Daniel sancho condenado a cadena perpetua en tailandia
El español Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta, fue trasladado este viernes a la prisión de Surat Thani, un penitenciario para presos con penas altas, un día después de su sentencia.
Sancho ya ha abandonado la cárcel de la isla de Samui, donde se encontraba desde que entró en régimen provisional el 7 de agosto de 2023, cinco días después del crimen, para instalarse en el penitenciario de Surat Thani, en territorio continental a unos cien kilómetros de distancia, según confirmaron a EFE varias fuentes.
El español, de 30 años, ha tenido que realizar un trayecto que incluye un viaje en barco de unas dos horas y media y dos desplazamientos por carretera en furgón blindado, desde el penitenciario de Samui hasta el puerto y desde este hasta la cárcel de Surat Thani, en la provincia homónima a la que pertenece Samui.
El mismo Sancho había afirmado a EFE durante una visita a la cárcel de Samui alrededor de las 13.45 horas del viernes (06.45 GMT) que su traslado a Surat Thani era «inminente«.
Si bien el condenado solicitó ayer al juez tras conocer el fallo quedarse en Samui, centro para presos con penas inferiores, el magistrado anticipó que «la ley no lo permite».
La sentencia, a la que tendrán acceso las partes en unos 10 días, sostuvo que Sancho asesinó a Arrieta con premeditación, por lo que fue inicialmente condenado a la pena de muerte, reducida a cadena perpetua por la «colaboración beneficiosa» del español en el proceso y el «trabajo de la defensa».
El juez, además, halló a Sancho culpable de los otros dos delitos de los que estaba acusado: el descuartizamiento de Arrieta, de 44 años, y robo de documentación ajena, por el pasaporte de la víctima.
Surat Thani, masificada
La cárcel de Samui en la que se encontraba Sancho es considerada «amable» en Tailandia por su baja densidad y sus medidas de seguridad más laxas, pero el centro no aloja a presos condenados a más de 15 años de cárcel.
Por su parte, el presidio de Surat Thani acoge a reos con castigos desde los 15 años hasta la pena de muerte, tiene un módulo de alta seguridad y dos áreas comunes para presos, según indica su página web.
Contactada por EFE, desde la prisión declinaron especificar en qué zona será instalado Sancho e indicaron que hay otros reos extranjeros, también de Europa.
La cárcel de Surat Thani padece según algunos informes de «masificación«, y está unas diez veces más poblada que la de Samui, con 4.730 prisioneros y 626 prisioneras, según cifras del Departamento de Correccionales.
En una zona despoblada y rodeada de campos de cultivo, la prisión cuenta con instalaciones nuevas, inauguradas en febrero de 2023, a unos 15 kilómetros al este de la ciudad de Surat Thani (más de 600 kilómetros al sur de Bangkok).
Apelaciones
Sancho, hijo del actor español Rodolfo Sancho y de la analista de inversiones Silvia Bronchalo, confesó inicialmente el crimen pero después y durante el juicio mantuvo que la muerte de Arrieta, con quien quedó en la isla tailandesa de Phangan el día de los hechos, se debió a un accidente.
Ambos progenitores visitaron hoy a su hijo en la prisión de Samui antes de que fuera traslasdado a Surat Thani.
El español aún puede presentar dos recursos, uno al Tribunal de Apelaciones y otro al Supremo de Tailandia, antes de que la condena se firme, algo que ya adelantaron que harían sus asesores legales.
El español fue condenado el jueves también a pagar una indemnización a la familia de Arrieta de 4 millones de bat (casi 119.000 dólares o alrededor de 107.000 euros).
El pago de la compensación es una condición sine qua non para que Sancho pueda pedir el traslado a España, para lo que existe un convenio de 1987 y algo que solo es posible una vez haya condena firme.
Prácticamente desconocido hasta que saltó a los medios el suceso, el español, también nieto del actor Sancho Gracia, se formaba para chef y trabajaba como relaciones públicas cuando conoció a Arrieta, cirujano colombiano, a través de las redes sociales meses antes del crimen. EFE