El Estado Islámico se atribuye el ataque en el festival de Alemania que ha causado tres muertos
El grupo terrorista Estado Islámico se ha atribuido este sábado la autoría de un ataque con cuchillo en un festival en la ciudad de Solingen, Renania del Norte-Westfalia, en el oeste de Alemania, en el que murieron tres personas y otras ocho resultaron heridas el pasado viernes por la noche. El grupo ha afirmado en un comunicado en su cuenta de Telegram que la agresión fue llevada a cabo por uno de sus miembros “en venganza por los musulmanes en Palestina y en todas partes”, pero no han aportado ninguna prueba de su afirmación y no ha quedado claro el grado de relación entre el atacante y el Estado Islámico.
El presunto asesino se ha entregado a una patrulla de policía a última hora del sábado, según han publicado medios como la revista Der Spiegel, y ha confirmado el consejero de Interior de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul. Se trata del ciudadano sirio Issa al H., de 26 años, llegado a finales de 2022 a Bielefeld (Alemania), donde solicitó asilo. Un año después se le concedió la protección subsidiaria que suelen recibir los refugiados de este país en guerra. Cuando se entregó tenía la ropa sucia y manchada de sangre, relata este medio. Las autoridades no le tenían registrado como extremista.
Previamente, la policía alemana había detenido a otras dos personas, la segunda de ellas a última hora de la tarde, en un centro de acogida para refugiados de Solingen, según confirmó un portavoz de la policía, que no aclaró si se trataba del sospechoso de llevar a cabo el ataque o de un testigo o un presunto cómplice. El hombre arrestado tiene 36 años, añadió el portavoz, que declinó dar más información. “La investigación continúa”, aseguró.
Horas antes, el sábado por la mañana, un adolescente de 15 años también había sido detenido por no alertar de que se iba a producir un atentado, según informó Thorsten Fleiss, portavoz de la policía de Düsseldorf, en una rueda de prensa celebrada a las 15 horas del sábado. Fleiss relató que dos testigos ―dos mujeres― escucharon una conversación sobre unos planes para atentar. El diálogo se produjo entre el joven detenido y otra persona poco antes de que se cometieran los crímenes. Tras los apuñalamientos, las mujeres se pusieron en contacto con los investigadores para denunciarlo. Aún no está claro si el otro individuo con quien charlaba el menor de edad es el asesino, precisó durante la rueda de prensa el fiscal superior, Markus Caspers. Se está indagando en sus “posibles conexiones con el delito”, aseguró.
El último ataque atribuido al Estado Islámico ocurrió el pasado marzo en Moscú, cuando unos pistoleros irrumpieron en una sala de conciertos y mataron a un centenar de personas. En suelo europeo, durante 2023 al menos se produjeron seis ataques de inspiración yihadista en Bélgica, Reino Unido, Alemania, España y Francia, según el Observatorio Internacional de Estudios sobre el Terrorismo. Una de las ramas locales del Estado Islámico se atribuyó el pasado mayo el ataque en Afganistán contra un grupo de turistas que causó tres muertos de nacionalidad española. En Alemania el último caso se produjo en diciembre de 2016, cuando el EI asumió el ataque a un mercadillo navideño en el centro de Berlín que se cobró 12 víctimas mortales.
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Antes de que el grupo yihadista asumiera la autoría, las autoridades habían informado de que no descartaban que el ataque tuviera motivación terrorista, porque no parecía haber otro motivo y las víctimas no tenían relación entre sí. Los fallecidos son dos hombres de 67 y 56 años y una mujer de 56. El presidente de Renania del Norte-Westfalia, Hendrik Wüst, calificó el ataque como un “acto de terror”, durante una comparecencia en Solingen.
Más de 30 años después de que un grupo de extrema derecha provocara un incendio que mató a cinco personas de origen turco, Solingen vive otro trauma causado por un acto de violencia. La ciudad, de unos 160.000 habitantes, está conmocionada después de que la noche del viernes un hombre asesinara a cuchilladas a tres personas e hiriera a otras ocho, cinco de ellas de gravedad.
La ciudad, conocida por albergar la mayor industria cuchillera de Alemania, había congregado a miles de personas en un festival de diversión y ocio que iba a prolongarse durante todo el fin de semana y que ha sido cancelado. El suceso se produjo hacia las 21.45 de la noche, mientras Solingen celebraba la llamada fiesta de la diversidad, donde se conmemora el 650 aniversario de su fundación. El ataque sobrevino justo frente a uno de los tres escenarios, cuando tocaba en directo un grupo de música.
Poco después de producirse el ataque, uno de los organizadores del evento, Philipp Müller, salió al escenario principal para informar de lo sucedido y para pedir a los asistentes que abandonaran la plaza con calma. Müller aseguró que los servicios de emergencias trabajaban para salvar la vida a varias personas heridas de gravedad por un hombre con un cuchillo que seguía huido, según se puede ver en un vídeo difundido por las redes sociales y en la televisión. Mientras lo anunciaba se escuchaban gritos de asombro entre el público.
El diario local Solinger Tageblatt citaba anoche a un testigo presencial, Lars Breitzke, que se encontraba frente al escenario principal cuando se produjo el crimen. Relata que se dio cuenta de que algo sucedía cuando vio la expresión de la cantante que en ese momento actuaba, Suzan Köcher. “Entonces una persona cayó al suelo a un metro de mí”, dice el testigo, que al principio pensó que era un borracho. Cuando se dio la vuelta, vio a otras personas tendidas en el suelo y varios charcos de sangre, recoge el diario.
La búsqueda se extendió más allá de los límites de la ciudad; se establecieron numerosos controles de carretera en las inmediaciones de Solingen. El centro de la ciudad permaneció todo el sábado bloqueado con controles y se pidió a la población que no se acercara para no interrumpir el trabajo policial. Muchas personas acudieron durante el día a dejar flores y velas cerca del lugar donde se produjo el ataque, llamado Fronhof, la plaza de mercado en el centro de Solingen.
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha asegurado que el atentado “es un terrible suceso” que le ha “perturbado profundamente”. “Lamentamos la muerte de las víctimas y estamos al lado de sus familias”, escribió en la red social X, horas antes de que se capturase al agresor.
La ultraderecha trata de sacar rédito
El suceso se produce apenas una semana antes de unas elecciones regionales en los Estados orientales de Turingia y Sajonia en las que el partido ultraderechista y antiinmigración Alternativa para Alemania (AfD) tiene posibilidades de conseguir el primer puesto, según las encuestas. El líder de AfD en Turingia, Björn Höcke, calificado como extremista por los tribunales, publicó en X un mensaje en el que preguntaba: “¿De verdad queréis acostumbraros a esto? Liberaos, ¡acabad de una vez con la aberración del multiculturalismo forzado! ¡Proteged a vuestros hijos!”.
El presidente de Renania del Norte-Westfalia ha descrito el atentado como un “acto de la violencia más brutal y sin sentido” en su cuenta de X. La ministra del Interior, Nancy Faeser, también ha expresado su consternación. “Estamos profundamente conmocionados por el brutal atentado contra la fiesta municipal de Solingen. Estamos de luto por las personas a las que se arrebató la vida de una manera terrible. Mis pensamientos están con las familias de los fallecidos y los heridos graves”.
Der brutale Anschlag auf das Stadtfest in Solingen erschüttert uns zutiefst. Wir trauern um die Menschen, die auf furchtbare Weise aus dem Leben gerissen wurden. Meine Gedanken sind bei den Familien der Getöteten und bei den Schwerverletzten. (1/2)
— Nancy Faeser (@NancyFaeser) August 24, 2024
Poco antes de la medianoche, el alcalde, Tim Kurzbach, aseguró en sus redes sociales: “Esta noche todos estamos conmocionados, horrorizados y muy tristes en Solingen. Queríamos celebrar juntos el aniversario de nuestra ciudad y ahora tenemos que llorar a los muertos y heridos. Me rompe el corazón que haya habido un atentado en nuestra ciudad. Se me llenan los ojos de lágrimas cuando pienso en los que hemos perdido. Rezo por todos los que siguen luchando por sus vidas”.
Ataques con cuchillo
En Alemania ha aumentado la preocupación en fechas recientes por los atentados con cuchillo. A principios de este mes, el Gobierno anunció su intención de endurecer las normas sobre la posesión de armas blancas en público. La propuesta que ha puesto sobre la mesa la ministra del Interior, Nancy Faeser, consiste en reducir la longitud máxima permitida desde los 12 a los seis centímetros.
El desencadenante de ese cambio legal fue la muerte de un policía de 29 años en Mannheim en junio pasado. El agente cayó apuñalado por un hombre durante un ataque contra un acto de la extrema derecha en una plaza de la ciudad, a plena luz del día. El detenido, un hombre de 25 años, nacido en Afganistán y residente en Alemania desde 2014, casado y con dos hijos, atacó a los organizadores del acto, activistas islamófobos que se disponían a dar un mitin. El policía intervino y fue apuñalado varias veces en la nuca.
En noviembre de 2021 se produjo otro atentado con cuchillo en un tren de alta velocidad en Baviera, en el sur de Alemania, que causó tres heridos graves. Un hombre de 27 años de nacionalidad siria fue detenido como presunto autor de los hechos. Otro ataque en junio de ese año terminó con tres muertos y varios heridos en Wurzburgo, en Baviera, después de que un individuo agrediera con un arma blanca a los transeúntes. La Policía detuvo a un somalí de 24 años con antecedentes psiquiátricos después de dispararle en la pierna para abatirlo.
Tras estos casos, el canciller, Olaf Scholz, también ha prometido endurecer las políticas migratorias e intensificar las expulsiones, incluso a Siria y Afganistán.
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