Irán lanza su mayor ataque contra Israel con dos centenares de misiles
Israel ha lanzado en la tarde del martes un ataque con dos centenares de misiles sobre diferentes regiones de Israel en lo que supone el peor ataque de Teherán sobre el Estado judío jamás llevado a cabo. Las alarmas advirtiendo del peligro han saltado por todo el territorio, incluidas las ciudades de Jerusalén y Tel Aviv. Pronto se informó de algunos impactos en zonas habitadas, como en un edificio al norte de Tel Aviv, según medios locales, que elevan a unos 200 los proyectiles disparados. Se trata de la primera vez que el régimen iraní, que ha asumido la autoría del ataque, logra superar las defensas antiaéreas y golpear en núcleos urbanos de Israel. El golpe ha tenido lugar poco después de que Estados Unidos advirtiera de que era “inminente”.
El ejército anunció primero que se habían producido lanzamientos de misiles desde Irán mientras las sirenas saltaban por todo el país. Los responsables militares aseguran que harán todo lo posible por mantener a la población a salvo y pide que se obedezcan las recomendaciones de seguridad en diferentes zonas del país, según un comunicado. “Esté atento y actúe exactamente de acuerdo con las instrucciones”, ha señalado el portavoz castrense Daniel Hagari mientras llegaban instrucciones a los ciudadanos por diferentes medios como redes sociales y teléfonos móviles. “Cuando suene una alarma debe dirigirse a zona protegida y esperar allí hasta nuevas instrucciones”, ha añadido sin concretar posibles objetivos del ataque. Las autoridades israelíes anunciaron por la tarde el cierre del espacio aéreo, que volvió a ser abierto tras el ataque iraní.
Irán estaba lista para atacar Israel con misiles balísticos, según había advertido poco antes un alto cargo del Gobierno de EE UU, añadiendo de las “graves consecuencias” si eso llegaba a ocurrir. Este ataque supone un salto cualitativo en la escalada bélica que vive Oriente Próximo desde el pasado 7 de octubre.
El responsable estadounidense, que habló bajo la condición del anonimato, declaró que Washington apoya activamente los preparativos de defensa israelíes, un día después de que Israel comenzara una invasión “limitada” del sur de Líbano con el objetivo declarado de destruir la infraestructura que la milicia chií Hezbolá, respaldada por Irán, emplea para atacar el norte de Israel.
Un segundo alto cargo precisó que el ataque, que podría ocurrir en las próximas doce horas, podría alcanzar los niveles de agresión de los pasados 12 y 13 de abril, cuando Irán lanzó más de doscientos drones y misiles de crucero contra Israel como represalia contra el bombardeo de un recinto consular en Damasco. Aquel asalto sin precedentes no dejó muertos y sus daños fueron limitados: la mayoría de los proyectiles fueron derribados por una coalición encabezada por Estados Unidos.
Según el digital Axios, que cita una fuente occidental, en esta ocasión Irán tenía pensado emplear misiles balísticos capaces de alcanzar Israel en doce minutos, algo que, aparentemente, ha ocurrido por la rapidez de los impactos. Hace seis meses empleó misiles de crucero, más lentos y que conceden al país agredido más tiempo para interceptarlos.
Inmediatamente después de que Israel anunciara su invasión del sur de Líbano a última hora del lunes, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, confirmó que había conversado con su homólogo israelí, Yoav Gallant, con quien se muestra de acuerdo en la necesidad de destruir la infraestructura de Hezbolá. Austin también ha declarado el compromiso de Washington con la seguridad de Israel, y ha advertido a Teherán contra cualquier tentación de un ataque directo contra ese país aliado, mientras las tensiones en la región se encuentran en su peor momento desde el comienzo de la guerra de Gaza hace un año.
“El secretario y el ministro Gallant abordaron las graves consecuencias para Irán en el caso de que Irán decida lanzar un ataque militar directo contra Israel”, ha indicado el Pentágono en un comunicado.
Como medida disuasoria, Estados Unidos anunció el envío de varios miles de soldados más a Oriente Próximo para reforzar a las tropas que ya tiene destacadas allí. El despliegue elevará a cerca de 43.000 la cifra de militares estadounidenses desplegados en la zona. El Pentágono también doblará los aviones caza F-16, F-15 y F-22 de que dispone en la región. Además, ya se dirigía hacia el Mediterráneo el portaaviones Harry Truman, mientras que el Abraham Lincoln ha prorrogado un mes la misión que le mantiene desplegado en el golfo de Omán.
Máxima alerta en Israel
En una declaración grabada en vídeo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguraba poco antes del lanzamiento de los misiles desde Irán que su país afronta “graves desafíos” al enfrentarse contra Irán, pero no hizo mención específica a un posible lanzamiento de misiles.
Israel se colocó en máxima alerta tras la advertencia de EE UU, aunque, en un primer momento, no detectaron amenazas directas, según el ejército. La tensión que se vive recuerda a aquella noche del 12 al 13 de abril, cuando Teherán llevó a cabo su ataque con misiles y drones contra Israel, aunque entonces se anunció con varias horas la llegada a territorio israelí de los cohetes y los drones.
El portavoz militar israelí había advertido de que “el fuego iraní contra el Estado de Israel tendrá consecuencias”. Gallant y el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Herzi Halevi, se encuentran, en todo caso, siguiendo de cerca los acontecimientos, según fuentes ministeriales.
La Embajada de Estados Unidos en Israel había emitido una “alerta de alto nivel a sus empleados en Israel y los territorios palestinos” tras el aumento de la tensión “instándoles a que regresen a casa y estén preparados para entrar en un refugio antiaéreo”. La orden es similar a la emitida aquella noche de abril.
El temor a una respuesta sobre Israel por parte de Irán planea sobre la región, especialmente desde que el pasado 31 de julio fue asesinado en Teherán el máximo líder de Hamás, Ismail Haniya, en una operación que, como en otras ocasiones, Israel nunca ha reconocido, aunque lleva su sello. Que el régimen de los ayatolás cumpla su amenaza es algo que ha vuelto a ponerse sobre la mesa de manera más plausible en los últimos días tras los ataques sufridos por Hezbolá en Líbano, incluido el asesinato de su jefe, Hasan Nasralá.