Mark Rutte pide a los aliados más esfuerzos para que Ucrania llegue “fuerte” a una posible negociación con Rusia
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha instado este martes a los países aliados a elucubrar menos sobre cómo podría ser un hipotético proceso de paz entre Ucrania y Rusia y a “hacer más”, sobre todo incrementar la ayuda militar, para que Kiev llegue con una posición “fuerte” a ese potencial diálogo con Moscú.
“Más ayuda militar y menos discusiones sobre cómo sería un proceso de paz (…) tenemos que poner a Ucrania en una posición de fuerza para cuando lleguen esas discusiones”, ha zanjado.
En el primero de los dos días de reunión de ministros de Exteriores de la Alianza en Bruselas, con el foco de nuevo en la guerra en su flanco este, pero con miradas inquietas también sobre los cambios políticos en el occidental, tras la victoria de Donald Trump, el nuevo jefe de la OTAN ha explicado que, en su reciente encuentro en Florida con el presidente electo estadounidense le advirtió de que la seguridad de su país también depende de que Ucrania no quede debilitada. Porque eso haría que el presidente ruso, Vladímir Putin, y sus aliados, China, Irán y ahora también Corea de Norte, no se sientan envalentonados y tengan “ideas” sobre otros territorios.
“Cuando lleguemos a un acuerdo sobre Ucrania, tiene que ser un buen acuerdo, porque lo que no podemos permitir es que Kim Jong-un, Xi Jinping y cualquier otro que piense que es un mal acuerdo se pongan a celebrarlo, porque eso podría darles ideas a otros sobre lo que pueden hacer”, ha advertido Rutte. ”Esto es crucial para nuestra defensa, no solo en Europa, también en Estados Unidos y el Indo-Pacífico y el Euro-Atlántico”, ha agregado.
Todo está relacionado, ha remachado, y lo principal es que Kiev llegue “fuerte” a un proceso de paz, cuando los propios ucranios decidan que ha llegado el momento de negociar, ha recalcado varias veces el holandés en rueda de prensa en Bruselas.
En este sentido, Rutte ha saludado los anuncios de incremento de ayuda militar realizados en los pasados días por varios países, entre ellos Alemania, cuyo canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, anunció el lunes en Kiev que Berlín entregará este mismo mes a Ucrania armamento por valor de 650 millones de euros. También Estados Unidos, cuyo secretario de Estado, Antony Blinken, participa en la cita de Bruselas, adelantó el lunes una nueva entrega de ayuda militar a Kiev por 725 millones de dólares (unos 690 millones de euros). Suecia, Estonia, Lituania y Noruega han anunciado asimismo nuevas partidas, algo que Rutte ha saludado y ha alentado a continuar.
“Esto es una excelente noticia (…) pero todos tenemos que hacer más, especialmente ahora”, ha declarado Rutte. “Cuanto más fuerte sea nuestro apoyo militar a Ucrania ahora, más fuerte será su mano en la mesa de negociaciones y antes podremos poner fin de una vez a la agresión rusa en Ucrania”, ha agregado.
Dudas en torno a Trump
La nueva cita de la OTAN se celebra bajo la sombra del pesimismo y la incertidumbre. Por un lado, continúan las dudas sobre qué rumbo tomará la Administración Trump cuando el presidente electo asuma el cargo a finales de enero. Como candidato, aseguró que resolvería la guerra “en 24 horas”, pero los países aliados, especialmente los europeos, confían en que el lenguaje cambie ahora que se dispone a regresar a la Casa Blanca. De ahí la insistencia, ha explicado Rutte, en hacerle ver que las implicaciones de la guerra van mucho más allá de Ucrania y podrían salpicar a Washington.
Pero también crecen las dudas en cuanto al rumbo de la guerra en sí en Ucrania, con un campo de batalla dominado al menos en estos momentos por Rusia y un presidente ucranio, Volodímir Zelenski, que ha comenzado a advertir insistentemente de que necesita el paraguas de la OTAN para tener una posición fuerte en negociaciones futuras.
En una entrevista en la cadena británica Sky News el sábado, Zelenski dijo que puede negociarse un alto el fuego si la Alianza Atlántica acepta a las regiones de la Ucrania libre como parte de la OTAN, con la perspectiva de recuperar el resto del territorio por la vía diplomática más en adelante. Es lo que algunos en la Alianza llaman la “vía alemana”, en referencia a que cuando Alemania se integró en la OTAN, en 1955, solo lo hizo la parte occidental, la República Federal Alemana (RFA) y hubo que esperar varias décadas, hasta la caída del Muro de Berlín y la reunificación con lo que hasta entonces había sido la República Democrática Alemana (RDA), bajo la órbita soviética, para que todo su territorio entrara bajo el paraguas de la OTAN que tanto ansía también Zelenski. Pero esta posibilidad se topa con la oposición firme por el momento de países clave como Estados Unidos o incluso Alemania, por lo que las discusiones en ese sentido no parecen ir por el momento a ninguna parte. “No hay consenso en este momento sobre esto”, reconocen fuentes diplomáticas.
La cita ministerial de dos días en la sede de la OTAN se ha abierto con un encuentro con el rey de Jordania, Abdalá II. Una muestra, ha dicho Rutte, de la voluntad de la Alianza de ampliar sus lazos en otras regiones del mundo, especialmente hacia sus vecinos del sur. Algo especialmente acuciante, ha indicado, ante la creciente influencia de Rusia y China en regiones como el continente africano y Oriente Próximo.
“Tenemos que estar activos, no podemos tener una situación en la que chinos y rusos estén implicados en África y otras regiones y Occidente no. Tenemos que construir relaciones bilaterales y ayudar cuando sea necesario, como hacemos con la misión de Irak”, ha indicado. En el mismo sentido va el plan de abrir “próximamente” una oficina de enlace en Amán, cuestión que se detallará en la cita bruselense con el monarca jordano.