La oposición venezolana sale a la calle ante un gran despliegue policial
La oposición venezolana volvió a salir a la calle este sábado tras el llamamiento de la líder María Corina Machado para defender lo que consideran fue el triunfo electoral de Edmundo González Urrutia. La principal marcha, la de Caracas, fue liderada por González Urrutia, a quien se veía en público por primera vez desde el 30 de julio, y por la propia Machado. Pese a que convocó a miles de personas, no fue tan multitudinaria como en anteriores ocasiones, y estuvo marcada por un enorme despliegue policial. La represión sufrida desde el 29 de julio, un día después de los comicios, ha inhibido de salir a la calle a miles de desencantados con la proclamación de Nicolás Maduro como vencedor de las elecciones. Además de la concentración de Caracas, se convocaron más de 300 por todo el mundo, como símbolo de la ingente diáspora venezolana que se ha formado en los últimos años.
“Tenemos que estar muy orgullosos. Nunca antes una sociedad se había rebelado tanto y había logrado desnudar al tirano”, dijo Machado a la multitud ante la que llegó medio camuflada, con una sudadera oscura, sin que nadie supiese bien de dónde salía. Desde hace dos semanas, la líder opositora vive en semiclandestinidad. Eufórica, advirtió a Maduro de que tenían en sus manos “la prueba de la victoria” y que había llegado el momento de “cobrar” el resultado. “Todo el mundo sabe que Edmundo González Urrutia arrasó” en las elecciones, proclamó.
La líder opositora hizo referencia a la “travesía larga” que ha realizado la oposición para llegar a este momento que comenzó con la movilización de los venezolanos recorriendo “pueblo por pueblo” el país para “levantar” a Venezuela. “Lo logramos”, dijo, “25 años tratando de dividirnos, y hoy somos ciudadanos y punto”. Tras superar la cuarta etapa, que señaló que fue “derrotar el fraude y demostrar” la victoria, la líder dijo que llegó el momento de “que cada voto se respete”.
La concentración de la capital venezolana ha estado marcada por la persecución de los líderes opositores en las horas previas. Las autoridades han continuado con la detención selectiva de políticos y activistas civiles. Piero Maroun, secretario nacional de organización de Acción Democrática, uno de los principales partidos de la oposición, fue arrestado el viernes cuando terminaba de cenar en un restaurante en compañía de su esposa y su cuñada.
La capital del país amaneció tomada por 6.000 efectivos de la policía, la Guardia Nacional Bolivariana y la policía judicial, con tanquetas, alcabalas y equipos antimotines. El jefe de la Policía Nacional Bolivariana, Miguel Domínguez, publicó un post amenazante en sus redes sociales: “Seré breve: el sábado hay transporte gratis para Tocorón [cárcel que ahora recibe presos políticos], pero solo de ida”. Con todo, miles de personas se congregaron en el extremo este de la avenida Francisco de Miranda, cerca del barrio popular de Petare, el más grande de América Latina y donde se iniciaron las manifestaciones espontáneas del 29 de julio. Los vecinos de este gigantesco conglomerado popular se encontraron este sábado con todas las callejuelas del barrio militarizadas. La concentración de la oposición tenía lugar a menos de dos kilómetros de la entrada del barrio.
Entre los asistentes había total convicción de la victoria electoral. Muchos de los manifestantes llevaban sus actas de votación, impresas luego de haber sido colocadas todas en una página web para fundamentar el triunfo electoral de Edmundo González Urrutia. Algunas de estas actas fueron pegadas en plazas y urbanizaciones de la ciudad. Por las calles y veredas de la capital ha sido común ver filas de familiares y amigos caminando hacia la concentración, muchos portando la bandera de Venezuela.
Erika Rivas, de 50 años, y Raúl Rivas, de 52, madrugaron para poder cruzar a tiempo los controles policiales y llegar a la concentración de la oposición. Venían de Guatire, una ciudad dormitorio a una hora de Caracas, y tuvieron que pasar tres de esos controles. “Vinimos porque estamos luchando por la libertad”, declaró Erika Rivas. “No podemos contar con los demás países. Esto tenemos que hacerlo nosotros”.
Adriana Calzadilla, de 52 años, llevaba el acta de votación impresa en su gorra. “Vine con el acta y con las ganas de que esto termine ya”, afirmó. Participó como testigo de mesa electoral y aseguró que tiene un protocolo de resguardo frente a una eventual arremetida oficialista. “Yo no tengo miedo ya. El mayor miedo que tenemos es que este Gobierno siga. Hemos vivido cosas atroces para lograr la libertad, nos ha costado mucho estar acá”, dice entre lágrimas.
El chavismo movilizado
El oficialismo chavista tenía también convocada una manifestación este sábado “por la paz y en defensa del triunfo del presidente Maduro”. Una caravana de motorizados recorrió la ciudad desde el este hacia la sede del palacio de Miraflores, en el centro, portando banderas rojas y rostros del presidente, el comandante Hugo Chávez y el logotipo del PSUV.
También estaba anunciada una marcha desde la avenida Libertador hasta el centro de la ciudad. Todos los funcionarios y alcaldes han hecho un enorme esfuerzo logístico, político y comunicacional para motivar a la militancia chavista, que lleva tiempo organizando concentraciones populares considerablemente más pequeñas que las del pasado.
El ministro de Comunicación e Información, Freddy Ñánez, ponderó el valor de la convocatoria como “crucial para visibilizar el valor de una fuerza política comprometida con el país”. La estatal Venezolana de Televisión ofrecía de manera continua reportes con declaraciones en las calles de la militancia, los ministros y los alcaldes del Gobierno arengando en contra “del fascismo”, y fustigando a la oposición por golpista.
Protestas en Bogotá
Más de mil personas, a la espera de la estimación oficial, han acudido desde las 11.00 al llamado de la oposición venezolana en la plaza de Lourdes de Bogotá, la capital de la vecina Colombia, por mucho el principal país de acogida de la diáspora venezolana, entre banderas y gritos de ‘libertad’. “Petro escucha / y únete a la lucha”, fue uno de los cánticos que entonó la multitud, dirigido al presidente, quien adelanta junto a Brasil y México un intento de mediación en la crisis.
“¿Por qué me movilicé y nos concentramos en todo el mundo? Porque los venezolanos no aguantamos más y necesitamos demostrar que no es una lucha de una sola persona. El exilio no es un destino turístico”, relataba una de las manifestantes.
En Colombia residen casi tres millones de venezolanos que han huido de la crisis política, social y económica venezolana en los últimos años, de los cuales cerca de 600.000 se han afincado en Bogotá. Ha habido concetraciones en una veintena de ciudades colombianas a lo largo del día, entre ellas Medellín, Cali, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena, Bucaramanga y también Cúcuta, la principal urbe sobre la extensa frontera entre los dos países, informa Santiago Torrado.
La oposición venezolana se une a Ayuso en Madrid
Cientos de banderas amarillo, azul y rojo han inundado la capital española en la Puerta del Sol. En las pancartas se podía leer : “Hoy soy la voz de todos los venezolanos que están siendo silenciados, detenidos y oprimidos”. Un solo grito: “Libertad, libertad, libertad” y » Madrid, escucha, únete a la lucha”. A eso de las 20.00, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llegó a Sol y se sumó a la manifestación en compañía de algunas de las caras más visibles de la oposición a Maduro. Lo hizo vestida de azul y con la bandera de Venezuela en una mano. La presidenta madrileña se dio un verdadero baño de multitudes: “Ayuso, te queremos”, le gritaron a cada paso.
“Somos la concentración más grande del mundo”, han asegurado desde el escenario los organizadores, que no se ha querido olvidar en ningún momento de su benefactora: “Gracias, Ayuso, por habernos permitido estar aquí hoy y acompañarnos. Nos han abierto los brazos en Madrid” .
Carolina González, hija del candidato opositor Edmundo González, ha sido la encargada de dar la respuesta de su padre: “Desde Venezuela agradecemos emocionados estas manifestaciones. Nos dan fuerzas para seguir luchando”.
Con cada frase, más gritos de apoyo, y a cada grito de apoyo, los políticos presentes, empezando por la propia Ayuso, se han mostrado cada vez más convencidos de estar ante una jornada histórica. Tanto se han inflamado los ánimos, que finalmente Ayuso no ha dudado en comparar las concentraciones de este fin de semana con la caída del Muro de Berlín. “En Madrid tienen su casa. Aquí no son extranjeros” , concluyó la presidenta madrileña, informa Lucía Franco.
Siga toda la información de El PAÍS América en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.