Zelenski ultima la creación de un Ministerio de la Unidad para salvar a Ucrania del desastre demográfico
La sangría demográfica que sufre Ucrania pone en riesgo el futuro del país tanto como las bombas rusas. 6,7 millones de ucranios, según datos de las Naciones Unidas, residen en el exterior en condición de refugiados. Ucrania ha perdido 400.000 habitantes solo en el primer semestre de este año, según estadísticas del Banco Nacional de Ucrania. En el mismo periodo de 2023, la caída de población fue de 231.000 personas. La población total de Ucrania se acerca a los 36 millones de habitantes.
Ucrania va camino de ser como Irlanda, ilustró en agosto Oleksandr Litvinenko, secretario del Consejo Nacional de Seguridad: un Estado con menos población nativa que la que vive lejos de sus fronteras. La reconstrucción en la posguerra necesitará del retorno, o por lo menos la implicación, de muchos de ellos. Para esto, el presidente, Volodímir Zelenski, quiere crear un nuevo ministerio que mantenga el vínculo de la patria con la diáspora.
El Ministerio de Exteriores ucranio recibió el pasado junio el encargo de diseñar cómo sería esta nueva agencia gubernamental. Fue el propio presidente quien confirmó el 20 de agosto en una reunión con diplomáticos que la misión era constituir un nuevo ministerio. Zelenski detalló que el nombre completo sería Ministerio de la Unidad Ucrania y para Contrarrestar la Influencia Rusa en los ucranios.
El objetivo es doble, dijo Zelenski: “El Estado ucranio debe ser el centro real para la actual nación global ucrania”. El mandatario también afirmó que la otra prioridad será librar a los millones de conciudadanos en el exterior de la influencia rusa: “Vemos que Rusia está utilizando recursos masivos de propaganda en el exterior, sobre todo enfocándose en los ucranios”. “Vemos que la independencia espiritual de nuestra gente no está resuelta”, añadió el presidente, y apuntó a instituciones como la iglesia ortodoxa rusa como agente “para extender el desacuerdo”.
Zelenski precisó el 27 de agosto que la nueva cartera debe entrar en vigor este otoño y que debe coordinar los esfuerzos para el regreso a la patria de más de 7,5 millones de ucranios. El Ministerio de Economía estima que para la reconstrucción del país es necesario recuperar a 4,5 millones de ucranios. El Centro de Estrategia Económica, institución ucrania de análisis económico, considera que entre el 30% y el 60% de los refugiados podrían volver a Ucrania al terminar la guerra, en función de las condiciones de vida que pueden encontrarse.
El medio ucranio Hromadske informó el 8 octubre, a partir de fuentes del Servidor del Pueblo, el partido de Zelenski que ostenta la mayoría absoluta parlamentaria, de que la formación del nuevo ministerio está encallada en la selección de su titular y en el presupuesto con el que contará. Lo más probable, indican estas fuentes, es que el Ministerio de Unidad tenga que funcionar sobre todo con aportaciones de gobiernos extranjeros.
El Consejo de Ministros ucranio aprobó el 2 de octubre la llamada Estrategia para el Desarrollo Demográfico. Entre los retos que se marca el Gobierno está repatriar a cinco millones de ucranios. El plan no contempla a los más de un millón de ucranios que residen en Rusia desde el inicio de la invasión. Aquel 2 de octubre también se hicieron públicas las predicciones de caída de la población para Ucrania de la Academia Nacional de Ciencias: si actualmente hay 35,8 millones de habitantes en todo el país —31 millones en los territorios de la Ucrania libre—, para 2041 se estima que serán 28 millones y en 2051, 25 millones. Ucrania tenía 48 millones de habitantes hace 20 años. Desde su independencia ha sido un país de emigración, como el resto de los Estados nacidos tras el desmembramiento de la Unión Soviética.
Ucrania ha planteado en repetidas ocasiones a la Unión Europea qué opciones legales hay para repatriar a ucranios. Bruselas responde que no se puede obligar a nadie a salir de la UE si se encuentra en situación legal, y más si cuenta con una protección especial. La presión se ha centrado sobre todo en los hombres en edad de ser movilizados —según datos de la Oficina Europea de Estadística, en la UE residen como refugiados 1,5 millones de varones entre los 18 y los 64 años—. En unas jornadas políticas celebradas en septiembre en Kiev, el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, propuso que se cierre el grifo a subsidios especiales para refugiados ucranios, y citó en concreto a Alemania y a Países Bajos. Su homólogo ucranio, Andrii Sibiga, que también participaba en las conferencias, dijo estar de acuerdo. “Es el momento para elevar a la UE la cuestión de los programas de retorno de los ucranios. Por supuesto, se tienen que crear las condiciones oportunas”, señaló Sibiga.
División política
Cómo afrontar la diáspora es un asunto que genera una elevada tensión política en Ucrania. Así quedó claro en un debate organizado el 12 de septiembre por el Centro de Prensa de Kiev y en el que representantes de varios partidos discutieron sobre la futura ley que debe permitir a los ucranios contar con doble nacionalidad. En Ucrania es ilegal tener varias ciudadanías. “La múltiple ciudadanía es crítica para no perder a estos millones que se han ido”, afirmó Paul Grod, presidente del Congreso Mundial Ucranio, organización que asegura representar a más de 20 millones de personas en el mundo con ascendencia ucrania. “No podemos empujar a la gente que vive fuera a tener que elegir. Porque si viven en Estados Unidos o en Alemania, optarán por estas nacionalidades”, subrayó Grod.
El diputado Mikola Kniazhitskii, de Solidaridad Europea, criticó en septiembre al Gobierno cuando en mayo decidió negar los servicios consulares a los hombres en el exterior, obligándoles a volver a Ucrania para ello. “Tenemos a cientos de miles que pasan de renovar sus documentos ucranios”, dijo Kniazhitskii, “porque ahora tenemos a muchos que cuentan con dos documentos de identidad, como en Alemania, y básicamente rechazan el ucranio. Tenemos una verdadera catástrofe demográfica”.
Los representantes del Gobierno y de los partidos de la oposición Solidaridad Europea y Holos se enzarzaron en el debate del Centro de Prensa de Kiev en detalles que presagian que la múltiple ciudadanía no será pronto una realidad: se discutió sobre si un ucranio con doble nacionalidad debe tener derecho a comprar terrenos en Ucrania, si debe poder recibir una pensión si ha vivido en el extranjero, si debe poder tener derecho a ocupar un cargo público o qué controles debe pasar de los servicios de inteligencia para determinar que no es un espía ruso. Grod advirtió de que si la futura ley establece “una ciudadanía de primera clase y otra de segunda”, el proyecto está condenado al fracaso.
Mientras tanto, el tiempo corre rápido en contra de los intereses de Ucrania, como admitió Solomiia Bovrovska, diputada de Holos: “La generación que ha salido ahora de Ucrania, a diferencia de las anteriores, se asimila más rápido al país de acogida”. Son millones, sobre todo de mujeres jóvenes, que han reiniciado una nueva vida, con niños que llevan ya tres años escolarizados en otros países.
Las voces más radicales también añaden leña al fuego. Dmitro Korchinski, fundador del partido de ultraderecha Fraternidad, ha provocado este septiembre y octubre una agria polémica al defender a través de los medios la necesidad de prohibir la salida de los menores de edad de Ucrania para salvar al país: “Las madres de estos niños quieren aprovecharse de la maravillosa oportunidad que les ha dado la invasión [rusa] para recibir subsidios en países europeos”, ha asegurado este miércoles en Telegraf Korchinski: “La nación está perdiendo enormes cantidades de niños que no volverán y que no crecerán como ucranios”.
Dentro de las Fuerzas Armadas Ucranias también hay voces que reclaman rebajar la edad de movilización militar a los jóvenes de menos de 25 años, lo que múltiples analistas advierten que provocaría todavía más la salida de personas jóvenes del país. En una inusual intervención pública, Valeri Zaluzhni, excomandante en jefe del ejército ucranio y hoy embajador en Londres, afirmó en una conferencia del 3 de octubre que siempre se opuso a ello pese a las presiones que recibió: “Necesitamos que exista Ucrania de aquí a 20 y 30 años. Esta gente de entre 18 y 25 años son los que salvarán a nuestro país”.