Harris corteja a los votantes latinos mientras Obama trata de movilizar a los afroamericanos
Kamala Harris pelea por conquistar el voto latino en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Este martes, la candidata demócrata ha participado en un foro con votantes organizado por Univisión en Las Vegas (Nevada), dentro de una semana en que ha emprendido una ofensiva mediática para llegar a los votantes. En paralelo, el expresidente demócrata Barack Obama ha iniciado con un mitin en Pittsburgh (Pensilvania) este miércoles una gira por los Estados decisivos para pedir el voto por Harris. Uno de los objetivos que se ha puesto es movilizar el voto de los hombres negros, cuyo apoyo a la vicepresidente parece flojear.
En Las Vegas, el formato era de preguntas de los asistentes, un centenar de latinos no solo de Nevada, sino también llegados de otros Estados decisivos, sentados en semicírculo en torno al escenario. Algunos de ellos han expuesto sus problemas personales y Harris ha tratado de mostrar empatía una y otra vez, interactuando con los votantes micrófono en mano, acercándose en alguna ocasión a ellos para contestar o incluso para tomarsus manos.
La pregunta que ha dejado más descolocada a la candidata ha sido la última. Le han pedido que dijese tres cosas buenas de su rival y le ha costado. Tras subrayar que es una persona divisiva, por fin se le ha ocurrido algo: “Creo que Donald Trump quiere a su familia, y creo que eso es muy importante”, ha dicho. Luego se ha excusado: “Realmente no le conozco. Para serte sincera, solo le vi una vez en el escenario del debate. Nunca le había visto antes, así que no tengo mucho más que ofrecerte”. Trump tendrá su turno este sábado en Florida en otro foro de Univisión, que se aplazó como consecuencia de la llegada del huracán Milton.
Decenas de simpatizantes esperaban a la vicepresidenta en la Universidad de Nevada, donde ha tenido lugar el foro. Sostenían una gran pancarta en la que se leía: “¡Vamos!” y llevaban carteles con los lemas de su campaña. Un seguidor de Trump subido a un carrito eléctrico para personas con discapacidad les desafiaba con sus propios carteles a favor del republicano y contra la demócrata. El programa se ha grabado pasado el mediodía para emitirse horas más tarde, a las 22.00 horas de la Costa Este de Estados Unidos (seis horas más en la España peninsular).
A Harris le han preguntado por cómo sustituyó al presidente, Joe Biden, en la papeleta demócrata. Es la primera candidata desde 1968 que no ha recibido un solo voto en las primarias. Ella ha reconocido que se trató de un proceso “sin precedentes”. “El presidente Biden tomó una decisión que creo que la historia demostrará que es probablemente una de las más valientes que puede tomar un presidente: decidió poner al país por encima de sus intereses personales. Y tomó esa decisión muy dentro de ese mismo período de tiempo, apoyó mi candidatura y me instó a presentarme. Y me siento honrada de haber conseguido la nominación demócrata”, ha explicado.
También ha señalado que “este es un momento extraordinario”. “Se trata, literalmente, de si apoyamos la democracia y la Constitución de Estados Unidos”, ha afirmado. Las encuestas muestran que el estado de la democracia es una de las cuestiones que más preocupan a los votantes, pero Harris ha insistido en ello de momento menos de lo que lo hacía Biden. Esta vez sí ha cargado: “El pueblo estadounidense tiene literalmente que elegir entre un camino basado en el Estado de derecho y la democracia o uno basado en la admiración a los dictadores”.
La demócrata ha defendido una reforma integral del migratorio de Estados Unidos ante la pregunta de una ciudadana cuya madre nunca pudo regularizar su situación en el país y que falleció hace unas semanas sin recibir la atención sanitaria adecuada, según ha contado. “Debes recordarla como vivió, no como murió”, ha dicho. Harris habló del “sufrimiento” causado por el “sistema de inmigración roto” que es resultado, dijo, de personas como Trump que “prefieren hacer campaña usando un problema en lugar de resolver el problema”. ”Mi madre llegó a Estados Unidos con 19 años. Estaba sola. Vino sola. Me crió a mi y a mi hermana Maya, y sé lo que es tener una madre trabajadora que te quiere y perder eso. Pero sé que su espíritu está vivo. Sé que su espíritu está vivo. Dime su nombre y digamos su nombre”, añadió.
En otra pregunta relacionada con la cobertura sanitaria, ha señalado: “Tenemos que asegurarnos de que alguien que contraiga una enfermedad aguda no lo pierda todo”.
Harris ha abogado por el derecho al aborto y ha asegurado que combatirá la inflación. “Sé que los precios siguen siendo demasiado altos y tenemos que afrontarlo. Vengo de la clase trabajadora. Nunca voy a olvidar de dónde vengo”, ha contestado a una pregunta sobre el tema. Las subidas de precios parecen estar detrás del hecho de que las encuestas muestren para Harris el menor apoyo de la comunidad latina para la candidatura demócrata de todas las últimas elecciones.
Obama inicia una gira
Mientras Harris hace campaña en el Oeste (desde Nevada se ha dirigido a Arizona, otro Estado clave, también con un alto peso de la comunidad latina), Obama ha empezado en Pittsburgh (Pensilvania) una gira en apoyo de la candidata demócrata por los Estados decisivos. Con una camisa azul arremangada y armado de su capacidad oratoria, el expresidente ha dado un discurso apasionado en apoyo de la vicepresidenta y también del senador Bob Casey, que se juega revalidar un importante escaño en ese Estado. El “yes we can” [sí se puede] de su campaña de 2008 se ha transformado en un “yes, she can” [sí, ella puede].
Obama ha apelado en especial a los hombres negros, que junto a los jóvenes, parecen menos movilizados que cuando le abrieron a él el camino a la Casa Blanca. “Mi opinión, basada en los informes que estoy recibiendo de las campañas y las comunidades, es que todavía no hemos visto el mismo tipo de energía y participación en todos nuestros barrios y comunidades que vimos cuando yo era candidato”, ha dicho señalando que esa falta de entusiasmo “parece ser más pronunciada con los hermanos”.
El primer presidente negro en la historia de Estados Unidos ha pedido a los afroamericanos que se movilicen para apoyar a Kamala, hija de india y afroamericano. “Por un lado, tienes a alguien que creció como tú, te conoce, fue a la universidad contigo, entiende las luchas y el dolor y la alegría que vienen de esa experiencia”, ha dicho Obama. Por otro, está Trump que, según ha dicho, “ha mostrado sistemáticamente desprecio, no solo por las comunidades”, sino por los afroamericanos como personas. “¿Y estás pensando en quedarte sentado?”.
Obama ha estructurado su mitin como un permanente contraste entre los dos candidatos y, aunque ha admitido los problemas existentes, ha pedido el voto apasionadamente por Harris. “Entiendo por qué la gente quiere cambiar las cosas. Quiero decir, yo soy el tipo de la esperanza y el cambio. Así que entiendo que la gente se sienta frustrada y piense que podemos hacerlo mejor. Lo que no puedo entender es por qué alguien pensaría que Donald Trump va a sacudir las cosas de una manera que sea buena para ti, Pensilvania”.
El expresidente ha retratado a Trump como alguien un “multimillonario torpe de 78 años”, ha dicho, “que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que bajó por su escalera mecánica dorada hace nueve años”. Ha comparado sus “locas teorías de la conspiración” y sus “discursos de dos horas” con los del dictador cubano Fidel Castro.