La carrera con la reforma fiscal
El gobierno anunció ayer una ambiciosa reestructuración en sus operaciones, que incluirá fusiones y eliminaciones de entidades públicas, entre ellas ministerios, además de políticas de austeridad en los gastos gubernamentales y la congelación de la nómina estatal retroactivo a agosto de 2024.
Esta medida forma parte de la reforma fiscal exigida por agencias internacionales como condición para sostener el crecimiento económico y garantizar el pago de la deuda pública.
Para su implementación, el gobierno necesitará la aprobación del Congreso Nacional en el 80 % de las iniciativas, lo que anticipa un intenso debate cuando el Ejecutivo someta el proyecto ante la consideración de los legisladores.
Como toda reestructuración, esta conlleva riesgos e incertidumbres. No están claros aspectos claves, como el destino de los empleados de las agencias que serán fusionadas o eliminadas, un tema que debe ser aclarado.
Aunque el presidente Luis Abinader ha señalado que se buscará minimizar el impacto, es evidente que habrá consecuencias y que ha iniciado una carrera larga, que nos dejará extenuados.