Juguetes sexuales: saber equilibrar el placer y la conexión en pareja
Pregunta: Dra. Simó, tengo una relación de 8 años donde el sexo siempre fue lo máximo. Mi pareja, por motivos laborales, tuvo que viajar por 21 días y en ese tiempo compré un vibrador porque mis ganas eran fuertes y nos llamábamos y teníamos sexo telefónico.
El problema comenzó cuando, a su regreso, me di cuenta de que con el vibrador tenía más orgasmos y eran más intensos. A él no le importó que yo lo usara, pero ahora me dice que estoy viciada, que sin eso no quiero tener relaciones.
Doctora, ¿en qué le afecta él? Yo sigo siendo súper activa y la diferencia es que ahora tengo hasta cinco orgasmos y antes solo tenía uno. ¿Debo dejar de usarlo?
Respuesta
El vibrador puede ser un excelente instrumento para ayudar a la mujer a percibir de una forma más rápida las sensaciones, y esto se debe a que es un movimiento o velocidad constante que no cambia, lo que facilita llegar a la excitación más rápido.
Segundo, a las mujeres también les gusta usar el vibrador porque saben dónde colocárselo directamente y hacer los movimientos que ellas van descubriendo y son los indicados para un mejor disfrute.
Ahora bien, el vibrador no puede sustituir el encuentro sexual con tu pareja y no debes depender 100 % del mismo para lograr una buena estimulación, pues es más bien un complemento, no un todo.
Te recomiendo no usarlo en cada entrega y, cuando lo hagas, darle mayor participación a tu pareja para que no se sienta desplazado y hablar con él sobre cómo has descubierto que te gusta la estimulación para que participe en la dinámica de cómo tú llegas mejor.
El vibrador puede ser un gran aliado o un enemigo de la relación, todo dependerá del uso que se le dé y la forma en cómo la pareja lo perciba. Es importante que le des a entender que jamás lo cambiarías por un juguete y que estás en la disposición de buscar alternativas.