Familiares de las víctimas y expertos reclaman respuestas claras sobre el accidente de avión en Corea del Sur
Los motivos del accidente de la compañía aérea surcoreana Jeju Air registrado este domingo, en el que han fallecido 179 de las 181 personas a bordo, el más letal de la historia de Corea del Sur, están generando una intensa controversia. Los familiares de las víctimas y una amplia parte de la opinión pública demandan respuestas claras, mientras algunos expertos en aviación cuestionan que el choque del aeroplano con un ave pudiese provocar, como única causa, un siniestro de tal magnitud, tal y como señalaron las autoridades en la primera versión de los hechos. Analistas internacionales consideran que el Gobierno debería abstenerse de realizar declaraciones concluyentes hasta contar con evidencias sólidas. Este siniestro es también la peor tragedia aérea ocurrida en todo el mundo en 2024.
De momento, desde el Ministerio de Tierra, Infraestructuras y Transportes han evitado señalar la causa exacta del accidente, alegando que la investigación sigue en curso. También han informado de que la prioridad es la recuperación de los restos mortales de las víctimas, antes de comenzar el análisis de las cajas negras del avión, que graban los datos técnicos de vuelo y las conversaciones de la cabina. Estos dispositivos son cruciales para entender los accidentes, ya que ofrecen esos datos esenciales para reconstruir lo sucedido.
Las primeras averiguaciones sobre el siniestro apuntan a un mal funcionamiento del tren de aterrizaje, que provocó un descenso de emergencia, tras el cual el avión se deslizó por la pista con el fuselaje en contacto directo con el asfalto, a gran velocidad y sin haber podido desplegar el tren de aterrizaje, según se aprecia en los vídeos que se han difundido del momento.
Fuentes del aeropuerto internacional de Muan (provincia de Jeolla del Sur, en el suroeste del país) explicaron que el vuelo 7C2216 procedente de Bangkok, capital de Tailandia, debía haber aterrizado a las 8.30 (00.30, hora peninsular española). El aparato bimotor, un Boeing 737-800, tuvo que abortar esa primera tentativa de tomar tierra por problemas en el tren de aterrizaje, aparentemente provocados por el impacto con un ave, del que advirtió a las 8.57 la torre de control del aeropuerto, según el Ministerio de Transportes.
Medios locales surcoreanos han reproducido un mensaje de texto que uno de los pasajeros envió a uno de sus allegados, en el que aseguraba que un pájaro había chocado contra una de las alas del avión, donde se encuentran los motores del aparato, y se preguntaba si debía pronunciar “sus últimas palabras”. El piloto pidió auxilio a las 8.58 e intentó aterrizar a las 9.00, pero la aeronave se estrelló tres minutos después mientras tocaba pista sin haber desplegado el tren de aterrizaje.
“Los choques con aves ocurren con frecuencia, pero nunca he visto uno que impida que el tren de aterrizaje se extienda”, indicó Geoffrey Dell, experto australiano en seguridad aérea, a la agencia Reuters. El golpe de un ave podría, en teoría, haber afectado a los motores CFM International del avión si estos hubiesen succionado una bandada. No obstante, Dell opina que, incluso en ese escenario, los motores no se habrían apagado de inmediato, lo que habría proporcionado a los pilotos el tiempo suficiente para responder y manejar la situación.
Algunos testigos en tierra aseguraron a su vez a medios de comunicación surcoreanos haber visto llamas en uno de los motores y oído explosiones antes de que la aeronave acometiera su fallido aterrizaje de emergencia. Estos testimonios y la secuencia de los hechos sugieren que, aunque es una posibilidad que el avión chocara con una o varias aves, es improbable que esa sea la única causa, o ni siquiera la principal, del siniestro. Tampoco está claro por qué el avión no consiguió frenar tras tocar tierra.
En uno de los vídeos, el aparato derrapa hasta salirse de la pista y estrellarse con unas estructuras de hormigón que delimitan el perímetro del aeropuerto, lo que provocó que explotase y quedase envuelto en llamas. Geoffrey Thomas, editor de Airline News, ha cuestionado que los servicios de emergencia no estuviesen preparados en tierra cuando se iba a realizar el aterrizaje forzoso. “En un aterrizaje sobre el fuselaje, usualmente se toca tierra sobre los motores. Llegas con un mínimo de combustible, los vehículos cisterna de los bomberos están presentes, cubren la pista con espuma y se aterriza en el extremo más alejado de la misma. Normalmente, termina siendo una situación controlable”, recoge Reuters.
Una pista relativamente corta
El viceministro de Transportes, Ju Jong-wan, ha desestimado las especulaciones de que la longitud de la pista de aterrizaje (relativamente corta) contribuyera a la tragedia. “Tiene 2.800 metros de longitud y ha sido utilizada por aviones de tipo C [de 24 a 36 metros de envergadura]. Por lo que no es la causa del accidente”, declaró. El avión siniestrado tenía una extensión de 35,8 metros. “Ambos extremos de la pista cuentan con zonas de seguridad con áreas de amortiguación antes de llegar al muro exterior. El diseño del aeropuerto cumple con los estándares de seguridad internacionales, aunque el muro pueda parecer más cercano de lo que realmente está”, añadió Ju.
Transportes también ha comunicado que la grabadora de datos de vuelo se encontró aproximadamente dos horas y media después del accidente (a las 11.30, hora local), mientras que la de voz de la cabina se recuperó a las 14.24. Los datos que están registrados en ellas ofrecerán el análisis más revelador sobre lo sucedido. Los expertos advierten de que los incidentes aéreos suelen ser el resultado de una combinación de factores y que puede llevar meses reconstruir la secuencia de hechos que tuvieron lugar dentro y fuera del avión.
Jeju Air se ha negado a hacer comentarios sobre la causa del accidente durante las conferencias de prensa celebradas en las últimas horas, alegando que las pesquisas no han concluido. De acuerdo con las normas internacionales de la aviación, Corea del Sur dirigirá una investigación civil del accidente, lo que implicará automáticamente la participación de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB, por sus siglas en inglés), dado que el avión fue diseñado y fabricado en ese país. El modelo de Boeing siniestrado es uno de los más utilizados en el mundo y cuenta con un buen historial de seguridad. Fue desarrollado mucho antes de la variante Max, que ha estado en el centro de la reciente crisis de la compañía por diferentes fallos de funcionamiento.