Las tasas de interés, ¿cuándo bajarán?
Hace unos días, Daniel me llamó por teléfono. Su voz entrecortada revelaba su honda preocupación. El banco le notificó un aumento de la tasa de interés de su préstamo hipotecario. La noticia le sorprendió, pues el Banco Central había reducido en 25 puntos básicos la tasa de interés de referencia, la cual influye directamente sobre las demás tasas de interés del mercado financiero.
Lamentablemente, el préstamo de Daniel no es el único caso que ha sufrido un incremento de la tasa de interés, lo cual implica una mayor cuota de pago mensual. De acuerdo con los datos que recopila y publica el Banco Central, la tasa de interés activa promedio ponderado de la banca múltiple durante los primeros 12 días de septiembre subió 31 puntos básicos respecto al mes anterior y se colocó en 15.78%. Peor aún, el nivel actual de esa tasa es 337 puntos básicos superior a la tasa activa promedio ponderado de junio de 2023, cuando se situó en 12.41% como reacción a la inyección de liquidez de casi 200 mil millones de pesos a tasas de interés no superiores al 9% que realizó el organismo emisor a través de la banca.
La tasa de interés pasiva promedio ponderado también registró un movimiento ascendente. Al comparar dicha tasa con la de agosto, se observa un incremento de 48 puntos básicos, variación que la situó en septiembre en 10.54%. Respecto a junio del año pasado, cuando hubo abundante liquidez en el mercado financiero, la tasa de interés pasiva aumentó en 104 puntos básicos.
La comparación entre la evolución de la tasa de interés interbancaria y la tasa de referencia revela la existencia de una anomalía. Desde el inicio de la política monetaria basada en metas de inflación hasta febrero de 2020, la distancia promedio entre ambas tasas de interés fue de 89 puntos básicos; sin embargo, desde diciembre de 2023 se observa un divorcio entre las tasas que ha llegado en septiembre de este año a una distancia de 626 puntos básicos. Lo peor es que, a pesar de que el Banco Central redujo en agosto pasado la tasa de referencia en 25 puntos básicos, en lo que va de septiembre la tasa de interés interbancaria se ha incrementado en 10 puntos básicos y se ha situado al 12 de septiembre en 13.01%.
El comportamiento de las tasas de interés refleja un apriete de las condiciones monetarias. Desde finales de agosto hasta el 9 septiembre de este año, los principales agregados monetarios registraron variaciones negativas. La venta de reservas internacionales como instrumento para estabilizar la tasa de cambio reduce la liquidez. Entre el 24 de julio y el 9 de septiembre de 2024 se perdieron reservas internacionales por más de 729.8 millones de dólares, reducción que en parte se explica por intervenciones del Banco Central en el mercado cambiario, lo que disminuyó la liquidez del sistema financiero.
La condición monetaria actual, caracterizada por elevadas tasas de interés en términos reales -que se obtienen al ajustar las nominales por la inflación esperada-, impacta negativamente sobre el crecimiento de la demanda agregada. A mayor tasa de interés, menor es el ritmo de crecimiento del consumo y menor es la inversión, en particular en el sector de la construcción. Conviene recordar que dicha actividad tiene una ponderación de casi un 15% en el producto interno bruto; en consecuencia, como le vaya al albañil, le irá a todo el país.»
Si las autoridades quieren reducir la tasa de interés, pueden aprovechar la brecha que se abre en el entorno internacional. La semana pasada el Banco Central Europeo redujo, por segunda ocasión desde junio, la tasa de interés de política monetaria para estimular el crecimiento económico. Esta semana, la Reserva Federal de Estados Unidos iniciará su ciclo de rebaja de la tasa de interés de referencia probablemente con un recorte de 25 puntos básicos, aunque el mercado apuesta por una disminución de 50 puntos básicos. Sea cual sea la decisión de dicha autoridad monetaria, se crea un espacio de maniobra adicional al Banco Central para la adopción de medidas monetarias que reduzcan la tasa de interés.
Dado que en economía no hay almuerzo gratis,» es preciso advertir que la flexibilización monetaria presionará hacia arriba la tasa de cambio del peso respecto al dólar. Basta con observar el comportamiento de esa variable en los meses siguientes a marzo de 2020 y de mayo de 2023 para inferir que un programa de inyección de liquidez, como los aprobados en esos meses, elevará la cotización del dólar en el mercado cambiario nacional.
A 13 de septiembre, la tasa de cambio de venta del mercado spot se situó en 60.09 pesos por dólar. Al comparar con el 29 de diciembre de 2023, se obtiene como resultado una variación acumulada del 3.2% y, si se computa respecto al mismo día de septiembre de 2023, se obtiene una variación del 5.6%. A pesar de que se encuentra por encima del promedio histórico calculado desde 2005, la realidad es que el ritmo de depreciación del peso no es preocupante. Tampoco lo sería si la tasa de cambio cerrase en diciembre en 61 pesos por dólar, pues sería compatible con el rango meta de inflación y el anclaje de las expectativas.
Hay que evitar medidas que alimenten la volatilidad macroeconómica. Si las autoridades monetarias decidiesen inyectar liquidez para bajar las tasas de interés, pero al mismo tiempo quieren reducir el nivel de la tasa de cambio o contraer su ritmo de depreciación mediante la venta de reservas internacionales, se reduciría nuevamente la liquidez y, por consiguiente, las tasas de interés volverían a subir, lo cual perjudicaría a Daniel y a muchos más. El resultado de la política periódica de inyección y extracción monetaria será un aumento de la volatilidad tanto de la tasa de cambio como de las tasas de interés. La incertidumbre provocada por la mayor volatilidad impactaría negativamente la actividad económica y reduciría la probabilidad de que se pudiera alcanzar el ritmo de crecimiento económico proyectado del 5%.
El comportamiento de las tasas de interés refleja un apriete de las condiciones monetarias. Desde finales de agosto hasta el 9 septiembre de este año, los principales agregados monetarios registraron variaciones negativas. La venta de reservas internacionales como instrumento para estabilizar la tasa de cambio reduce la liquidez.