan tratamientos que potencien su belleza sin alterar su esencia.
Los inductores de colágeno y los polinucleótidos son perfectos ejemplos de esta filosofía, ya que trabajan con los propios procesos biológicos del cuerpo para rejuvenecer la piel de forma gradual y armoniosa.
Además, al evitar cambios drásticos, los resultados son sutiles y elegantes, lo que permite mantener un aspecto fresco sin signos evidentes de intervención estética.
Otra gran ventaja de estos tratamientos es su carácter poco invasivo. A diferencia de procedimientos quirúrgicos, los inductores de colágeno y polinucleótidos no requieren largos tiempos de recuperación ni implican riesgos significativos.
Esto los convierte en opciones ideales para quienes buscan mejorar su apariencia sin interrumpir sus rutinas diarias. En un mundo donde el tiempo es oro, la posibilidad de someterse a estas técnicas y retomar las actividades habituales de inmediato ha incrementado su popularidad entre pacientes de todas las edades.
Este año, los inductores de colágeno y los polinucleótidos se perfilan como las opciones ideales para quienes desean lucir una piel renovada y radiante. Inspirados por las celebridades, estos tratamientos son una invitación a cuidar nuestra piel con tecnología innovadora y resultados naturales.