Von der Leyen reprocha a Orbán su posición sobre Ucrania: “Paz no es sinónimo de rendición”
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se enfrentaba este miércoles a su gran némesis europea. Comparecía ante el Parlamento Europeo para exponer las prioridades de su presidencia del Consejo de la UE, pero ha sido la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, la primera en reprocharle su posición favorable a Rusia en la invasión de Ucrania: “Los europeos no tenemos una lengua europea, pero en ninguna lengua europea paz es sinónimo de rendición”, ha espetado en respuesta a quien comenzó su presidencia rotatoria con viajes a Moscú, Pekín y Mar-a-Lago, en Florida (Estados Unidos), donde vive el candidato republicano, Donald Trump, también próximo al autócrata ruso Vladímir Putin en una autodenominada “misión de paz”.
La sesión la ha abierto el ultraconservador Orbán, actor destacado de la pujante extrema derecha del Viejo Continente, con un discurso de perfil bajo en el que ha tocado el ramillete de temas habituales con el que suele para cargar contra “los burócratas de Bruselas”. No han faltado los recurrentes ataques las políticas medioambientales promovidas por la Comisión Europea para descarbonizar la economía, porque “hace perder [puestos de] trabajo”. Y ha defendido, también, la dependencia del gas ruso: “Prescindir de él es poner en riesgo la UE”. Un mensaje que choca frontalmente con el que emana de muchas capitales de los Veintisiete.
El jefe del Gobierno húngaro también se ha referido en Estrasburgo a la “crisis migratoria”, y no ha dudado en culpar a los migrantes de aumentar “el antisemitismo, la violencia contra las mujeres y la homofobia”. Su país tiene miles de millones de euros bloqueados por la Comisión Europea por impulsar políticas homófobas.
Bella Ciao, la respuesta de La Izquierda
Había expectación en el hemiciclo. Sus posiciones han soliviantado más de una vez a la Eurocámara, y tanto sus repetidas agresiones al Estado de derecho como su parsimonia contra la corrupción —ausentes en el discurso del ultra este miércoles— le han llevado a promover sanciones contra el Estado húngaro. Pero este Parlamento Europeo, surgido de las elecciones del pasado junio, es diferente de la que promovió esas declaraciones, que han llegado a calificar a Hungría como “una autocracia electoral”.
El reciente auge ultra ha llevado a que el propio grupo en el que se integra el partido de Orbán (Patriotas por Europa) a convertirse en el tercero por tamaño del Parlamento. Y eso se ha notado cuando, al acabar el discurso del líder magiar, los eurodiputados de La Izquierda han empezado a cantar Bella Ciao, histórico himno de la resistencia antifascista en Italia, con el posterior aplauso de sus partidarios.
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