US Open: Jannik Sinner sale airoso en su primer partido
Jannik Sinner admitió que tenía curiosidad sobre cómo iba a reaccionar el público el martes, en su debut en el Abierto de Estados Unidos.
Si alguien abucheó desde las gradas del estadio Arthur Ashe al italiano, nadie se dio cuenta.
Después de todo, no había muchas personas presentes cuando el nombre del número uno del mundo fue anunciado previo a su primer partido desde que trascendió que dio positivo por dopaje hace una semana.
De menos a más, Sinner acabó llevándose una victoria 2-6, 6-2, 6-1, 6-2 ante el estadounidense Mackie McDonald para acceder a la segunda ronda en Flushing Meadows.
«Tenía curiosidad por ver cómo sería la reacción de los fans, pero ha sido muy positiva», indicó Sinner. «Quedé muy contento con el apoyo, jugando contra un estadounidense es un poquito diferente.
«Estoy satisfecho con la manera en la que he manejado la situación, no ha sido fácil», agregó. «Pienso que hay muchas cosas positivas que sacar del día de hoy y ahora a ver qué me espera en la siguiente ronda».
Sinner volverá a toparse contra un estadounidense: Alex Michelsen.
Durante el duelo, nadie pareció recriminarle por lo que se desconoció por meses: Sinner arrojó positivo dos veces por una minúscula presencia del esteroide anabólico Clostebol en un lapso de ocho días en marzo.
El dopaje detectado en el Abierto de Indian Wells en marzo fue anunciado la semana pasada. Sinner fue sancionado con la pérdida del premio y los puntos obtenidos en ese torneo Masters 1000. Pero evitó una suspensión al determinar que no fue responsable del consumo y que la sustancia fue consumida involuntariamente mediante un masaje de su fisioterapeuta.
En su primera comparecencia pública sobre el caso de dopaje, el viernes en una rueda de prensa, Sinner anunció los despidos del preparador físico que adquirió en Italia el aerosol que tenía Clostebol y del fisioterapeuta que lo usó para un corte de su dedo antes de tratar al jugador.
Durante la entrevista a pie de cancha, Sinner no tuvo que responder a preguntas sobre un caso que suscitó las críticas de varios jugadores, como Novak Djokovic, cuestionándose que ciertos jugadores reciben un trato distinto a otros a la hora de aplicar las sanciones.
«Y sí, ha habido algunas reacciones», indicó Sinner. «Yo no puedo controlar lo que piensan o lo que dicen. Así ha ido todo y ya he hablado de eso. No puedo controlar la reacción de los jugadores y si tengo algo que decirle a alguien, se lo digo personalmente porque soy esa clase persona. En general no ha sido malo, así que estoy contento con eso».
Sinner dio un vuelco rápido al trámite durante el segundo set, acumulando apenas 15 errores no forzados en las últimas tres mangas — y cero en la última — tras acumular 14 en el primero.
Fue el nivel al que Sinner tiene acostumbrados a todos en superficies rápidas como las de Nueva York. Exhibe una marca de 29-9 en canchas duras este año, incluyendo su primer título de Grand Slam en el Abierto de Australia en enero.
La número uno mundial Iga Swiatek tuvo que emplearse a fondo para sobrevivir un complicado duelo de primera ronda, mientras que la dos veces campeona Naomi Osaka reapareció en el torneo al doblegar 6-3, 6-2 sobre Jelena Ostapenko para su primera victoria contra una Top 10 en más de cuatro años.
Osaka, campeona de las ediciones de 2018 y 2020 en Flushing Meadows, empleó 64 minutos para dejar fuera a Ostapenko, la letona que se consagró en el Abierto de Francia de 2017.
Fue un desempeño propio de la Osaka que alcanzó la cima del ranking femenino al conquistar cuatro títulos de Grand Slam entre 2018-21.
Pero la japonesa se alejó de las canchas, primero para cuidar su salud mental y luego para dar a luz. Semanas atrás reveló en sus redes lo difícil que es lidiar con el hecho de que no ha recuperado su mejor versión tras perder en la fase clasificatoria del Abierto de Cincinnati.
«Tener aquí dos títulos significa mucho y creo que he sufrido con la confianza durante todo el año», reflexionó Osaka, quien volvió en el Abierto de Australia en enero — su primera actuación en un Grand Slam en casi año y medio. «Eso me obliga ahora a mirarme en el espejo y decirme: ´te ha ido bastante bien aquí, así que no hay razón por la que no puedas hacerlo bien otra vez´»
Y lo hizo bastante bien: apenas un error no forzado en el primer set y cinco en todo el partido, 16 menos que Ostapenko.
Swiatek, en cambio, debió exigirse para someter 6-4, 7-6 (6) a la rusa Kamilla Rakhimova.
La campeona de 2022 estuvo a punto de irse a un tercer ser cuando Rakhimova se puso al frente 6-3 en el desempate. Pero Swiatek reaccionó llevándose los siguiente cinco puntos.