Israel se dispone a lanzar una invasión terrestre “inminente” en Líbano, según altos cargos de EE UU
Israel va a lanzar de manera “inminente” una invasión terrestre contra el sur de Líbano, según han declarado responsables de este país a sus homólogos estadounidenses. Tendrá carácter “limitado”, con el objetivo de atacar las infraestructuras de la milicia chií Hezbolá en la zona tras dos semanas de bombardeos que han dejado más de mil muertos y llegado por primera vez este lunes al centro de la capital. Tras acumular tropas en la frontera y efectuar pequeñas incursiones en suelo libanés, el ejército israelí se dispone a iniciar lo que su ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha llamado este lunes “la próxima fase de la guerra contra Hezbolá”, que “comenzará pronto” y “será un factor importante para lograr el objetivo de la guerra: devolver a los residentes del norte a sus hogares”. La invasión solo puede agravar la crisis en Oriente Próximo y se multiplican los llamamientos diplomáticos a evitarla, mientras EE UU anuncia el envío de miles de tropas más a la región.
Los responsables israelíes han abordado sus planes de ofensiva terrestre con Washington, según ha confirmado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en su rueda de prensa diaria. En esas conversaciones, Israel ha informado a sus contrapartes de que se trata de “operaciones limitadas” centradas en la infraestructura de Hezbolá, ha agregado. “Nos han informado sobre una serie de operaciones, he visto informes sobre operaciones terrestres. Hemos mantenido algunas conversaciones con ellos sobre eso. Nos han dicho que son operaciones limitadas centradas en la infraestructura de Hezbolá, cerca de la frontera. Pero estamos en conversaciones continuas con ellos sobre el tema”, ha puntualizado Miller.
Washington trata de presionar a Israel para reducir el alcance de la operación y evitar que pueda quedar fuera de control o convertirse en una ocupación prolongada del sur de Líbano, como la que tuvo lugar entre 1982 y 2000, lanzada con el mismo objetivo público: alejar de la frontera al enemigo, entonces las milicias de la Organización para la Liberación de Palestina, y que acabó dando luz a Hezbolá.
Pero Washington no desautoriza la operación israelí. “A veces la presión militar puede respaldar la diplomacia. Pero la presión militar también puede llevar a errores de cálculo, y a consecuencias no nuscadas. Estamos en conversaciones con Israel sobre todos estos factores ahora mismo”, ha precisado Miller.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha vuelto a reiterar este lunes que el alto el fuego es la mejor solución a la crisis. Preguntado, durante una comparecencia ante los medios estadounidenses para hablar sobre las inundaciones de Carolina del Norte, si se sentía cómodo ante la posibilidad de una invasión, respondió: “Estoy más al tanto de lo que usted pueda imaginar, y me siento cómodo con que paren. Deberíamos tener un alto el fuego ya”.
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Washington mantiene constantes contactos con las autoridades israelíes y con otros aliados árabes y europeos en torno a la crisis, en la que se ha posicionado del lado de su aliado israelí aún con más claridad que durante la invasión de Gaza. El secretario de Estado, Antony Blinken, ha declarado este lunes, durante una conferencia del Departamento de Estado, que Washington seguirá colaborando con sus socios en la región y con todo el mundo para conseguir una solución diplomática. Según Miller, Blinken también ha conversado este lunes con su homólogo británico, David Lammy, tras haber tratado también con el francés Jean Noël Barrot el domingo.
Estados Unidos y Francia propusieron la semana pasada una tregua de 21 días que debería abrir la puerta a una negociación que resolviera la situación en la Línea Azul, la demarcación entre el norte de Israel y el sur de Líbano. Allí, las fuerzas israelíes y Hezbolá han intercambiado fuego desde el comienzo de la guerra en Gaza hace casi un año y más de 160.000 personas han tenido que abandonar sus hogares a ambos lados de la frontera. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respondió con un discurso incendiario en la Asamblea General de Naciones Unidas y la aprobación del asesinato del líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, el cénit de una intensa ofensiva que comenzó con la detonación de miles de buscas y walkie-talkies, dejó 550 muertos en su día más intenso y ha causado cientos de miles de desplazados. Los bombardeos han dejado en las últimas horas más de 120 muertos, una cifra similar a los muertos diarios en Gaza.
Barrot ha hecho este lunes desde Beirut un último llamamiento desesperado a evitar la invasión. “Insto a las partes a aprovechar [la propuesta de alto el fuego] ahora”, dijo en una conferencia de prensa en la capital libanesa. “Esta iniciativa todavía está sobre la mesa. Todavía hay esperanza, pero queda poco tiempo”, señaló al pedir a Israel “abstenerse de cualquier incursión terrestre” y pedir a ambas partes aceptar un “alto el fuego”.
El ministro de Defensa israelí no ha sido el único en hablar de una “próxima fase” del conflicto, en lo que parece una clara alusión a la incursión en territorio libanés, justo en una reunión con los alcaldes de las localidades fronterizas del norte de Israel, de donde hay evacuadas unas 66.000 personas. El ejército ha informado a última hora de la tarde que el responsable del Mando Norte del ejército israelí, Ori Gordin, ha aprobado recientemente “los planes para los próximos días”, después de que la Brigada 188 ―que ha combatido durante meses en Gaza― realizase “entrenamientos cerca de la frontera norte y en la sede del mando” y las denominadas unidades de defensa comunitaria realizasen simulacros para responder a varias posibilidades, como una infiltración de milicianos de Hezbolá, similar al ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, o el lanzamiento masivo de proyectiles.
Mientras las tensiones siguen en aumento, el Pentágono ha movilizado a más fuerzas armadas estadounidenses ante un posible despliegue. “El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha aumentado las órdenes de preparación para un despliegue a fuerzas adicionales estadounidenses, para responder a diversas contingencias”, ha declarado la portavoz, Sabrina Singh. Esas fuerzas, ha precisado, se cifran en miles y abarcan una “amplia gama de capacidades y misiones”.