La violencia contra policías
La violencia contra agentes de la Policía Nacional no solo representa un ataque directo contra quienes velan por la seguridad ciudadana, sino también contra el Estado de derecho y la convivencia pacífica.
Los recientes asesinatos de agentes en cumplimiento de su deber evidencian el desafío que enfrenta la sociedad frente a una delincuencia cada vez más audaz y desalmada.
La advertencia del Ministerio de Interior y Policía de no tolerar amenazas ni ataques contra los uniformados es una posición firme y necesaria. La justicia debe actuar con contundencia para castigar a los responsables, enviando un mensaje claro de que estos actos no quedarán impunes. Garantizar la protección de quienes arriesgan sus vidas por la seguridad de todos, es esencial.
Además, es urgente reforzar los operativos de patrullaje y prevención para reducir los riesgos que enfrentan los agentes en las calles.
Si como sociedad permitimos que matar policías se normalice, debilitaremos nuestra capacidad de mantener la paz, el orden y la seguridad que todos merecemos. Hay que tomar medidas.