4 etapas del emprendedor exitoso
Cuando decidimos emprender podemos hacerlo por diversos motivos. El más común es por obligación. Otros tienen esa vena y formación que les lleva desde siempre a querer volar con alas propias.
Cuando nos vemos sin ingresos fijos, como el de un empleo, y visibilizamos pocas posibilidades de conseguir una fuente frecuente, solemos dar el paso a tener un negocio propio. Asimismo, otros tienen este ímpetu de emprender que podríamos decir que lo traen en la sangre.
Las etapas del éxito
Si decidimos tomar ese camino en serio, debemos ver las etapas que defino como las del emprendedor de éxito.
1. Artista: Es una etapa típica de los emprendedores innatos. Suelen encontrar un potencial de negocio haciendo algo que les gusta. No es cuestión de arte, solo es una comparación. Veo a los pintores y músicos iniciantes que no necesitan de paga para exponer lo que hacen.
En el mundo del emprendedor es una etapa importante a quemar. Los que buscan ingresos de manera apresurada tienen el gran inconveniente de no contar con el tiempo que esta etapa requiere. Solo si trabajaban y son conocidos en lo que deciden emprender, pueden volársela.
Es la creación de una reputación. Digamos que lo hicieron de gratis cuando trabajaron para otro que se benefició de su arte.
2. Operador: Es el tiempo de hacerlo todo, o casi todo. No se puede pensar en delegar mucho, debemos estar en todos los ámbitos del emprendimiento. Veo a muchos emprendedores con posibilidades económicas saltarse esta etapa. A casi todos les termina yendo mal.
No se ensucian las manos, por lo que no terminan conociendo el negocio en todas sus aristas, ni amando lo que hacen. Es importante pasarse un tiempo siendo el alma integral del negocio.
3. Empresario: Llega el momento de soltar parte de la operación para ser cabeza. Es un punto de inflexión que nos lleva al crecimiento. Es más fácil de lograr para los emprendedores innatos. Lo único malo de este punto es que tienden a soltar demasiado porque lo que les motiva es emprender.
Si el negocio ya camina, sienten la necesidad de volver a emprender y se meten en más negocios, descuidando su gran logro y fuente de ingresos para los otros proyectos.
4. Consejero: Llega el momento cuando ya estamos en el punto de retiro de convertirnos en consejeros. Los que emprendieron por necesidad de ingresos lo entienden con facilidad, sueltan más fácil para convertirse en inversionistas y mantenerse activos siendo consejeros.
Los innatos del emprendimiento tienden a no querer parar. La llama que les mueve sigue encendida y sienten la necesidad de seguir emprendiendo.
Pasar por las cuatro etapas es de sabios. No todos tienen la posibilidad, mientras que otros la tienen y no la viven.