Hogar de lo Niño da oportunidad a familias de escasos recursos
En los hogares de bajos recursos sigue siendo una problemática salir a trabajar cuando hay pequeños en casa y no hay quien los cuide, o cuando no se tienen los ingresos suficientes para costear una guardería. Como una alternativa a esta situación, nació Hogar del Niño, un centro educativo libre de costo en La Romana que permite a los padres insertarse al mercado laboral mientras sus hijos reciben atención y educación.
Con el fin de apoyar a las comunidades desfavorecidas de la zona y aportar a su desarrollo, plantean como único requisito que el padre o tutor del infante tenga empleo. En caso contrario le dan un plazo determinado para obtener uno, de acuerdo con Sandra Alvarado, directora ejecutiva de Patronato Beneficio Oriental (PBO), organización creadora del proyecto.
Hogar del Niño, funciona como guardería para niños de hasta 4 años; además de proporcionar el currículo educativo establecido por el Ministerio de Educación (Minerd), facilita formación en artes y tecnología, también educación especial para niños con necesidades específicas. Ofrece también servicios médicos generales y odontológicos, para estudiantes y el público en general.
«Es un programa que le da oportunidades a los padres, porque les da tiempo para que ellos puedan buscar trabajo. Entonces, ellos proveen para sus hogares y para ellos mismos, pero lo del niño está cubierto aquí. Es una ayuda económica bastante grande y realmente lo aprovechan y lo agradecen», expresó.
Actualmente cuenta con una matrícula de 2,000 niños y un equipo mayor a 300 personas, entre personal administrativo y docentes. Reciben a los niños desde las 6:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde. En el caso de los niños de la guardería, cuyas edades comprende de dos meses a 4 años, y hasta las 4:00 de la tarde para los estudiantes de 5 a 18 años, que cursan entre preprimaria y sexto de secundaria.
Les garantizan alimentación a los estudiantes, espacios de recreación, asistencia psicológica y trato inclusivo, de acuerdo con Alvarado.
Asimismo, explicó que el centro es cogestionado por el Minerd, por lo que forman parte de la designación de docentes y le prevén insumos como mobiliario, escolares y uniformes.
Indicó que un 40 % del sustento económico del hogar proviene de los ingresos generados por Diagnóstica Social, un proyecto de imágenes médicas que tienen en la misma demarcación.
El 60 % restante proviene de las donaciones de empresas privadas locales y extranjeras y otras instituciones públicas como el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (Inabie), quien los provee de almuerzo escolar, y el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (Inaipi) que facilita herramientas para los infantes.
Centro
Uno de los pilares que promueve a escuela es la integración de los padres, invitándole a actividades realizadas por el centro, y organizando reuniones bimensuales para tratar el desempeño educativo de los estudiantes, según Mercedes Lorenzo, directora del hogar.
Explicó que otro aspecto fundamental es la capacitación del personal docente, quienes reciben diplomados y formación en temas como tecnología, educación especial, salud emocional y otros temas que permitan mejorar la calidad educativa.
«Nosotros queremos lograr la seguridad familiar y social, donde los estudiantes puedan ser entes de bien, que puedan desarrollarse en la sociedad cuando salgan», expresó.
Lorenzo comentó que la inclusión no solo se ve reflejada en los estudiantes, también en el personal, ya que dentro del personal de conserjería y cocina se encuentran personas con discapacidad auditiva y visual.
Testimonios
Angelina Encarnación, madre de un niño con discapacidad auditiva, contó como mejoró significativamente la comunicación con su hijo luego de que ingresará al hogar. Ella expresó lo frustrante que era para su hijo lograr expresarse adecuadamente y durante su formación en el centro se ha visto el cambio.
Contó que el niño ingresó a los tres años y al ver su desenvolvimiento la motivo a aprender lenguaje de señas en un taller que proporciona en la misma institución, lo que le ha ayudado a mejorar su convivencia familiar.
«El centro educativo impactó en nuestras vidas como familia, porque yo sí tenía la disposición de aprender, pero las directrices me las dieron ellos, y todo eso nos ha facilitado mucho la vida«, contó.
Al igual que ella, Nora Fonfrias, madre de dos niños, uno de dos y otros tres años de edad, contó que ingresar a sus hijos al centro le facilitó su vida laboral, ya que pudo evidenciar como estos recibían buenas atenciones y cuidados, lo que le permitió poder continuar con vida laboral con mayor seguridad.