Notice: Function _load_textdomain_just_in_time was called incorrectly. Translation loading for the astra-sites domain was triggered too early. This is usually an indicator for some code in the plugin or theme running too early. Translations should be loaded at the init action or later. Please see Debugging in WordPress for more information. (This message was added in version 6.7.0.) in /var/www/vhosts/lasuperdiscoteca.com/httpdocs/wp-includes/functions.php on line 6114

Notice: Function _load_textdomain_just_in_time was called incorrectly. Translation loading for the feedzy-rss-feeds domain was triggered too early. This is usually an indicator for some code in the plugin or theme running too early. Translations should be loaded at the init action or later. Please see Debugging in WordPress for more information. (This message was added in version 6.7.0.) in /var/www/vhosts/lasuperdiscoteca.com/httpdocs/wp-includes/functions.php on line 6114
Radiografía de la campaña digital de Calin Georgescu, el ‘tiktoker’ ultra presidencial rumano

Radiografía de la campaña digital de Calin Georgescu, el ‘tiktoker’ ultra presidencial rumano

Un usuario visualiza un vídeo TikTok publicado por Calin Georgescu (@calingeorgescuoficial), el pasado viernes.Inés Arcones

El acto inaugural en TikTok del candidato ultraderechista a la presidencia de Rumania, Calin Georgescu, resultó ser un auténtico fracaso hace dos años. El candidato, serio y pedagógico, aparece sentado y sin corbata en el taller ancestral del último fabricante de sandalias de Oltenia, una región que se extiende a las orillas del Danubio. A su lado, un viejo artesano ―cuya actitud nostálgica se corresponde con su barba blanca― lo escucha hablar de lo “extraño” que encuentra “el deseo de una mujer de ser igual a un hombre”. El vídeo, de 21 minutos, se corta a los 10 de forma abrupta, ya que quien lo grabó pensó en todo menos en el tiempo máximo permitido por la plataforma. El resultado de la primera incursión tiktokera de Georgescu fue una publicación que tuvo cerca de 3.000 visitas, un número bajo para los estándares de la plataforma, y, peor aún, apenas 200 likes.

El fracaso de ese intento es más que evidente ahora, cuando se compara con las tremendas cifras que maneja un Georgescu que ya se ha puesto la corbata. Un creciente número de seguidores ―esta semana se ha acercado al medio millón― comentan apasionados sus vídeos y comparten con intensidad sus publicaciones. El público es tan grande que su vídeo más visto supera los seis millones de visualizaciones y, si bien son números modestos en comparación con los que manejan los otros ultraderechistas ―Javier Milei tiene publicaciones con cerca de 30 millones de vistas y Donald Trump de los 180 millones―, lo cierto es que el rumano se ha dado el gusto de convertirse, a sus 62 años, en la estrella de una red social que hasta hace poco era conocida por albergar solo coreografías de adolescentes.

El ganador de una primera vuelta presidencial que está en el aire ―el Tribunal Constitucional de Rumania contempla incluso la posibilidad de repetir los comicios― ha conseguido multiplicarse gracias a dos factores. De un lado, los rumanos han protagonizado una migración descomunal desde los medios tradicionales ―en los que abundan las noticias negativas― hacia las plataformas, donde hoy existe un universo paralelo al que se mueve a diario en las calles de Bucarest. TikTok, en particular, ha tenido un crecimiento monumental: el número de usuarios es casi idéntico al de los votantes: nueve millones de adultos ―40% más que en 2022― según informa la prensa local.

De otro lado, el político se entregó por completo a la plataforma. Con 451 vídeos publicados, Georgescu ha publicado, en promedio, un vídeo cada dos días. Pero la clave no está en su cuenta de TikTok, ni en las “cuentas de promoción directa”. El secreto mejor guardado ―y ahora, el más investigado por las autoridades― es la “promoción indirecta” que han hecho de sus contenidos una multitud de influencers, y que le ha permitido alcanzar en dos meses el posicionamiento en redes que a sus contrincantes les tomó todo un año, según explica un informe del think tank rumano Expert Forum. La clave para entender la estrategia está en los hashtag, es decir, aquellas expresiones que permiten localizar un tema en publicaciones que tengan la misma palabra, precedida del símbolo #. Sirve en X, el antiguo Twitter, y se usa también en TikTok.

La etiqueta #echilibrușiverticalitate ―equilibrio y verticalidad― es un buen ejemplo. Vinculada a la campaña del ultra, fue utilizada en sus publicaciones por influencers de moda o entretenimiento sin “afinidad política” aparente, que ―de forma consciente o inconsciente― terminaron por “reciclar” los mensajes del ultraderechista, sin marcar su contenido como “publicidad política”. Al menos en teoría, TikTok prohíbe ese tipo de patrocinios, regla con la cual es, sin embargo, bastante flexible. La investigación revela que aquellos influencers de aspecto inocente seguían un guion que repetía, letra por letra y sin mencionarlo, “las caracterizaciones” de Georgescu. Cerca de 2,4 millones de personas vieron este contenido sin saber, al menos en principio, que era publicidad política mezclada con consejos de maquillaje.

Algo parecido sucedió con la etiqueta #CalinGeorgescu, una estrategia más directa. Los seguidores del ultra ―dentro y fuera de Rumania― se dedicaron a pegar esa etiqueta en vídeos de jardinería, de cocina o de chismes sobre famosos que, pese a que no tenían nada que ver con el candidato, terminaron por “engañar” al algoritmo de la red china, explica una investigación de Info Sud-Est y G4Media. El algoritmo es una secuencia de instrucciones que determina qué vemos y qué no vemos cuando abrimos nuestras redes en el móvil. El logro de la campaña de Georgescu fue que TikTok comenzara a sugerir su nombre como “contenido relacionado” en la barra de búsqueda, incluso dentro de las cuentas de sus contrincantes, lo que le garantizó ―como el conde de una Transilvania digital― vivir de los vídeos ajenos.

Las publicaciones de Georgescu adquirieron una trascendencia enorme para replicar su tesis: un discurso prorruso y antisemita de “fuerte contenido nacionalista, religioso, pseudocientífico y conspirativo”, asegura el periodista Luis Lidón de Efe. Es un mensaje que bebe de la crisis en un país en el que el 21% de los rumanos está en riesgo de caer en la pobreza ―Rumania es el segundo país más pobre de la UE― y de donde más de cinco millones de ciudadanos han salido a la diáspora. Aquí, los vídeos cortos ―de alrededor de un minuto―, en los que el equipo del candidato edita fragmentos de sus intervenciones para destacar, de forma bastante llamativa, las palabras o los datos que le interesan, han sido miel para el enjambre de la red social. Es el caso de una publicación de 39 segundos que, con casi 600.000 visitas, inicia con el número “90″ en llamas mientras suena una música de suspenso: una pequeña producción cinematográfica para denunciar que Bucarest importa el 90% de los alimentos que consume el país.

Este mensaje ha sabido interpelar al sentimiento de desazón de gran parte de los jóvenes entre 18 y 24 años ―donde logró casi un tercio de los votos―, el de los rumanos en el extranjero ―el 55% votaron por las propuestas “antisistema” de Georgescu y de George Simion, otro ultraderechista que quedó en cuarto lugar― y el de los sectores religiosos más conservadores. “La familia cristiana” ―aseguraba en su primer vídeo― “es la base de nuestro país (…) El hombre es el padre y la madre es la mujer, nada más. No importa lo que se diga”.

En ellos ha posicionado también la idea de que el Gobierno del socialdemócrata Marcel Ciolacu ―tercero en las elecciones― ha prestado más atención a Ucrania que a Rumania. Ambos países comparten una larga frontera y Bucarest ha permitido la apertura de bases militares de la OTAN en su territorio, que ya cuenta con varias instalaciones de defensa antimisiles. En lo económico, es la ruta para el comercio del trigo ucranio, castigado con fuerza por Moscú. No en vano el vídeo más visto del candidato versa sobre este tema. Engalanado con una corbata de rayas azules y amarillas ―los colores de la bandera nacional, junto con el rojo―, asegura que “se postula para Rumania, no para Ucrania”. “Al pueblo rumano no le interesa ni Putin ni Ucrania. Le interesa Rumania”, insiste.

@calingeorgescuoficial

Prioritățile României: Bunăstare, Stabilitate și Siguranță, nu Războiul de la Graniță. În cadrul emisiunii #DIGI24 Nici susținătorii mei, nici poporul român nu sunt interesați de Putin sau de Ucraina, ci sunt interesați de România și de bunăstare, de fericire, de stabilitate și siguranță. Insistăm prea mult pe un subiect care nu este treaba noastră, în timp ce avem probleme reale în țară, cum ar fi sărăcia, drogurile și insecuritatea mamelor. Ca președinte, prioritatea mea este să mă preocup în primul rând de poporul meu, care astăzi suferă. #România #Ucraina #Bunăstare #Stabilitate #Siguranță #Sărăcie #Droguri #Securitate #CĂLINGEORGESCU #calingeorgescu #fyp #DIGI24

♬ sunet original – calingeorgescu

La legalidad de esta exitosa campaña digital está por verse. De verificarse la financiación ilegal de la campaña de Georgescu ―en la que Bruselas ve un triunfo de los canales de desinformación rusa― el candidato podría quedar inhabilitado para participar de la segunda vuelta del 8 de diciembre con Elena Lasconi, la candidata que representa a la derecha europeísta. Lo cierto es que el candidato ha dejado los talleres de artesanía para ocupar los platós de televisión, y ha demostrado que su triunfo asombra esencialmente a quienes viven ajenos a lo que sucede en la Rumania virtual, donde Georgescu es una especie de presidente de una República digital.

About Author

WP2Social Auto Publish Powered By : XYZScripts.com
WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE