Rubén Darío Abud: legado en la industria cinematográfica
La industria del cine dominicano está de luto por la muerte del destacado fotógrafo y cineasta Rubén Darío Abud, quien tuvo una extraordinaria trayectoria en favor de la cinematografía dominicana, no solo como profesional, sino también ofreciendo servicios clave a través de su empresa Kcettes Pro.
Nacido en Constanza, Abud fue una figura esencial para cineastas y productores que requerían sus servicios. Más allá de su desempeño profesional, Rubén Abud, quien estuvo casado con la periodista María Virgen Gómez, con quien tuvo un hijo, se destacaba por su disposición a colaborar, su trato afable y su calidad humana.
El cineasta y cónsul general en Los Ángeles, Alfonso Rodríguez, mantuvo una relación de amistad cercana con Rubén Abud, y la noticia de su fallecimiento le impactó profundamente.
«Se me fué uno de los dos que me quedaban, Rubén descansa en paz hermano mío nos dejas con muchos recuerdos y con la enseñanza de que aunque pocos si hay gente buena y si hay gente a la que uno le puede llamar amigo», comentó Rodríguez.
Agregó: «Solo me queda uno, espero que no se me vaya por ahora. Nos vemos pronto y sabes que siempre voy a estar pendiente de tu hijo Samuel y de tu esposa María Virgen, a quienes considero mi familia. Adiós, hermano, descansa en paz», dijo»
Rubén Darío Abud luchó contra una enfermedad que lo obligó a abandonar su carrera profesional. Sus restos serán velados este sábado a partir de la 1:00 p.m. en la funeraria Blandino, ubicada en la avenida Abraham Lincoln.
El domingo se oficiará una misa de cuerpo presente a las 2:00 p.m., y posteriormente sus restos serán sepultados en el cementerio Cristo Redentor.
Trayectoria de Rubén Abud
En cuanto a su profesión, Abud comentó en una ocasión: «La fotografía es el arte de perpetuar un momento, en alianza con la luz, un buen ojo y mucho corazón». Fue un fotógrafo destacado tanto en cine como en fotografía fija.
Rubén Abud fue fundador y gerente general de Kcettes Pro, la primera tienda de la industria audiovisual de la República Dominicana, dedicada a la representación, importación, distribución y venta de las mejores marcas de productos para cine, televisión, audio y fotografía.
Su empresa fue pionera en la renta de equipos para la filmación de comerciales y largometrajes, siendo la tienda de renta con más años en el mercado dominicano.
También fue director del Instituto Dominicano de Fotografía, una academia especializada en la enseñanza de fotografía fija en diversos campos. A partir de 2003, se dedicó a la fotografía profesional de cine, siendo su primer proyecto la película «Perico Ripiao», dirigida por Ángel Muñiz.
Abud fue miembro fundador de Adocine y un pilar de la industria cinematográfica dominicana, considerado un visionario que contribuyó al desarrollo del cine en el país. Como fotógrafo, realizó varias exposiciones, entre las que se destaca «24 Fotogramas», una muestra de fotografías de escenas de rodaje de varias películas dominicanas, y «Constanza en Blanco y Negro», una serie de treinta fotografías que capturan la belleza del valle de Constanza.
Rubén Abud fue parte de importantes producciones cinematográficas, entre ellas Carta Blanca, Voces de la Calle, María Montez, Locas y Atrapadas, Biodegradable, Feo de Día, Lindo de Noche, ¿Quién Manda?, Familia Reyna, Isla de Plástico, La Rasante, Playball, Yuniol, Al Fin y al Cabo, Trópico de Sangre, Pulse, Broken Island, Del Color de la Noche, y Freddy, entre muchas otras.
Deja como legado a su esposa, María Virgen Gómez, y a sus hijos, Samuel y Nicole.