Javier Milei llega a Estados Unidos para ser nombrado “embajador de la luz” y reunirse con Elon Musk
Javier Milei ha demostrado con palabras y gestos que Estados Unidos será el gran aliado de Argentina durante su presidencia. Altos cargos del Gobierno de Joe Biden han viajado a Buenos Aires desde que Milei asumió, el pasado 10 de diciembre, e integrantes del Ejecutivo argentino se han desplazado también a Washington para reforzar un vínculo bilateral que no era tan estrecho desde los tiempos de “las relaciones carnales” establecidas durante el gobierno del peronista Carlos Menem (1989-1999). Este miércoles, el líder ultra pisó suelo estadounidense por tercera vez en menos de cinco meses. Su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, mantiene esta semana una agenda paralela en Washington, y la que viene será el turno del titular de la cartera económica, Luis Caputo, quien participará en la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional.
Como en su visita del pasado noviembre, Milei comenzó este viaje con un objetivo espiritual vinculado al judaísmo, una religión que estudia y a la que dice que le gustaría convertirse. En ese momento fue visitar la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson; ahora, a ser nombrado “embajador internacional de la luz” en la sinagoga The Shul de Miami. Milei será distinguido con esa condecoración por su respaldo sin matices a Israel, incluso en medio de una ofensiva a Gaza que ha causado ya más de 33.000 muertes de palestinos. Los organizadores de la ceremonia, que se realizará a puertas cerradas, reconocen a Milei sus “incansables esfuerzos en nombre de Israel y la comunidad global, honrando su inquebrantable dedicación a difundir la libertad, la esperanza y los sentimientos positivos frente a la oscuridad”.
Entre la comitiva que acompaña al presidente destaca su hermana y secretaria de Presidencia, Karina Milei; el embajador designado en Washington, Gerardo Werthein; el rabino Axel Wahnish, su guía espiritual y futuro embajador argentino en Israel; y el cineasta Santiago Oria. Este último es autor de varios documentales sobre el líder ultra y también de vídeos breves pensados para las redes sociales, como el que compartió horas atrás que muestra a Milei saludando a los pasajeros que compartieron con él el vuelo de Aerolíneas Argentinas destino a Miami.
Según la agenda oficial difundida por Presidencia, Milei se reunirá este jueves con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, y brindará una conferencia en el Instituto de Políticas Públicas Jack D. Gordon.
Visita a la fábrica de Tesla
El plato fuerte del viaje tendrá lugar el viernes, cuando visitará la fábrica de Tesla en Texas y se reunirá con su dueño, el empresario multimillonario Elon Musk. El cara a cara entre ambos ocurre tras intercambios elogiosos en redes sociales y charlas telefónicas. “Hoy mantuve una gran conversación con Elon Musk, donde le agradecí por defender las ideas de la libertad y apoyar nuestro trabajo, especialmente teniendo en cuenta todo lo que él representa como ícono de la libertad en el mundo”, contó Milei después de que Musk lo felicitase por haber ganado las elecciones. El empresario volvió a aplaudirlo por el discurso que el mandatario argentino brindó en el Foro de Davos.
La sintonía ideológica tiene como trasfondo intereses económicos. El Gobierno de Milei ha autorizado la entrada a Argentina de la compañía de internet satelital de Musk, Starlink, y es conocido el interés del estadounidense por las reservas de litio existentes en el noroeste del país sudamericano. Este mineral estratégico es clave para las baterías de los vehículos eléctricos de Tesla, otra de las compañías de Musk.
El viaje de Milei estuvo precedido el martes por visitas estadounidenses de alto rango a Argentina. Este martes, la Cancillería recibió a una delegación de funcionarios del Departamento de Comercio y del Departamento de Estado en Buenos Aires. La semana pasada, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, la general Laura Richardson, realizó una visita de tres días que concluyó con una reunión con Milei en la ciudad patagónica de Ushuaia.
El mandatario recorrió los casi 3.000 kilómetros que separan Buenos Aires de la ciudad más sureña de Argentina para demostrar que Estados Unidos será su gran socio en materia de defensa. Vestido de militar durante un acto en el que se escucharon los himnos de Argentina y Estados Unidos, Milei afirmó que “Occidente corre riesgo” y que los argentinos tienen “una afinidad natural” con Estados Unidos, con quienes comparten “la defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada”. Milei anunció allí la construcción de una base naval conjunta en la zona de la que no se han dado hasta ahora mayores precisiones. Según el presidente argentino, será un gran centro logístico que funcionará como puerta de entrada de ambos países a la Antártida.
Inversión militar
“Mi aliado es Estados Unidos. Sean demócratas o republicanos, el aliado es Estados Unidos”, reiteró en su última entrevista, difundida este fin de semana a través del medio digital Neura. “Vaya que nos están apoyando, nos regalaron un Hércules, ¡hey, dale!”, destacó el presidente argentino, en referencia a la donación de un avión estadounidense que había sido pactada por el gobierno de Alberto Fernández.
El Ejecutivo de ultraderecha pretende fortalecer las Fuerzas Armadas y ampliar sus funciones para que puedan enfrentarse a la narcocriminalidad que azota ciudades como Rosario. Cambiar la ley que hoy les prohíbe involucrarse en tareas de seguridad interior supondría romper uno de los consensos construidos tras la recuperación de la democracia, pero el debate avanza de la mano de una renovación del equipamiento militar. “La inversión en defensa vuelve a ser una prioridad. Estamos equipando a nuestras Fuerzas y recuperando la capacidad supersónica del país”, dijo la cartera de Defensa en un comunicado semanas atrás.
Ese objetivo está detrás de la parada final del viaje internacional de Milei: Dinamarca. El Gobierno firmará la adquisición, con ayuda financiera de Estados Unidos, de 24 aviones de combate F-16 daneses. Milei se reunirá con la primera ministra del país escandinavo, Mette Frederiksen, y se ha hecho estudios médicos para tener un rol protagónico en la ceremonia: pretende subirse como copiloto a uno de los cazas que modernizarán la flota de la Fuerza Aérea argentina.
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