El protagonismo positivo de Roberto Álvarez
Defender el buen nombre de la República Dominicana parecería una tarea que carece de fin. En esa misma medida, preciso es levantar las voces de nuestros intereses para preservar la debida imagen de lo que somos y lo que en realidad deseamos.
Hay que reconocer el protagonismo positivo del ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez. Ya sea en la BBC, en CNN, en New York Times y en cuantos medios han tocado a las puertas de la cancillería, nuestro ministro ha suministrado una versión completa sobre la posición dominicana de cara a un tema tan complejo como es la presente situación en Haití.
No se trata de torcer los hechos. Por el contrario, de apelar precisamente a los hechos para defender lo que a la República Dominicana corresponde soberanamente y, al mismo tiempo, cumplir con un principio olvidado por las grandes potencias en lo que respecta a nuestro vecino: la solidaridad. Con argumentos precisos, bien fundamentados y apegados a la verdad, Álvarez ha propuesto una narrativa firme, equilibrada, y que sin duda ha contribuido a aclarar nuestras razones frente a la crisis haitiana. La voz diplomática se ha escuchado con firmeza.