Israel cierra su frontera con Jordania tras la muerte a tiros de tres ciudadanos en un ataque
Los tentáculos de la guerra, que enfila ya su duodécimo mes, han alcanzado este domingo la frontera entre Palestina y Jordania en el paso conocido como Puente de Allenby (que recibe también el nombre de Puente Rey Huseín), controlado por Israel dentro de la Cisjordania ocupada. Allí, un ataque perpetrado por un hombre armado llegado en camión desde el lado jordano ha acabado con la vida de tres israelíes empleados en la zona de paso e inspección de camiones, según la versión de las autoridades de ese país. El Gobierno de Benjamín Netanyahu ha decretado el cierre de ese paso y los otros dos que llevan al país vecino. El atacante, de nacionalidad jordana, según las autoridades del Estado judío, fue abatido por agentes israelíes.
Es la primera vez que tiene lugar un ataque en esa zona, ubicada a media docena de kilómetros al este de Jericó y cerca del mar Muerto, desde que el 7 de octubre de 2023 comenzara la actual contienda. Netanyahu ha condenado los hechos al comienzo de una reunión gubernamental al tiempo que ha hecho un llamamiento a la unidad y a la imposición de la vía militar en un momento en el que no dejan de crecer las manifestaciones contra él en la calle pese a que los sondeos de intención de voto no le son desfavorables.
El lugar del incidente, bajo estrictas medidas de seguridad israelíes, se ubica a medio camino en la carretera que lleva de Jerusalén a Amán, la capital jordana. Se trata de un punto esencial para el abastecimiento no solo de los israelíes, sino también de los palestinos, que dependen del control que ejerce Israel para que les llegue cualquier tipo de bien de importación. De hecho, el ataque ha tenido lugar en la terminal de camiones desde donde llegan mercancías a Cisjordania y desde donde algunos convoyes, previo permiso israelí también, avanzan camino de Gaza. El Puente de Allenby es la única salida que la ocupación israelí deja a los palestinos para salir hacia Jordania desde Cisjordania.
“Lo que impide la destrucción de nuestro pueblo, como en tiempos anteriores, es la fuerza del Estado de Israel y el poder del ejército: el espíritu de heroísmo de nuestros soldados, los oficiales de policía, los hombres y mujeres de nuestras fuerzas de seguridad, el supremo sacrificio de nuestros héroes caídos y la resistencia de nuestro pueblo, marcan la diferencia”, ha dicho Netanyahu, según palabras transmitidas a los medios desde su oficina. “Cuando nos mantenemos unidos, nuestros enemigos no pueden vencernos. Por lo tanto, su principal objetivo es dividirnos y sembrar la discordia entre nosotros”, ha añadido el mandatario.
Un funcionario fronterizo jordano ha explicado que al menos dos docenas de camioneros jordanos que se encontraban en la zona de descarga han sido detenidos por el ejército israelí para ser interrogados, informa la agencia Reuters. El ejército de Israel afirma que el atacante llegó en un camión y disparó tras descender del vehículo antes de ser abatido.
A través de redes sociales, los portavoces castrenses han mostrado la pistola con la que aseguran llevó a cabo el asesinato de los tres empleados de una empresa de seguridad privada mientras se llevaba a cabo una inspección de la carga. Los tres serían colonos de residentes en asentamientos de la Cisjordania ocupada, según la prensa israelí. Las autoridades de Amán están investigando lo ocurrido, mientras que los grupos radicales palestinos Hamás y Yihad Islámica han celebrado el ataque.
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Se trata de una “respuesta natural al holocausto llevado a cabo por el enemigo sionista nazi contra nuestro pueblo en Gaza y la Cisjordania ocupada, y sus planes para la judaización de la mezquita de Al Aqsa”, ha señalado Hamás en un comunicado refiriéndose a la actual contienda y a la propuesta del ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, de impulsar una sinagoga en la Explanada de las Mezquitas de la ciudad vieja de Jerusalén, un lugar sagrado para los musulmanes.
En sus palabras, el primer ministro de Israel ha vuelto a poner el foco en Irán, a quien acusa de ser el origen de la violencia que envuelve a la región, especialmente como padrino de la milicia libanesa Hezbolá y el grupo fundamentalista palestino Hamás. “Estamos rodeados por una ideología asesina dirigida por el eje del mal de Irán. En los últimos días, terroristas abominables asesinaron a sangre fría a seis de nuestros rehenes [en Gaza] y a tres oficiales de la policía de Israel [en la Cisjordania ocupada]. Los asesinos no hacen diferencias entre nosotros. Quieren asesinarnos a todos, a derecha e izquierda, laicos y religiosos, judíos y no judíos, hasta el final”, ha comentado el mandatario.
La actual guerra mantiene frentes directos abiertos en Gaza y en la frontera norte con Líbano. El Estado judío mantiene también serias diferencias por el control de la frontera de la Franja palestina con Egipto. Asimismo, mantiene una guerra en la distancia con Teherán, donde fue asesinado el mes pasado el máximo jefe de Hamás, Ismail Haniye. Israel e Irán, además, se atacaron mutuamente con misiles el pasado abril. Ahora, el ataque de este domingo traslada la contienda a la frontera con otro vecino, Jordania.
El próximo 7 de octubre se cumple un año desde que Hamás asesinara en territorio israelí a unas 1.200 personas y secuestrara a 250, según las autoridades locales. La reacción militar del Estado judío ha acabado ya con la vida de casi 41.000 personas en Gaza. Desde hace meses se trata de conseguir un alto el fuego con ayuda de varios países que ejercen de negociadores entre las partes.
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