Princesa Isabel causa intriga al ser vista con joven en boda
La princesa Isabel, de 22 años y heredera al trono de Bélgica, ha suscitado comentarios en su país al dejarse fotografiar este fin de semana en una boda del brazo de un joven desconocido para el gran público que, según la prensa local, es sólo un conocido y no su pareja sentimental.
Las imágenes, difundidas por la web Notele, corresponden a un enlace celebrado este sábado en el municipio de Frasnes-lez-Anvaing, en la provincia belga de Hainaut.
Se trataba de la boda de dos amigos cercanos de la princesa: Henry de Spoelberch (25), uno de los herederos de la multinacional cervecera AB InBev, y la condesa Caroline de Lannoy (23), cuya tía Stéphanie está casada con el Príncipe Heredero Guillermo de Luxemburgo y eventualmente se convertirá en gran duquesa del Principado.
La princesa Isabel, que tras recibir formación militar y graduarse recientemente en Oxford, pronto viajará a Estados Unidos para continuar sus estudios con un máster en Harvard en políticas públicas, acudió a la fiesta antes de poner rumbo a América.
Lucía un vestido estival rojo de Victoria Beckham con escote de pico, diadema Emily London y sandalias marrones de tacón, así como unos pendientes Sézane y bolso de Diane von Furstenberg que tomó prestados de su madre, la reina Matilde, según la experta en moda real Jelka Van Duyse de la web especializada Garderobe Royale.
Salió de la iglesia del brazo de un joven como pareja, ambos sonrientes, sin que oficialmente la Casa Real haya comunicado la identidad del varón ni la relación que mantiene con la heredera al trono del país.
Según los diarios Sudinfo y Hat Laaste Nieuws, el caballero rubio con chaqué y gafas que acompañaba a la hija del rey Felipe de los belgas al salir de la inglesa de Avaing era el conde Rodolphe d’Yve de Bavay, de 26 años, oriundo de la localidad belga de Villers-devant-Orval y licenciado en Economía y Comercio en la Universidad de Maastricht en 2021.
El aristócrata, a cuya familia ascendió a la nobleza Carlos V en 1540 y cuyo padre dirige una empresa de explotación forestal, vive en Londres, donde trabaja como consultor estratégico para la multinacional Amazon.
El periódico Hat Laaste Nieuws precisa que es «una coincidencia» que ambos abandonaran juntos la iglesia y subraya que no son pareja, aunque se conocen, lo que no es extraño entre las familias aristocráticas.
Ambos están incluso relacionados familiarmente si se remonta el árbol genealógico seis generaciones, pues los dos descienden del banquero y senador Mosselman du Chenoy (1804-1876), bisabuelo de la reina Paola.