La campaña de Kamala Harris pulveriza récords de recaudación con 540 millones de dólares en un mes
El entusiasmo que ha despertado la candidatura de Kamala Harris se mide también en dinero contante y sonante. La demócrata ha pulverizado los récords históricos de donaciones a una campaña electoral al lograr 540 millones de dólares (482 millones de euros al tipo de cambio actual) en poco más de un mes desde que tomó el testigo de Joe Biden para optar a la presidencia, según ha informado este domingo la presidenta de su campaña, Jen O’Malley Dillon. Harris ha aprovechado el impulso de la convención demócrata para aumentar su ventaja sobre el republicano Donald Trump.
El grifo del dinero se había cerrado para Joe Biden, pues los donantes se mostraban escépticos sobre sus posibilidades de continuar en la Casa Blanca tras el desastroso debate del pasado 27 de junio. Sin embargo, se abrió a chorros en cuanto se produjo el relevo. Harris ya batió un primer récord con 81 millones de dólares logrados en las primeras 24 horas (72 millones de euros) desde que la actual vicepresidenta fue señalada como candidata. La inyección de fondos ha continuado en la que promete ser la campaña electoral más cara en la historia de Estados Unidos.
“El entusiasmo y la energía que se respiraban esta semana en el United Center eran palpables, pero ese entusiasmo se extendía mucho más allá de Chicago, a lo largo y ancho de los Estados disputados que decidirán estas elecciones”, escribe O’Malley Dillon en un mensaje difundido este domingo. La presidenta de la campaña de Harris asegura que justo el jueves por la noche, antes del discurso de aceptación de la nominada, la campaña superó la marca de los 500 millones de dólares. “Inmediatamente después de su discurso, alcanzamos nuestra mejor hora de recaudación desde el día del lanzamiento”, añade, sin facilitar una cifra concreta. Las cifras reflejan los totales percibidos por Harris for President, el Comité Nacional Demócrata y los comités conjuntos de recaudación de fondos.
Las convenciones son momentos álgidos de captación de fondos para los partidos, que aprovechan la elevada exposición mediática para intensificar su ofensiva recaudatoria, con un bombardeo de correos electrónicos y otras acciones para hacer caja.
Nuevos donantes
La jefa de campaña subraya, además, que un tercio de las donaciones de esta semana proceden de nuevos contribuyentes y que casi una quinta parte de los que contribuyeron por primera vez eran votantes jóvenes y dos tercios de ellos, mujeres, dos grupos que pueden ser decisivos en noviembre. Los profesores y las enfermeras también siguen figurando entre las ocupaciones más comunes de los donantes.
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El gasto publicitario en la campaña electoral de 2024 va camino de batir récords. Donald Trump también está captando fondos a buen ritmo de grandes y pequeños donantes. Había logrado equilibrar la ventaja que le llevaba inicialmente Joe Biden, pero ahora se ha visto superado por su nueva rival. Su campaña anunció a principios de mes que había recaudado 138,7 millones de dólares en julio, pero eso es menos que lo que logró Harris en la primera semana desde que tomó el relevo de Biden. A principios de agosto, la campaña de Trump contaba con 327 millones de dólares en efectivo.
Harris cerrará este mes con un gasto de 150 millones de dólares en anuncios de televisión, según el informe compartido por O’Malley Dillon. A partir del Día del Trabajo, el lunes 2 de septiembre, y hasta el día de las elecciones, el 5 de noviembre, en lo que tradicionalmente se considera la recta final de la campaña, Harris ya cuenta con 370 millones de dólares en reservas televisivas y digitales. “Esta compra de otoño incluye la mayor reserva digital de la historia de la política estadounidense, lo que refleja el compromiso de la campaña de ir al encuentro de los votantes allí donde estén”, dice la presidenta de la campaña.
La campaña de Harris asegura que también se ha producido un aumento del apoyo de voluntarios a la vicepresidenta gracias a la convención, generando desde el lunes casi 200.000 nuevos turnos, que es como se mide el compromiso de sus activistas. “Solo el jueves y el viernes, los voluntarios se apuntaron a 90.000 turnos, motivados por la extraordinaria expectación suscitada por el discurso de la vicepresidenta”, dice O’Malley Dillon.
Vuelta a la campaña
Tras un fin de semana de respiro, en que ni Harris ni Trump han tenido ningún acto público, ambos vuelven a la campaña la semana entrante. La próxima gran cita es el debate televisado del próximo 10 de septiembre en la cadena ABC, pero antes los partidos volverán a hacer campaña en los Estados decisivos, los que decantarán la elección.
Harris y su candidato a vicepresidente —el gobernador de Minnesota, Tim Walz— iniciarán este miércoles una gira en autobús por el sur de Georgia, uno de los Estados clave, para apelar al voto de los georgianos rurales, suburbanos y urbanos, con una gran proporción de votantes negros y familias de clase trabajadora. La vicepresidenta dará un mitin el jueves por la noche en Savannah.
Trump, por su parte, intervendrá este lunes en la conferencia que la Asociación de la Guardia Nacional celebra en Detroit, en Míchigan, otro Estado decisivo, en el que el expresidente ganó en 2016 contra Hillary Clinton y perdió en 2020 contra Biden. Será la sexta visita de Trump este año a ese Estado.
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