Más de 15 muertos en el centro de Europa por las inundaciones causadas por la borrasca Boris

La borrasca Boris a su paso por Europa central ha causado al menos 15 muertos, desde Austria hasta Rumania. El temporal ha desbordado varios ríos, ha anegado decenas de pueblos, ha forzado a evacuar a decenas de miles de personas, y ha obligado a cerrar fábricas y almacenes en varios países del continente. Se trata de las peores inundaciones en al menos dos décadas. Entre los países más afectados se encuentran Rumania, Polonia, Austria y República Checa. Las autoridades centrales y locales de varios países en el centro del continente se preparan para una nueva crecida de las aguas.

En Rumania, las inundaciones han matado al menos a seis personas durante el fin de semana. Un bombero austriaco murió el domingo. En Austria, además, dos hombres de 70 y 80 años fueron encontrados ahogados en sus casas, según informó el lunes un portavoz de la policía. En Polonia, la agencia estatal de noticias PAP informó de cinco muertes. En la República Checa una persona se ha ahogado en el río Krasovka, en el noroeste del país, mientras que otras siete permanecen desaparecidas, informó este lunes el jefe de la policía, Martin Vondrásek.

Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, comunicó a través de la red social X que su país está dispuesto a ayudar a los vecinos europeos afectados por las inundaciones. También dijo que los niveles de agua están subiendo en Alemania, “amenaza a personas, animales y hogares” y se está vigilando “de cerca” la situación. “Me gustaría agradecer a todos los socorristas y voluntarios que están dispuestos a ayudar a los ciudadanos”, señaló Scholz.

Algunas autoridades han empezado a calcular el coste de los daños sufridos, mientras y otras se preparan para una nueva crecida de las aguas. Las zonas fronterizas entre la República Checa y Polonia se vieron gravemente afectadas durante el fin de semana por las fuertes lluvias registradas desde la semana pasada y la crecida del nivel del agua, que derrumbó algunos puentes, obligó a evacuaciones y dejó un rastro de destrucción.

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El Gobierno polaco tiene previsto declarar este lunes el estado de catástrofe natural. Michal Piszko, alcalde de la ciudad polaca de Klodzko, junto a la frontera checa, dijo que las aguas habían retrocedido, pero que se necesita ayuda. “Necesitamos agua embotellada y provisiones secas, porque también hemos habilitado un punto para las víctimas evacuadas de las zonas inundadas”, declaró a la emisora privada RMF FM. “Los niños no irán a la escuela hasta el final de la semana. De momento, la mitad de la ciudad no tiene electricidad”. La ministra polaca de Educación, Barbara Nowacka, declaró que se habían cerrado unas 420 escuelas en cuatro provincias. En la ciudad de Nysa, al suroeste de Polonia, se evacuó un hospital.

En la ciudad checa de Jesenik, al otro lado de la frontera polaca, donde las inundaciones arrasaron la ciudad el domingo, las tareas de limpieza empezaron después de que las aguas retrocedieran para mostrar coches dañados y escombros amontonados en las calles.

Daños causados en una vivienda en Jesenik (República Checa), este lunes.
Daños causados en una vivienda en Jesenik (República Checa), este lunes. David W Cerny (REUTERS)

En el este de Rumania, donde pueblos y ciudades quedaron sumergidos durante el fin de semana, Emil Dragomir, alcalde de Slobozia Conachi, declaró al canal de televisión Digi24 que las inundaciones habían tenido un impacto devastador. “Si estuvieras aquí llorarías al instante porque la gente está desesperada, el trabajo de toda su vida ha desaparecido, había gente que se había quedado solo con la ropa que llevaba puesta”, declaró.

Ciudades en alerta

Mientras las aguas desbordadas de los ríos de la zona fronteriza checo-polaca empezaban a retirarse el lunes, las inundaciones se ampliaban y dejaban en alerta a las ciudades más grandes. Jacek Sutryk, alcalde de Breslavia, dijo que la ciudad, de unos 600.000 habitantes, se estaba preparando para que el nivel de las aguas alcanzara su punto máximo el miércoles. “Esta ola alta pasará por Breslavia durante varios días”, afirmó. Esta ciudad aun recuerda la catastrófica inundación de 1997 que la sumió en el desastre durante varios días.

En la República Checa, la crecida del río Morava situó durante la noche a Litovel, una ciudad a 230 km al este de la capital, Praga, con una población de casi 10.000 habitantes, en torno al 70% bajo el agua y cerró escuelas e instalaciones sanitarias, según dijo su alcalde en un vídeo en Facebook. Las inundaciones en Ostrava, capital regional del noreste de la República Checa, obligaron a cerrar una central eléctrica que suministraba calefacción y agua caliente a la ciudad, así como dos plantas químicas. Más de 12.000 personas han sido evacuadas en la República Checa. Un cuarto de millón de hogares checos se habían quedado sin electricidad durante el fin de semana, aunque esa cifra había descendido a 118.000 el lunes, según informó la agencia de noticias CTK.

Daños causados tras las fuertes lluvias caídas en Jesenik (República Checa), el 15 de septiembre.
Daños causados tras las fuertes lluvias caídas en Jesenik (República Checa), el 15 de septiembre. David W Cerny (REUTERS)

El ministro del Interior húngaro, Sándor Pintér, declaró que el Gobierno de Budapest estaba totalmente preparado para actuar y que, por el momento, los esfuerzos se centraban en mantener el río Danubio y sus afluentes dentro de sus márgenes. Pintér dijo que hasta 12.000 soldados estaban preparados para ayudar en caso necesario.

La capital eslovaca, Bratislava, y la húngara, Budapest, también se preparaban para la crecida del Danubio. En Austria, el nivel de los ríos y embalses descendió durante la noche al amainar la lluvia, pero las autoridades dijeron que se preparaban para una segunda oleada, ya que se esperaban lluvias más intensas en las próximas horas.

Además de las víctimas mortales, los daños económicos también son notables y están todavía por cuantificar. Fábricas y almacenes de toda Europa central se han visto obligados a suspender este lunes sus líneas de producción. En Ostrava —una ciudad industrial de 290.000 habitantes en el noreste de la República Checa—, la planta química BorsodChem ha sido cerrada, dijo un portavoz de la compañía, parcialmente propiedad del grupo chino Wanhua Chemical.

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