El conflicto bélico
Hace más de diez años, Edward Luttwak sostuvo que mucha gente va a la guerra con cierto nivel de emoción. De acuerdo al analista, el enrolamiento en las fuerzas de combate provoca cierto fervor guerrerista. Esto fue expresado en una entrevista en México que tuvo el entusiasta título de Historia del Futuro. En ese encuentro también participaron el mexicano Silva Herzog (Andar y Ver: 2023), el historiador británico Eric Hobsbawm y Francis Fukuyama.
El autor del famoso libro El final de la historia y el último hombre habló del establecimiento del imperio de la ley para que las inversiones no huyan hacia otras economías. En otro tema, la historia misma probó que Fukuyama no estaba en lo correcto. Con todo, intentó reafirmar su teoría con una serie de artículos en The Atlantic. La historia ha continuado con sus crisis económicas, sus pandemias v sus guerras.
Como puede comprobarse, este enfoque que mencionamos de Luttwak es extremadamente original: no está en el tratado de Von Clausewitz (De la guerra) y no se encuentra en Sun Tzu (El arte de la guerra) para mencionar dos fuentes clásicas. Estos dos libros han sido estudiados en las escuelas de negocios de importantes universidades.
El consuetudinario belicismo se ha apoderado de enormes grupos étnicos que procuran ganar territorio. Ocurre en Medio Oriente donde las fuerzas armadas de grupos terroristas logran reclutar a fanáticos para su causa. Mientras tanto, en un distante lugar Putin muestra sus fuerzas en el vasto océano. La destrucción de ciudades es patente si te acercas a bordo de un caza Lockheed F-16.
Multimillonarias sumas son invertidas en la fabricación de armas. Muchos recurren al Complejo Militar Industrial para hallarle una explicación a la carrera armamentística. Como muestran los estrategas, las inversiones en tanques, buques y portaaviones surten su efecto en el terreno de batalla. El avance que se ha experimentado ha sido notorio. La guerra televisada de Irak no es la que tenemos hoy y alguno se pregunta por qué. El dramatismo de la guerra alcanza cotas muy altas. Todos los bandos quieren ganar y para ello harán todo lo que sea posible.
Atribulados por el trauma incesante, los ciudadanos temen las alarmas que avisan el ataque con misiles. En Ucrania Zelensky quiere nuevas armas. Las fuerzas ucranianas esperan nuevos drones. La comunidad internacional pone atención a lo que ocurre en todo momento.
Con un largo experticio en el terreno, está claro que Luttwak es uno de los especialistas más consultados en el tema. Por otro lado, tenemos a otros como Colin Powell que ha escrito sobre la guerra. Con páginas bien estructuradas, tenemos el libro de Oren Harari (nada que ver con Yuval), donde Powell es analizado en el aspecto del liderazgo, un acápite donde es especialista. Luttwak tiene un libro con el sugerente título: Golpe de Estado, un manual práctico. Otro libro de Luttwak muy famoso es TurboCapitalismo: Triunfadores y Perdedores en la Economía Global.
No hemos contabilizado la cantidad de opiniones en las redes sociales sobre la situación de la guerra. Lo que está claro es que algunas plataformas (pensemos en X), tienen una cantidad profusa de juicios sobre lo que ocurre en Ucrania y en Gaza. La discusión sobre la guerra (o las guerras, así en plural), llena a muchos medios en todas partes del mundo. Asimismo, la postura de los gobiernos sobre una situación que pone en peligro a muchos. Las fuerzas de Hezbollah lucen tener mucho poder. En el mapa de la guerra, la próxima administración de Estados Unidos deberá solucionar el problema. Y la decisión debe ser histórica (toda decisión lo es). Mientras escribo esto, aparece la noticia de un ataque iraní a territorio israelí con misiles. Al mismo tiempo, Hezbollah hacía lo mismo con el asombro de la comunidad internacional.
Para diseccionar el proceso guerrero, Luttwak ha publicado recientemente un artículo donde establece que las fuerzas de la OTAN deberían ayudar a Ucrania para que así Estados Unidos no pierda desastrosamente la guerra. Esto es una postura escandalosa que no todos querrán suscribir. Es más fuego a la madera.
Lo que pasa con la gente del Líbano llena los periódicos. Preguntamos cuando esto terminará. Como puede verse, resulta una visión que añade al fuego más gasolina. En el dramático caso ruso, para algunos analistas, no se debe «cuquear» a Putin que ha demostrado que trata con decisiones radicales (la misma de ir a la guerra es una). En la medida en que los días avanzan, las decisiones tienden a ser más radicales. La demostración de fuerza en el mar hace dos meses, nos indica que Putin amenaza con su poderío militar. El mundo no quiere el uso de misiles para atacar territorio ruso desde el lado ucraniano.
En un plano económico, otro aspecto de esta realidad guerrerista, si usamos una metáfora, tiene que con la pasada guerra comercial entre China y Estados Unidos. Eran los tiempos de gloria de la maniobra de Trump para quien ese tipo de guerra era manejable. En ella se usan los aranceles como armas y las regulaciones son los drones.
¿Quién ganó la guerra de comercio que pasó hace algunos años en la presidencia de Trump? Esto no tiene que ver con las soluciones de armas y avance de la retaguardia en terrenos inhóspitos bajo el fuego de las metrallas. Mas que todo, esto representa una guerra comercial que Zelensky no conoce mucho en sus variantes íntimas y económicas. En la carpeta de Xi Jinping este trauma ha permitido que la realidad del comercio entre los dos países sea manejada en términos de crisis. Para algunos otra guerra comercial podría complicar el escenario de la economía y la geopolítica. Con un nuevo presidente, luego de noviembre veremos que ocurrirá en el mundo comercial y sus millones de millones.
Termino con las palabras de Napoleón Bonaparte que fueron citadas por Richard Nixon en sus memorias: «China es un gigante dormido. Dejadlo dormir porque cuando despierte estremecerá al mundo». Es el testimonio de los que han ido a China. En el área comercial hemos encontrado una nación que no ha temido entrar a una guerra comercial. En los años de Reagan, los Estados Unidos comenzaron una avanzada de Defensa Estratégica en el marco de la guerra fría, la entonces llamada Guerra de las Galaxias. Muy recordada por las multitudes, esto nos acerca a la película de George Lucas de 1977.