La lucha de Ivan Corretja contra la ITF que rechaza el paratenis
El tenista español Ivan Corretja, campeón del mundo de tenis adaptado de pie, aseguró que la Federación Internacional de Tenis (ITF) se ha quedado «obsoleta» en materia de inclusión de nuevos torneos para personas con discapacidad, acomodándose con el actual éxito de la disciplina en silla de ruedas.
Disputado por primera vez en los Juegos Paralímpicos de Barcelona en 1992, el tenis en silla de ruedas es uno de los deportes adaptados más populares, algo que se demostró en París-2024, donde el abundante público estuvo totalmente entregado desde las gradas de Roland Garros.
Más de treinta años después de su oficialización, esta disciplina se juega en los cuatro torneos de Grand Slam y el ITF Tour de Tenis en Silla de Ruedas incluye más de 150 eventos.
«La ITF ha hecho un gran trabajo con la silla de ruedas hace muchos años. Y ahí está la demostración, tiene muy buena aceptación. Pero la verdad es que se han quedado obsoletos», declaró Ivan Corretja, presidente de la asociación Para-Standing Tennis, el sábado a la AFP desde Nueva York.
Mientras que en otros deportes existen varias categorías para acomodar distintas discapacidades, «los jugadores de tenis solo tienen la opción de jugar en silla de ruedas», lamentó el español.
Presionar para oficializar
«Imagínate que en los Juegos Paralímpicos el atletismo solo se hiciera en silla de ruedas. No tiene sentido, ¿no? Simplemente le pedimos a la ITF que regularice, que dé una oficialidad» al tenis adaptado de pie, explicó Corretja.
El deportista, que se proclamó ganador en la categoría PST2 del Campeonato Mundial de Para-Standing 2024 -reconocido por la ITF-, trabaja sin descanso por que las nuevas generaciones puedan competir «con un ranking, con un calendario y estableciendo las diferentes categorías de discapacidad».
Lo suyo con el tenis viene de familia: su hermano, Álex Corretja, llegó a ser número dos del mundo del ranking ATP, doble finalista de Roland Garros, y es actualmente una de las caras más reconocibles de este deporte en España, debido en parte a su papel como comentarista en Eurosport.
Cuando aún eran niños, los dos hermanos formaban una pareja de dobles que ya apuntaba a lo más alto. Sin embargo, cuando estaba a punto de cumplir 15 años, Ivan Corretja sufrió un accidente de tráfico por el que perdió su pierna izquierda, por debajo de la rodilla.
El barcelonés, que seguía soñando con el deporte de alto nivel y con participar en unos Juegos Paralímpicos, pasó un tiempo alejado del deporte que tanto amaba, intentando encontrar una manera de retomar la competición.
Misma respuesta que hace 37 años
El viernes, Corretja formó parte de un pequeño torneo por invitación durante el Abierto de Estados Unidos, que reunió a ocho tenistas con discapacidades físicas que juegan sin utilizar silla de ruedas.
«Es muy ilusionante, la repercusión que tiene cuando juegas aquí es mucho mayor que cualquier otra cosa que nosotros hagamos», explicó el tenista, considerando que la inclusión de la disciplina adaptada de pie «tiene que caer por su propio peso».
La ITF, contactada por la AFP, indicó en un comunicado que «para entender si se debe considerar la adopción de otras categorías», deben llevar a cabo una «investigación adecuada sobre el número de atletas y sus niveles de competición, así como el número de países implicados».
Actualmente, la Para-Standing Tennis tiene identificados a más de 400 jugadores en más de 30 países.
«Yo les dije, ‘cuando empezasteis con el tenis en silla de ruedas, no teníais jugadores, casi no había chicas que jugasen. Y poco a poco habéis logrado que esto avance'», aseguró Corretja.
«Aquí, en el US Open, he jugado con un chaval de 17 años, con la misma discapacidad que yo, y dices ‘este chico podría jugar unos Juegos perfectamente'», agregó.
«Y es una lástima, que si este chico llama hoy a la Federación Internacional de Tenis, le dan la misma respuesta que me dieron a mí hace 37 años, que es: No. Tienes que jugar en silla de ruedas».
Algo imposible para un jugador que tenga, por ejemplo, un brazo amputado, al no poder manejar a la vez la silla y la raqueta.
AFP/Por Helena GISBERT SANCHEZ