La OTAN acusa a Rusia de querer “aterrorizar” a los ucranios al lanzar un misil balístico experimental
La OTAN ha cerrado firmemente filas este martes con Ucrania, en medio de una nueva escalada de la guerra tras la amenaza del Kremlin de “represalias” contra Kiev por disparar al menos en tres ocasiones misiles de largo alcance estadounidenses contra territorio ruso, después de que Moscú hiciera a su vez uso, por primera vez, de un misil balístico de nueva generación en el conflicto que comenzó hace ya más de 1.000 días.
En una reunión de urgencia en Bruselas convocada a petición de Ucrania tras el lanzamiento ruso, la semana pasada, de un misil balístico experimental contra Dnipró, los embajadores de la Alianza Atlántica han “reafirmado su apoyo a Ucrania” ante lo que han calificado de “otro intento de Rusia de aterrorizar a la población civil ucrania e intimidar a los que apoyan a Ucrania”, según un breve comunicado oficial. El uso de armamento de nueva generación “ni cambiará el curso del conflicto ni frenará el apoyo de los aliados a Ucrania”, ha abundado la portavoz de la OTAN, Farah Dakhlallah.
La reunión, celebrada a puerta cerrada y presidida por el secretario general adjunto en funciones, Boris Ruge, ha durado poco más de una hora. En ella, los aliados han sido informados de la situación y el giro de la guerra desde que Moscú decidiera usar armas experimentales por boca de altos militares ucranios, que han participado por videoconferencia en la cita. Esta precede a la reunión a nivel de ministros de Exteriores de la OTAN que se celebrará el martes y miércoles próximos, también en la capital belga, y donde Ucrania volverá a centrar la atención, en medio de nuevos llamamientos a redoblar los esfuerzos aliados.
Algo que ya ha hecho este martes, desde Atenas, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que ha pedido a los países aliados que aumenten su ayuda militar a Ucrania para “cambiar la trayectoria del conflicto”.
“Debemos proporcionar sistemas de defensa aérea críticos”, ha subrayado, a la par que ha pedido cumplir con todos los “compromisos” realizados durante la cumbre de la OTAN en Washington, entre otros en materia de entrenamiento, el compromiso de otros 40.000 millones de dólares de apoyo a Kiev este 2024 que ya casi acaba y “más medidas para acercar a Ucrania a la OTAN”. La víspera, el secretario general adjunto Ruge aseguró ante la Asamblea Parlamentaria de la OTAN que el comando para la asistencia en seguridad y entrenamiento de la Alianza para Ucrania (NTSATU, por sus siglas en inglés), otro de los compromisos de Washington, estará “pronto completamente operativo”.
Antes de su reunión con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, Rutte ha advertido de que el uso por parte de Rusia de “armas y tropas norcoreanas, drones iraníes y productos chinos de uso dual para su industria defensiva” constituye una “peligrosa expansión de la guerra y un desafío a la paz y seguridad globales”. Aunque Ucrania ha resistido hasta la fecha gracias al apoyo de Occidente, los países aliados deben ir “más allá” en su apoyo, ha insistido.
El secretario general de la OTAN ha apoyado abiertamente, y desde hace tiempo, que Ucrania pueda usar las armas que recibe de Occidente contra objetivos militares en territorio ruso, una decisión que, no obstante, sigue siendo nacional ―Estados Unidos y el Reino Unido han dado su visto bueno a Kiev―. También ha insistido, al igual que su predecesor, Jens Stoltenberg, en la necesidad de aumentar el gasto en defensa, algo que ha adquirido nueva urgencia desde la victoria del republicano Donald Trump ―con quien se entrevistó el viernes en Florida― y su inminente regreso a la Casa Blanca. En un encuentro el lunes en Berlín, los ministros de Defensa de Alemania, Francia, Reino Unido, Polonia e Italia, cuyos países representan dos tercios del gasto en seguridad de Europa, subrayaron también la necesidad de mejorar la cooperación en materia de seguridad y de aumentar más aún el gasto en defensa.