Detenido en Tánger uno de los presos fugados de una cárcel portuguesa hace un mes
Un viaje a Marruecos de la pareja de Fábio Loureiro, alias Cigano, de 33 años, uno de los cinco presos fugados hace un mes de la prisión Vale de Judeus, en Portugal, ha sido la pista crucial para llevar a la primera detención de uno de los huidos. Loureiro paseaba por Tánger junto a un amigo cuando fue apresado en la noche del domingo por la policía, en una operación en la que han colaborado fuerzas portuguesas, españolas y marroquíes. La policía judicial lusa tenía bajo vigilancia a la pareja del preso, que cruzó al norte de África desde España.
Portugal solicitará ahora la extradición de Loureiro, que cumplía una condena de 25 años por tráfico de drogas, secuestro, pertenencia a organización delictiva y robo, entre otros delitos. Esta era la tercera estancia en la cárcel de Cigano, que ingresó por primera vez con 19 años y que siendo menor ya tuvo problemas con la policía por liderar una banda juvenil.
Fábio Loureiro se fugó junto a otros cuatro presos el pasado 7 de septiembre, en una operación facilitada por los errores cometidos en la vigilancia y funcionamiento de la prisión. Las cámaras de videovigilancia grabaron el momento de la huida, pero ningún funcionario estaba en ese momento atento a las imágenes.
Los cinco reclusos huyeron en horario de visitas, cuando los guardias estaban pendientes de la presencia de allegados de otros presos y aprovechando una escalera que les fue suministrada desde el exterior. El probable cabecilla de la evasión fue el argentino Rodolfo Lohrmann, alias El Ruso, un delincuente reclamado por la justicia de su país por participar en el secuestro y desaparición del estudiante Cristian Schaerer, un joven de 21 años que fue visto por última vez junto a su casa de Corrientes en 2003. A pesar de que su familia pagó 277.000 dólares (alrededor de 230.000 euros) como rescate, el joven nunca apareció. En Argentina fueron condenados varios participantes en el hecho, pero nadie dio pistas sobre el paradero de la víctima. La familia de Schaerer tenía esperanzas de que la extradición de El Ruso a Argentina, que había sido autorizada por Portugal para cuando hubiese cumplido la pena en el país, permitiese desvelar lo ocurrido con el estudiante.
La actividad delictiva de Rodolfo Lohrmann se ha desarrollado en medio centenar de países y se trasladó de América a Europa tras la desaparición de Schaerer, que aumentó la presión de la policía y la justicia argentinas sobre él. En 2016 fue detenido en Portugal por cometer varios asaltos bajo el nombre de José Luis Guevara Martínez. Su facilidad para fabricarse identidades falsas es similar a su habilidad para evadirse de prisiones.
Para lograr escapar del régimen penitenciario portugués, tras ser condenado a 18 años y 10 meses de cárcel, El Ruso logró que le trasladasen de la prisión de alta seguridad de Monsanto a la de Vale de Judeus, donde los presos tenían un régimen más relajado y donde se permitió a los huidos coincidir en las horas de patio.
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