El foco del Banco Central
El Banco Central de la República Dominicana decidió inyectar liquidez en el mercado para reducir la tasa de interés y asegurar que el producto interno bruto (PIB) mantenga un ritmo de crecimiento cercano al potencial del 5%. En esta ocasión, ha optado por utilizar la estrategia de un francotirador, que se sirve de una mira telescópica para enfocar el objetivo con precisión milimétrica.
La flexibilización monetaria aprobada se justifica debido al sorprendente divorcio entre la tasa de interés de referencia y las tasas de interés de mercado. A pesar de que el Banco Central redujo entre mayo de 2023 y octubre de 2024 la tasa de interés de política monetaria en 225 puntos básicos, las tasas de interés de mercado, tanto la activa como la pasiva, no disminuyeron significativamente. Esto revela que se adoptaron otras medidas monetarias que presionaron al alza las tasas de interés, un comportamiento que impactaría negativamente el crecimiento de la actividad económica en los próximos meses.
Para evitar dicho efecto desfavorable, la Junta Monetaria ha puesto en marcha una estrategia de liberación de liquidez dirigida al sector de la construcción, que es el que posee mayor participación e incidencia en el crecimiento del PIB. En concreto, autorizó al organismo emisor la inyección de 35,335 millones de pesos, cifra equivalente a 1.75 puntos porcentuales del encaje legal, dedicados exclusivamente a financiar la adquisición de viviendas y proyectos de construcción, con una tasa de interés de hasta un 10 % y un período de vencimiento de hasta siete años. El 40 % de esa suma se destinará a la concesión de préstamos para la compra de viviendas de bajo costo, cuyo precio es de unos cinco millones de pesos. El 60 % restante se empleará para adquirir viviendas de hasta 15 millones de pesos y para otras actividades que fomenten el sector de la construcción.
Además de incrementar la liquidez para el otorgamiento de préstamos destinados a actividades específicas, la Junta Monetaria aprobó en su reunión de noviembre una reducción de 25 puntos básicos a la tasa de interés de política monetaria para colocarla en un 6%. Este es el cuarto ajuste a la baja de la tasa de interés de referencia desde agosto de 2024, el objetivo del cual es enviar una señal a los agentes económicos de que el Banco Central sigue adoptando una postura más flexible y acorde con un mayor ritmo de crecimiento del PIB.
Como el Banco Central presta atención a las recomendaciones, cabe indicarle que han de cumplirse varias condiciones para que la inyección de liquidez focalizada con mira telescópica reduzca la tasa de interés e impacte de manera favorable el crecimiento económico.
Por una parte, el organismo emisor debe garantizar que la liquidez se destine exclusivamente a la compra de viviendas y al financiamiento interino de su construcción. En la inyección de liquidez aprobada desde mayo de 2023, que alcanzó casi los 200 mil millones de pesos, se destinaron decenas de miles de millones para operaciones de gestión de tesorería, lo que limitó su efecto positivo sobre el crecimiento de la actividad productiva. Es más, se realizaron operaciones de arbitraje que permitieron a algunos agentes económicos tomar préstamos a una tasa de interés de un 9 % y depositar luego esos recursos a una tasa de interés de un 12 %. Ese tipo de prácticas no pueden permitirse durante la nueva liberación de liquidez focalizada.
Por otro lado, el Banco Central debe evitar una intervención excesiva en el mercado cambiario. La venta de dólares de las reservas internacionales para rebajar o estabilizar la tasa de cambio del peso frente al dólar disminuye la cantidad de pesos en circulación, lo que eleva las tasas de interés de mercado. En octubre y noviembre de 2024, las reservas internacionales netas se redujeron en 1,375 millones de dólares, equivalente a una disminución de la oferta de dinero de 82 mil millones de pesos. Ese comportamiento monetario absorbió la liquidez que había colocado el organismo emisor cuando decidió redimir a vencimiento títulos del Banco Central por la suma de 78,551 millones de pesos en esos dos meses. La variación de magnitud similar y sentido contrario de la liquidez impidió que la tasa de interés de mercado reaccionara a la baja, a pesar de que durante ese período la tasa de interés de referencia se redujo en 50 puntos básicos.
Dado que el comunicado de política monetaria publicado en noviembre establece que, en el cuarto trimestre de 2024, se redimirán títulos del Banco Central por un total de 140 mil millones de pesos, la única forma de que esto produzca algún efecto sobre la disponibilidad de liquidez es que el Banco Central no venda dólares de las reservas internacionales en el mercado cambiario y acepte que la tasa de cambio supere el nivel de 60.55 pesos por dólar, que se registra actualmente en el mercado spot.
El anuncio de flexibilización monetaria implica que la tasa de cambio cerrará el año por encima del nivel actual, pero con una magnitud consistente con la meta de inflación y el anclaje de las expectativas de inflación. Esto es lo que proyecta el mercado cambiario en el segmento extrabancario, compuesto de agentes de cambio y de remesas regulados por la Ley Monetaria y Financiera, pero ajenos a la plataforma SIOPEL -mediante la cual el Banco Central inyecta divisas-, donde la tasa de cambio se sitúa en torno a los 61 pesos por dólar, con una tendencia ascendente.
En conclusión, el Banco Central tiene la capacidad de garantizar que la reducción de la tasa de interés, obtenida con la nueva inyección de liquidez aprobada, no sea transitoria, como sucedió con las facilidades de liquidez rápida de mayo de 2023. Si el organismo emisor logra que la tasa de interés se mantenga baja, no solo crecerá de manera significativa el acceso a la vivienda mediante el financiamiento focalizado a tasas de interés subsidiadas, sino que se beneficiarán todas las actividades productivas de la nación. Ese resultado confirmará que el francotirador ha dado en el centro de la diana.