Alberto Fujimori está en delicado de salud
El expresidente peruano Alberto Fujimori, de 86 años y quien fue excarcelado en diciembre, está delicado de salud tras su último tratamiento de radioterapia contra el cáncer, informó el miércoles una fuente allegada a la familia.
«Está delicado», dijo la fuente a la AFP, que pidió conservar el anonimato tras confirmar que su estado no es favorable.
De su lado el vocero del partido fujimorista Fuerza Popular, Miguel Torres, dijo a la prensa que el exmandatario «está pasando por un momento difícil» y pidió a sus seguidores «orar por el presidente» que gobernó entre 1990 y 2000.
El 14 de julio su hija Keiko anunció que el líder de derecha postularía a la presidencia en las elecciones de 2026, tras salir de prisión bajo un indulto humanitario cuando cumplía una condena de 25 años por violaciones de derechos humanos.
Fujimori estuvo preso por 16 años en una cárcel para exmandatarios en el este de Lima.
«En nombre de la familia queremos agradecer las muestras de preocupación. El presidente está luchando» por su vida, declaró a periodistas Alejandro Aguinaga, su médico de cabecera.
A la vivienda del distrito limeño de San Borja, donde vive junto a su hija Keiko Fujimori, llegó un sacerdote católico, según las mismas fuentes.
Fujimori fue captado públicamente el jueves pasado cuando salía de una clínica en el distrito de Miraflores donde se hizo una tomografía, según reveló él mismo.
Fujimori apareció en silla de ruedas
En esa ocasión, Fujimori apareció en silla de ruedas, acompañado de sus hijos Keiko y Kenji Fujimori.
La presidenta peruana, Dina Boluarte, expresó su «preocupación» por la salud del expresidente a través de las redes sociales.
- En mayo pasado, Fujimori comunicó que le fue detectado un tumor maligno en la lengua, tras padecer por más de 27 años una lesión cancerígena en el mismo órgano.
- De origen japonés, gobernó Perú con mano de hierro y logró derrotar a la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, cuyos principales líderes fueron apresados.
- Fue condenado a 25 años de prisión por dos matanzas de civiles perpetradas por un escuadrón del ejército en el marco de la lucha contra Sendero Luminoso a principios de la década de 1990.